?Hay alternativa socialista en Andaluc¨ªa?
Ex director de "El Socialista"
El pr¨®ximo congreso de los socialistas andaluces no presenta el atractivo carism¨¢tico de marxismo s¨ª, marxismo no, que en, el Congreso federal del PSOE, sumi¨® al pa¨ªs en un orgasmo colectivo m¨¢s propio de Parrala vecindona que de realidad pol¨ªtica. Este congreso andaluz no tiene, y pienso que es una suerte, este atractivo, pero va a plantear cuestiones que son de gran inter¨¦s para Andaluc¨ªa, como puede ser la verdadera alternativa socialista para una regi¨®n que presenta situaciones muy dif¨ªciles en los tres campos b¨¢sicos para la convivencia ciudadana y el progreso de todo el pa¨ªs: lo pol¨ªtico, lo econ¨®mico y lo social.
En lo pol¨ªtico, los socialistas andaluces tendr¨¢n que demostrar en qu¨¦ medida su alternativa de autogobierno supone una opci¨®n seria para, al margen de chauvinismos de nacionalismos trasnochados, alcanzar las cotas de garant¨ªa y apoyo que los catalanes -por citar un proyecto de pr¨®xima y afortunada realizaci¨®n- han recibido del Gobierno, que les ha respondido con la alargadera de las pesetas y el laisser faire en competencias aut¨¦nticamente auton¨®micas. En el caso andaluz se debe alcanzar tambi¨¦n los niveles de entusiasmo y de participaci¨®n que ya parece correr por las Ramblas como un reguero de alegr¨ªa no disimulada. En este mismo terreno, los socialistas andaluces tendr¨¢n que analizar, con no poco esp¨ªritu cr¨ªtico, hasta qu¨¦ punto se han dejado ir de las manos en las ¨²ltimas elecciones, m¨¢s por personalismos infantiles que por estrategia de partido, una parte respetable del electorado llamado andalucista en beneficio de los hombres de Alejandro Rojas-Marcos, y de la Viesca. El PSOE, reafirm¨¢ndose en una concepci¨®n moderna de su federalismo, y sin renunciar a ninguno de sus principios, pudo asumir perfectamente un andalucismo serio y lejos de nostalgias de chilaba y alternativas morunas, como ahora propugnan los militantes del partido andaluz y que, en mi opini¨®n, es algo que, seriamente considerado, est¨¢ fuera de la realidad pol¨ªtica en el futuro de Andaluc¨ªa.
Por otra parte, el Congreso de la Federaci¨®n Socialista de Andaluc¨ªa (FSA) tendr¨¢ que examinar con rigor hasta qu¨¦ punto el Gobierno auton¨®mico de la Junta de Andaluc¨ªa, actualmente con mayor¨ªa del PSOE, no se encuentra lo suficientemente sincronizada con el partido. Conviene preguntarse, pues, hasta qu¨¦ punto existen dos pol¨ªticas diferentes de uno y otro organismo. No s¨¦ si los proyectos pol¨ªticos como tales se pjantean con estrategias muy dispares en una y otra organizaci¨®n, lo que ya ser¨ªa el colmo de la incoherencia, pero s¨ª se puede afirmar, porque est¨¢ en la calle y al andaluz -que es cosa fina en el olfato de estos detalles- no le pasa inadvertido, que tanto la Junta de Andaluc¨ªa como la FSA anda cada una por su lado. No s¨¦ si a nivel personal les ocurre igual a sus principales responsables, pero en caso afirmativo ser¨ªa muy peligroso para el socialismo andaluz.
Menos proclamas y m¨¢s eficacia
En lo econ¨®mico, los andaluces que votan PSOE, que han sido muchos miles hasta las pasadas elecciones, quieren saber, de una pajolera vez, cu¨¢l es el proyecto econ¨®mico del partido para la regi¨®n. La gente est¨¢ harta de proclamas anticapitalistas, de historias melodram¨¢ticas sobre la explotaci¨®n del trabajador y de las imputaciones al Gobierno de UCD (que no son gratuitas), que hablan de abandonismo, estrategias partidistas, etc¨¦tera. La gente quiere saber, dentro de la razonable econom¨ªa de mercado que ha aprobado el PSOE en su programa, cu¨¢l es el proyecto de la FSA para la destrozada econom¨ªa de nuestra regi¨®n, c¨®mo se explotan nuestros recursos energ¨¦ticos y qui¨¦n disfruta de sus beneficios, qui¨¦n se aprovecha del valor a?adido de nuestros productos agr¨ªcolas cuando son transformados en otras regiones por falta de una infraestructura adecuada en Andaluc¨ªa. La clase media andaluza, amplia, generosa y con una capacidad de resignaci¨®n impresionante, quiere saber si el PSOE andaluz tiene previsto un programa de inversiones a largo plazo para la regi¨®n, as¨ª como las personas capaces de llevarlo a cabo en una futura opci¨®n de gobierno socialista. La gente quiere saber si el PSOE andaluz-FSA puede presentar soluciones viables para que un sevillano que quiera ir a Almer¨ªa no tenga que pasar por Madrid como ¨²nica condici¨®n para ahorrar varias horas en el viaje; o que para ir de C¨¢diz a Huelva se vea obligado a pasar por Sevilla.
