Rafael no dej¨® terminado el cuadro "La transfiguraci¨®n"

Una copia fotogr¨¢fica, realizada seg¨²n los ¨²ltimos adelantos t¨¦cnicos, del cuadro de Rafael La transfiguraci¨®n, ha demostrado, entre otras cosas, que la obra est¨¢ incompleta y que se trata, contra lo que se hab¨ªa cre¨ªdo hasta ahora, de un trabajo realizado exclusivamente por el maestro italiano.

La muestra fotogr¨¢fica, que mide 4,5 metros de alto por 2,78 de ancho, igual que la obra original, se exhibe en la columnata de San Pedro, en el marco de una exposici¨®n m¨¢s general, que permanecer¨¢ abierta hasta primeros del pr¨®ximo mes de enero, bajo el t¨ªtulo ?Primer plano de una obra de arte: La transfiguraci¨®n?.La Santa Sede ha querido servirse de la tecnolog¨ªa moderna para realizar nada menos que una fotograf¨ªa a tama?o natural de la obra maestra del gran pintor italiano. De hecho, el cuadro que desde ayer est¨¢ expuesto en el Vaticano no es l¨®gicamente el original, ni un milagro de bilocaci¨®n. Se trata del resultado de un proceso fotogr¨¢fico realizado con los medios m¨¢s modernos de que dispone la ciencia, para que el p¨²blico pueda apreciar en sus efectos de luz y color los m¨¢s peque?os detalles de una obra maestra.

Para hacer esta fotograf¨ªa, la Polaroid Corporation, con un equipo de t¨¦cnicos venidos ex profeso de Estados Unidos, ha usado una m¨¢quina fotogr¨¢fica tan grande como una casa: seis metros de alta por seis de ancha, para realizar una fotograf¨ªa que no necesit¨® ser ?agrandada? porque el negativo era del tama?o del cuadro.

Con un objetivo semejante, la operaci¨®n tecnol¨®gica ha revolucionado todos los libros de arte y los art¨ªculos de las enciclopedias sobre la famosa obra de Rafael. Un ejemplo: hasta ayer, todos los cr¨ªticos de arte estaban convencidos de que La transfiguraci¨®n no era obra solo de Rafael, sino tambi¨¦n de sus alumnos. Hoy, al parecer, esta fotograf¨ªa ha demostrado que la obra no fue acabada. Es la mejor prueba de que se trata de un trabajo realizado exclusivamente por el gran maestro. No se explica que sus alumnos la hubieran dejado incompleta en algunos detalles. Esta es al menos la opini¨®n que mantiene el catedr¨¢tico Carlo Pietrangeli, director general de los museos y colecciones de arte vaticanas.

El Vaticano ha puesto, pues, al servicio de Rafael, un ojo cient¨ªfico capaz de regalar al ojo humano una parte in¨¦dita del genio del pintor. De alg¨²n modo esta exposici¨®n, que es la primera realizada por el Vaticano y cuyo acceso es gratuito, sigue la tradici¨®n del joven pintor, que fue ?el ojo derecho? del papado de su tiempo: ?Rafael era el joven prodigio, el dulce pintor, muy amante del dinero, pero tambi¨¦n muy obediente a la autoridad pontificia, al contrario que Miguel Angel.