El campe¨® de Espa?a de caza empez¨® como furtivo
Jos¨¦ Mar¨ªa Berlanga es el nuevo campe¨®n de Espa?a de caza menor con perro. Tiene 34 a?os y es guarda del leona en el coto social de Ronda-El Burgo, en M¨¢laga. Caza desde los ocho a?os, su primera escopeta la compr¨® clandestinamente y fue cazador furtivo. Ahora, tras su victoria, no espera nada; ni siquiera que le reciba Benito Castej¨®n, porque dijo: ??Qui¨¦n es ¨¦se??.
El campeonato de Espa?a de caza menor con perro fue uno de los m¨¢s pobres en caza de cuantos se han celebrado. En total se mataron 62 perdices, 44 conejos y tres palomas. Berlanga, despu¨¦s de haberse proclamado campe¨®n, reconoci¨® la equivocaci¨®n federativa de haber dispuesto que la prueba se celebrara en Las Palmas: ?Yo nunca habr¨ªa tra¨ªdo el campeonato a Canarias, sencillamente porque no hay caza. Los perros sufrieron lo indecible por el calor y por la falta de agua, adem¨¢s de por la dureza del terreno; acabaron con las patas ensangrentadas. Veo que la Federaci¨®n no cuenta para nada con los cazadores.?Pese a la carencia de caza, Berlanga abati¨® seis perdices -?Tres eran de granja?-, cinco conejos y una paloma. En total dispar¨® diecis¨¦is cartuchos. El pr¨®ximo a?o tendr¨¢ oportunidad de disparar m¨¢s, porque el campeonato se celebrar¨¢ en Ciudad Real; al d¨ªa siguiente, el presidente de la Federaci¨®n tiene previsto dar una cacer¨ªa. Berlanga semuestra esc¨¦ptico: ??La cacer¨ªa para qui¨¦n, para los presidentes provinciales o para los cazadores??
Uno de los m¨¦ritos contra¨ªdos por Berlanga en su victoria es que lleg¨® al campeonato sin apenas entrenamiento: ?S¨®lo particip¨¦ en los concursos provinciales y regionales. No pude cazar por mi cuenta ning¨²n d¨ªa; a lo sumo una hora un par de d¨ªas.? A su favor tuvo el duro terreno canario. Est¨¢ acostumbrado a subir donde s¨®lo las cabras de las sierras malacitanas pueden. Doce veces acompa?¨® a cazadores que dispon¨ªan de permiso para abatir cabras y siempre cobraron una pieza.
Antes de ser guarda del Icona cazaba furtivo. ?Pocas veces me sorprendieron?, dice; ?lo primero que hay que hacer es ir siempre solo; luego hay que tener en cuenta los movimientos del guarda, y, por ¨²ltimo, si te agarran, no enfrentarte nunca a la autoridad para, al menos, evitar la denuncia. ? Berlanga antes de ser guarda trabajaba en el campo; tambi¨¦n vend¨ªa las piezas que cazaba. Icona fue quien se interes¨® por sus servicios porque era m¨¢s rentable tenerle dentro de la ley. No vislumbra soluci¨®n al problema de la caza mientras no se controlen, de alguna manera, las piezas que se abaten. Por ¨¦l, quedar¨ªa suprimido el ojeo, ?porque eso es asesinar y si hay gente mayor que quiere cazar todav¨ªa, que ande m¨¢s despacio, pero que ande, porque la caza es ejercicio, es buscar la pieza, no que te la env¨ªen para asesinarla?.
Berlanga fue el que m¨¢s piezas mat¨® en el campeonato, pero no el que m¨¢s perdices abati¨®. Los conejos le dieron el campeonato porque una perdiz m¨¢s que ¨¦l cazaron Manuel Migueles, Angel Ruiz y Pedro Hern¨¢ndez, representante de Tenerife, que qued¨® en segundo lugar gracias a que se desestim¨® una denuncia en el sentido de que hab¨ªa realizado tres disparos consecutivos cuando s¨®lo est¨¢n permitidos dos. De haber prosperado hubiera significado su descalificaci¨®n, por lo que el subcampe¨®n hubiera sido Jos¨¦ Mar¨ªa Arranz, excelente cazador ma?o que, a?o tras a?o, y por decisiones federativas, siempre queda relegado a un segundo plano. Esta vez interesaba que un representante canario quedara bien clasificado para, al menos, justificar el porqu¨¦ de haber llevado el campeonato a las islas, ya que siempre la Federaci¨®n dijo que los cazadores canarios est¨¢n en desventaja.
Clasificaci¨®n del campeonato
1, Jos¨¦ Mar¨ªa Berlanga, de M¨¢laga: seis perdices, cinco conejos y una paloma; 2, Pedro Hern¨¢ndez, de Tenerife: siete, tres y una; 3, Jos¨¦ Mar¨ªa Arranz, cuatro y seis; 4, Manuel Migueles, de Orense: siete y uno; 5, Leonardo Requena, de Albacete: tres y siete; 6, Angel Ruiz, de Santander: siete; 7, Rodolfo de Assas, de Madrid: seis y uno; 8, Jos¨¦ del Pino, de Las Palmas: tres y cinco; 9, Miguel Jim¨¦nez, de Almer¨ªa: tres y cuatro; 10, Benito Hern¨¢ndez, de Valladolid: cuatro y dos; 11, Jes¨²s Llorente, de Palencia: cinco; 12, Guillermo Amengual, de Baleares: dos y dos; 13, Pablo Maestre, de Alicante: tres; 14, Hip¨®lito V¨¢zquez, de Badajoz: una y tres; 15, Ferm¨ªn Chivite, de Navarra: una y tres; 16, Juan Pi?ol, de L¨¦rida: dos conejos y una paloma.
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