Giscard confirma a Barre como primer ministro
Raymond Barre, el primer ministro franc¨¦s, permanecer¨ªa en su puesto seis meses m¨¢s, por lo menos, a pes¨² de las hip¨®tesis en sentido contrario emitidas ¨²ltimamente como consecuencia de su criticada gesti¨®n econ¨®mica y de los affaires que han sacudido al Gobierno durante las pasadas semanas. Seg¨²n los resultados de dos sondeos conocidos ayer, los franceses se manifiestan crueles y esc¨¦pticos, al mismo tiempo, a prop¨®sito de los referidos asuntos.El se?or Barre, que recibir¨¢ al presidente del Gobierno espa?ol, Adolfo Su¨¢rez, a finales del mes en curso, acus¨¦ recibo ayer de una carta del presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing, en la que este ¨²ltimo le esbozaba el plan de acci¨®n gubernamental para los seis meses venideros. Instant¨¢neamente se interpret¨® el hecho como una confirmaci¨®n en su puesto de primer ministro. La misiva, en efecto, corta en seco todas las especulaciones que se ven¨ªan haciendo sobre su ca¨ªda en desgracia.
De todas maneras, la prolongaci¨®n de su mandato es relativa. Si algunos pensaban que antes de finales del presente a?o pod¨ªa producirse una crisis profunda de Gobierno, que afectar¨ªa, en primer lugar, al se?or Barre, tambi¨¦n se adelant¨® la posibilidad de que el se?or Giscard d'Estaing esperara hasta principios de la primavera para nombrar un primer ministro virgen, cuya misi¨®n esencial consistir¨ªa en realizar una pol¨ªtica econ¨®mica lo bastante digestiva cara a las elecciones presidenciales de 1981.
Aparente normalizaci¨®n
Tras el affaire de los diamantes de Bokassa, que le afect¨® directamente, y los otros dos asuntos de compra de terrenos que tocaron al se?or Barre y precipitaron el suicidio del ministro de Trabajo, Robert Boulin, esta gratificaci¨®n de medio a?o a su jefe de Gobierno, en la mentalidad del presidente de la Rep¨²blica, ser¨ªa una prueba m¨¢s de que todo se ha normalizado en Francia despu¨¦s del vendaval de cr¨ªticas y gritos que evocaban el resquebrajamiento del poder.La crueldad y el escepticismo de los franceses respecto al Gobierno y a la clase pol¨ªtica ilustrar¨ªan, en cierta medida, la valoraci¨®n que hace el presidente de los esc¨¢ndalos que han agitado el pa¨ªs.
Ayer se conoci¨® el primer sondeo sobre lo que piensan los franceses de los tres affaires citados. El 74% estima que el presidente debe explicarle al pa¨ªs, a trav¨¦s de la televisi¨®n, todo lo referente a estos tres asuntos. El mismo porcentaje valora como muy grave el asunto Boulin,que el se?or Barre afirm¨® que ? no exist¨ªa ?. El 77% piensa que si la oposici¨®n (socialistas y comunistas) estuviese en el poder, los affaires se producir¨ªan de igual manera. El 53% cree que el asunto de los diamantes no ha debilitado la autoridad presidencial.
Paralela y parad¨®jicamente, otro sondeo revela que, tras los tres asuntos, la cota de popularidad del se?or Giscard d'Estaing gana dos puntos y la del se?or Barre, trece puntos.
Esta ¨²ltima encuesta, realizada por cuenta del diario progubernamental France-Soir, provoc¨® la reticencia de algunos observadores independientes, que la consideran demasiado ?espectacular y oportuna?.
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