El ciudadano corriente y moliente y todos los miles d¨¦ andaluces que est¨¢n parados, en la miseria y en la desesperaci¨®n, no est¨¢n de acuerdo con la pol¨ªtica de parcheo de los subsidios de paro como ¨²nica meta para salir al frente de una situaci¨®n dram¨¢tica. Y muchos andaluces no parados, que son conscientes de pagar con sus impuestos a estos parados, quieren saber si el subsidio de paro es una escuela de par¨¢sitos y un medio para hacer de la picaresca una fuente de ingresos, acudiendo a chapuzas y a pluriempleos.
Ser¨ªa muy importante que el PSOE, en su versi¨®n de la Federaci¨®n Socialista de Andaluc¨ªa, dijera de una vez si los miles de parados andaluces pueden ser un buen recurso para atender servicios municipales abandonados, o si, forzosamente, los trabajadores -que seguro no deben desear esta situaci¨®n- deben permanecer inactivos y sin control. Inhibirse de este problema, que roe como un c¨¢ncer las arcas del pa¨ªs, por creer que al tomar medidas para su soluci¨®n se va contra la clase trabajadora, es, aparte de demag¨®gico, un bumerang que puede volverse contra el PSOE, no s¨®lo disminuyendo su numeroso sector de simpatizantes, sino restando votos en las pr¨®ximas elecciones, lo que es m¨¢s grave, ya que con ello disminuir¨¢n las posibilidades de una verdadera alternativa de gobierno socialista que hoy desean tantos espa?oles.
En lo social, el PSOE andaluz y el de todo el pa¨ªs tendr¨¢ que decidir, de una vez, si el gran espectro de la clase media (profesionales, funcionarios, etc¨¦tera) va a seguir ostentando casi una condici¨®n de invitado en la militancia del partido, con cierta reticencia por parte de los sectores obreristas (aunque esta situaci¨®n, afortunadamente, tiene cada vez menos incidencia), o, si, a nivel del esp¨ªritu de la organizaci¨®n, la integraci¨®n de esta clase media va a ser definitiva e importante. La mayor¨ªa de este sector espera del socialismo andaluz un programa de transformaciones sociales que lo hagan protagonista de la vida ciudadana en mayor medida que hasta ahora. Y no por la v¨ªa del privilegio, sino porque proporcionalmente. este es el grupo m¨¢s numeroso en el espectro sociol¨®gico de la regi¨®n andaluza, y, para colmo de los merecimientos, la clase social que tradicionalmente ha sido la m¨¢s sacrificada.
En otras regiones, la clase media se ha organizado hasta el punto de alcanzar una notable influencia como grupo de presi¨®n o por v¨ªa de participaci¨®n directa, pero en Andaluc¨ªa no ha ocurrido lo mismo. El hist¨®rico caciquismo de una clase de se?oritos, por una parte, y el protagonismo de un proletariado desenga?ado, por otra, han sometido a la clase media andaluza a sacrificios que rara vez reconoci¨® ning¨²n Gobierno, incluyendo el de UCD, y que hoy debe asumir el socialismo humanista del ¨²ltimo congreso del PSOE, ya que este partido parece el m¨¢sadecuado para encauzar el problema de estos andaluces.
Si el PSOE andaluz (FSA) no sale al frente de esta y otras cuestiones de inter¨¦s en su pr¨®ximo congreso del mes de diciembre se habr¨¢ perdido una ocasi¨®n excepcional para la regi¨®n y tambi¨¦n empezar¨¢ a perderse, cosa que debe tenerse muy en cuenta, la alternativa socialista para el gobierno andaluz. Por el contrario, s¨ª los objetivos empiezan a lograrse pacientemente y con serenidad, con una pol¨ªtica conjunta FSA-Junta de Andaluc¨ªa, una pol¨ªtica partidaria y no partidista, integradora y no excluyente, liberal y no dogm¨¢tica, de puertas abiertas y no de cabildeos familiares (por muy ilustres que sean los apellidos de algunos nuevos socialistas andaluces, hoy en cargos de gran responsabilidad regional), si esto se consigue, el congreso andaluz es posible que logre algo que empieza a ser imprescindible en el panorama de la pol¨ªtica nacional: que la gente sencilla que bosteza de aburrimiento y decepci¨®n vuelva a prestar atenci¨®n a la pol¨ªtica de los hechos cotidianos. Porque el despertar de este inter¨¦s es lo ¨²nico que puede salvar a la democracia, por la que tantos espa?oles luchamos en otro tiempo con consecuencias desagradables de las que no vale la pena pasar factura, con tal que todo se d¨¦ por bien sufrido.
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