Victoria p¨ªrrica de Joaqu¨ªn Leguina en el PSOE de Madrid tras la ruptura del ala izquierda

El economista Joaqu¨ªn Leguina, concejal de Hacienda del Ayuntamiento madrile?o, ocupa desde ayer la secretar¨ªa general del PSOE de Madrid, con el 27% de los votos del mismo. Este es el resultado del congreso celebrado durante el fin de semana y la madrugada del lunes por la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, caracterizado por una gran dureza. El secretario general saliente, Alonso Puerta, intent¨® sin ¨¦xito la reelecci¨®n, pese a que su gesti¨®n anterior habla recibido noventa votos a favor y 6.000 en contra, y el ala izquierda sufri¨® una espectacular ruptura interna, perdiendo la posibilidad de obtener la direcci¨®n del partido, que estuvo al alcance de su mano.

Los socialistas madrile?os produjeron seis o siete intentos de pacto y preacuerdos en menos de catorce horas, los cuales fueron sucesivamente rotos por quienes acababan de negociarlos. La jornada del domingo y la madrugada del lunes fue calificada de ?ejercicio absoluto de la democracia interna? por unas fuentes, y de ?situaci¨®n ca¨®tica?, por otras. Centenares de personas discutieron en la sala del congreso, los pasillos, el vest¨ªbulo e incluso en la calle; hubo un marem¨¢gnum de reuniones y, a veces, los intentos de pacto se efectuaron en presencia de los periodistas e incluso de cualquier ciudadano que hubiera empujado la puerta de la calle, por supuesto no controlada por nadie, si le hubiese apetecido presenciar el espect¨¢culo.Felipe Gonz¨¢lez, que lleg¨® a la sede del congreso a las seis y media de la tarde del domingo -con la te¨®rica intenci¨®n de pronunciar el discurso de clausura-, se top¨® con la situaci¨®n antes descrita y tuvo dificultades para encontrar un despacho vac¨ªo donde aguardar la decisi¨®n de si interven¨ªa o no ante el congreso. ?No, si a m¨ª me basta cualquier rinc¨®n?, dec¨ªa el l¨ªder socialista al secretario de organizaci¨®n, Manuel Abej¨®n, que colaboraba en la b¨²squeda de sitio. Por fin, Felipe Gonz¨¢lez pudo hablar con un discurso de circunstancias, en el que procur¨® dejar claro que la nueva direcci¨®n, fuera la que fuere, ser¨ªa respetada por la ejecutiva federal. Al mismo tiempo se pregunt¨® si no habr¨ªa manera de aprobar alg¨²n d¨ªa unos estatutos que valgan para diez a?os, como llamada general a la responsabilidad.

Febriles negociaciones

Felipe Gonz¨¢lez fue bastante aplaudido, pero la realidad es que su intervenci¨®n cambi¨® poco el curso de los acontecimientos.

A la vista de la situaci¨®n, Felipe Gonz¨¢lez se march¨® discretamente. Luis G¨®mez Llorente acudi¨® tambi¨¦n al congreso, donde aconsej¨® a sus supuestos partidarios -el sector cr¨ªtico- una soluci¨®n de s¨ªntesis y, si no fuera posible, el mantenimiento del pacto tercera v¨ªa-sector cr¨ªtico, que funcion¨® durantejas asambleas, previas Al congreso extraordinario del PSOE. No obtuvo ¨¦xito en sus gestiones, entre otras razones porque declin¨® el ofrecimiento de encabezar la candidatura como secretario general, y se march¨® por donde hab¨ªa venido.

Cay¨® la noche, se entr¨® en la madrugada y, minutos antes del cierre del plazo de candidaturas, el ala izquierda -Colectivo Socialista- celebr¨® una asamblea paralela al congreso, en que se lleg¨® a una total ruptura interna. Los m¨¢s radicales, dirigidos por Carlos L¨®pez Ria?o, mantuvieron hasta el final una candidatura propia. De esta forma se rompi¨® el llamado Colectivo Socialista, el sector m¨¢s a la izquierda del PSOE de Madrid.

