Agresiones y defensa personal
Los abajo firmantes nos encontr¨¢bamos el pasado d¨ªa 15 en el teatro Mart¨ªn asistiendo al ¨²ltimo acto de la semana cultural que all¨ª se celebr¨® con motivo del V Congreso de CNT. Cuando ya nos dispon¨ªamos a salir nos sorprendi¨® un gran vocer¨ªo en la calle; en seguida supimos de qu¨¦ se trataba: un grupo de personas no identificadas hab¨ªan abierto la cabeza a porrazos a un asistente al acto que tuvo la ?desfachatez? de aventurarse solo hasta el Metro. Inmediatamente, los componentes del servicio de seguridad del teatro, con improvisados instrumentos de defensa, salieron tras los agresores y anduvieron vigilando la zona. Reconocieron a dos individuos, ?preguntos? componentes de la banda agresora, los cuales, al verse sorprendidos, esgrimieron sendas armas de fuego.Los hechos narrados forman parte de una inquietante secuencia que ha venido sucedi¨¦ndose desde el inicio del V Congreso de CNT, y cuyos hitos m¨¢s destacados, am¨¦n de los antes expuestos, han sido el apu?alamiento, al grito de ??Viva Cristo rey! ?, de un afiliado a CNT, en el momento en que iba a coger el Metro de Tribunal, y el corte de pelo, con paliza incluida, a que han sido sometidos algunos traseuntes varones, en lugares pr¨®ximos al teatro Mart¨ªn y al metro de Tribunal.
Toda esta triste realidad, que ha sido censurablemente silenciada, incluso por la propia CNT, a la que, hacemos extensiva nuestra protesta, tuvo como colof¨®n la detenci¨®n de cuatro componentes del servicio de seguridad del teatro Mart¨ªn, a los que les ha sido aplicado el decreto ley Antiterrorista.
No entendemos la detenci¨®n de estos muchachos, a los que adem¨¢s se les aplica un decreto antiterrorista, cuando los agresores, los que
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recurren a delitos de sangre y coacciones para imponer sus ideas pol¨ªticas a¨²n andan libremente sembrando el miedo.
Entendernos que si la pol¨ªcia no aparece oportunamente cuando hechos como los relatados tienen lugar, los ciudadanos tienen que defenderse de alg¨²n modo, y entendernos que el que hace uso de este derecho no puede ser castigado como injustamente lo han sido estos muchachos.
y once firmas m¨¢s
Madrid
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