Ha muerto en Asturias el escultor Jos¨¦ Mar¨ªa Navascu¨¦s
Fue seleccionado para la pr¨®xima bienal de S?o Paulo
Jos¨¦ Mar¨ªa Navascu¨¦s, uno de los grandes maestros de la escultura espa?ola, falleci¨® en Oviedo, donde estaba realizando un cursillo de control mental en los locales de la parroquia de San Juan, a la edad de 45 a?os. Ayer, la Hoja del Lunes de Gij¨®n public¨® una informaci¨®n seg¨²n la cual su muerte se hab¨ªa producido en circunstancias no determinadas. Juan Cueto Alas y Chus Quir¨®s, ¨ªntimos amigos del escultor desaparecido, manifestaron a EL PAIS que padec¨ªa una fuerte depresi¨®n de tipo psicol¨®gico, no relacionada con su profesi¨®n, ya que se encontraba en su mejor momento art¨ªstico. Recientemente fue seleccionado para la pr¨®xima bienal de S?o Paulo.
Natural de Madrid, Navascu¨¦s se traslad¨® a Gij¨®n en 1939. En 1954 inici¨®, como pintor, una etapa cubista, que desemboc¨® en el expresionismo abstracto seis a?os despu¨¦s. Su preocupaci¨®n por las formas anat¨®micas y los procesos vitales le condujeron a la escultura y a la utilizaci¨®n de la madera como materia de comunicaci¨®n. Hay obras suyas en el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo y otras forman parte de colecciones particulares en Espa?a, Par¨ªs, Nueva York, Mil¨¢n y Estocolmo. Para el cr¨ªtico Jos¨¦ Hierro, Navascu¨¦s es un dada¨ªsta, a medio camino del surrealismo, con toques de ?futurista?. ?No erige?, afirma, ?al objeto mismo -unas botas reales o un mueble, escultura para el televisor- en obra de arte, sino que crea unas obras de arte que recrean fant¨¢sticamente la realidad.? El mismo escultor fallecido lleg¨® a decir que le divert¨ªa quitar las tripas a las cosas, dejarlas huecas descomponer su interior. ?Lo cierto es que empec¨¦ con este procedimiento y me gust¨® la historia de mostrar que dentro no hay nada.?En opini¨®n de Miguel Fern¨¢ndez Braso, director de la revista de arte Guadalimar, ?contrasta con las obras de apariencia ultramoderna y futurista -lo cl¨¢sico del material y el procedimiento seguido en su realizaci¨®n-. La madera es tratada de manera artesanal, con mimo, con el amor sensual que luego se detecta. Es curioso que Navascu¨¦s utilice argumentos tecnol¨®gicos realizados de manera tan elemental y aut¨¦ntica como se preparar¨ªan muebles fuera de serie por unos artesanos sabios y pacientes.? El escritor y periodista Juan Cueto public¨® hace dos a?os un libro titulado Una conversaci¨®n con Navascu¨¦s, en el que el escultor afirma no pretender elevar a la categor¨ªa de arte el objeto cotidiano. Todo lo contrario. ?Intento relevar el objeto de arte por el objeto cotidiano. Pero ironizando en las dos direcciones. Mis objetos son ambas cosas, sin ser una de ellas enteramente. Tienen algo de mueble burgu¨¦s de los que dan prestigio, de ah¨ª su preciosismo, pero son muebles completamente in¨²tiles Su funcionalidad es est¨¦tica y, sobre todo, cr¨ªtica. Son objetos que sirven para triturar el sentido.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.