Tres listas

Cerrado el plazo de candidaturas, a las dos y media de la madrugada del lunes, quedaron presentadas tres listas, dirigidas, respectivamente, por Joaqu¨ªn Leguina (moderados), Alonso Puerta (tercera v¨ªa) y Carlos L¨®pez Ria?o (Colectivo Socialista). Apareci¨® tambi¨¦n una cuarta lista, con Manuel de la Rocha -hombre pr¨®ximo a Luis G¨®mez Llorente- como candidato a secretario geneical, en un intento de conjugar a la tercera v¨ªa y al sector menos radicalizado de los cr¨ªticos; pero De la Rocha se retir¨® inmediatamente, y s¨®lo quedaron las tres candidaturas explicadas con anterioridad.

A¨²n se produjo un hecho verdaderamente curioso en un congreso como ¨¦ste, y es que el presidente de la mesa -Modesto Noya, candidato en la lista del Colectivo Socialista- rechaz¨® la presentaci¨®n de la candidatura de Alonso Puerta, por haber sido entregada ocho minutos fuera de plazo. En medio del cansancio y de la tensi¨®n nerviosa de aquellos momentos, parte del congreso presion¨® para revocar la decisi¨®n de la mesa, y esta ¨²ltima no dio por presentada la candidatura de la tercera v¨ªa hasta que una votaci¨®n nominal de los congresistas ech¨® abajo su anterior decisi¨®n,

En estas circunstancias, los candidatos a secretario general desfilaron por la tribuna para defender sus respectivas posiciones. La sesi¨®n se convirti¨® en un conjunto de ataques pol¨ªticos, en el que todos procuraron demostrar que los malos eran los otros y que, en realidad, nadie est¨¢ limpio de pecado. L¨®pez Ria?o (Colectivo Socialista) protest¨® de que puedan darse congresos como ¨¦ste, donde ?entramos derechos y salimos partidos?; Leguina autoproclam¨® su candidatura como la ¨²nica coherente y dijo que la lucha por el poder es leg¨ªtima, pero que no lo es tratar de romper el partido -?algunos compa?eros creen que sus ambiciones pasan por encima del partido y de la sociedad?-, y Alonso Puerta asegur¨® que ?aqu¨ª no hay posturas virginales?, y que el rechazo a la gesti¨®n de la anterior ejecutiva afectaba por igual a miembros de otras candidaturas, que hab¨ªan participado en etapas anteriores de la Federaci¨®n Madrile?a. A su vez, augur¨® un negro futuro a la UGT madrile?a, cuyos problemas son ?grav¨ªsimos?, seg¨²n Puerta.

Realizada la votaci¨®n y el correspondiente escrutinio, la lista de Joaqu¨ªn Leguina logr¨® alrededor de 2.500 votos, mientras la de Alonso Puerta obten¨ªa 2.400, y la del Colectivo Socialista se situaba en los 1.800 votos, adem¨¢s de un millar de votos en blanco y otro millar de abstenciones. La candidatura ganadora contiene, adem¨¢s de Joaqu¨ªn Leguina, los nombres de Feliciano P¨¢ez (presidente), Jos¨¦ Acosta (vicesecretario general), Luis P¨¦rez (relaciones pol¨ªticas), Virgilio Cano (organizaci¨®n), Julio Rodr¨ªguez (estudios y programas), Enrique Gom¨¢riz (formaci¨®n), Reyes Mate (medios de comunicaci¨®n), Juan Barranco (secretario general), entre otros, todos ellos del sector moderado.

Situaci¨®n inestable

Las consecuencias pol¨ªticas de este congreso trascienden las fronteras del PSOE madrile?o. Al frente de este ¨²ltimo queda ahora, con menos de un tercio de los votos, el sector que ha venido sufriendo sistem¨¢ticas derrotas durante este a?o, pero que es observado con buenos ojos por la ejecutiva federal. El presidente de la Diputaci¨®n de Madrid, Carlos Revilla, se ha visto arrastrado por la impotencia de la tercera v¨ªa, al haberse presentado en la lista de Alonso Puerta, y este ¨²ltimo no s¨®lo ha perdido la secretar¨ªa general, sino que su puesto de teniente de alcalde y portavoz socialista en el Ayuntamiento puede verse condicionado por la presencia de uno de sus enemigos ?hist¨®ricos?, Juan Barranco, en la secretar¨ªa municipal de la Federaci¨®n Madrile?a.

Por otra parte, los hombres m¨¢s pr¨®ximos a Luis G¨®mez Llorente -Enrique Moral, Manuel de la Rocha- han fracasado en el intento de convertirse en soluci¨®n, y el Colectivo Socialista, que aportaba la mayor parte de las bases del sector cr¨ªtico, sale muy dividido.