Caos en la programaci¨®n
Ni el gabinete de prensa de TVE, ni la subdirecci¨®n de emisiones, ni la subdirecci¨®n de programas de producci¨®n ajena saben qu¨¦ ?gran relato? se emitir¨¢ dentro de diez d¨ªas (el pr¨®ximo viernes 23), cuando finalice el norteamericano Familia, que TVE adquiri¨® como un telefilme m¨¢s y que ahora emitir¨¢ dentro de Grandes relatos, aunque tan s¨®lo seis del total de adquiridos (m¨¢s de una docena). Sucedi¨® lo mismo con La fundaci¨®n, finalizada, aunque ya se hab¨ªa producido toda una segunda parte, antes de que TVE la emitiese.Lo normal en macrotelevisiones como la nuestra es disponer de un stock de material, listo para emitir, con tres meses de antelaci¨®n y tener cubiertos, mediante contrato, al menos seis meses de programas. De ah¨ª que las televisiones europeas hagan p¨²blicos sus esquemas de programas hasta con un a?o de anticipaci¨®n. En TVE lo ignoran cuando s¨®lo faltan diez d¨ªas.
El caos en la programaci¨®n de cinematogr¨¢ficos comenz¨® en el momento que el director general, Fernando Arias-Salgado, nombr¨® a su primo Eduardo Autr¨¢n Arias-Salgado, subdirector de los programas de producci¨®n ajena. El se?or Autr¨¢n se despreocup¨® de la programaci¨®n y contrataci¨®n de programas ajenos, y el sucesor en el cargo, Juan Julio Baena, tampoco supo remediar la falta de previsi¨®n, que culmina con la precipitada emisi¨®n de La barraca, despu¨¦s de suspender y cortar a Poldark por la mitad. Lo grave en la emisi¨®n de La barraca, programa que depend¨ªa de Ildefonso Roel, jefe de los dram¨¢ticos, es la incompetencia de estos ejecutivos, que no saben distinguir la calidad del producto hasta el extremo de que TVE emiti¨® la copia cero de ese telefilme espa?ol, la primera copia de trabajo.
El caos en los programas de producci¨®n ajena repercute en todos los g¨¦neros de programas: musicales, como La danza, que no disponen de material y que ignoran de una semana para otra lo que se emitir¨¢; la clave, que nunca puede asegurar si el departamento que dirige el se?or Baena acceder¨¢ a facilitar la pel¨ªcula solicitada (as¨ª, el pasado s¨¢bado, el largometraje de Joseph Losey La clave del enigma, nada ten¨ªa que ver con el debate sobre marxismo), e infantiles. Los ni?os soportan ahora tres reposiciones: Viki el vikingo, La Pantera Rosa y, a partir de este s¨¢bado, La abeja Maya, en sus 52 episodios ya emitidos, quiz¨¢ porque la subdirecci¨®n de programas ajenos ignora que los alemanes ya han producido otros tantos episodios in¨¦ditos en TVE. Claro que una ventaja de tener que ver tales programas infantiles es que los ni?os se pierden La casa de la pradera, que se emite en la primera cadena.
Los ejecutivos culpan ahora a los obreros de todo el mundo: primero, a los trabajadores de los aeropuertos de Estados Unidos, en huelga; despu¨¦s, a los de la televisi¨®n independiente brit¨¢nica, y ahora, a los actores, directores y adaptadores espa?oles de doblaje. Las huelgas de estos sectores de muestran por s¨ª mismas la falta de planificaci¨®n y previsi¨®n por parte de la direcci¨®n de TVE.
Quiz¨¢ el ¨²nico departamento que cumple con una programaci¨®n y emisi¨®n regular es la gerencia de publicidad de TVE. Pero a un precio muy caro para el telespectador: TVE emiti¨® este pasado domingo, desde las 14.25 (primer bloque de anuncios) hasta las 22.56 (¨²ltimo bloque) un total de veintis¨¦is bloques (es decir, veintis¨¦is interrupciones en la programaci¨®n), que totalizan casi dos horas de publicidad en una sola jornada (115 minutos con 40 segundos). En otras palabras, 299 anuncios (190 por la primera cadena y 109 por la segunda). La absoluta mayor¨ªa destinados al telespectador infantil y al consumo navide?o.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.