El nuevo golpe afgano parece respaIdado por la URSS
Un golpe de Estado, encabezado por el ex ministro Babrak Karmal, derroc¨® ayer a Hafizullah Amin, presidente de Afganist¨¢n. En un mensaje difundido por radio, el nuevo jefe de Estado, tras felicitarse de la ?derrota del r¨¦gimen fascista de Amin?, prometi¨® el ?restablecimiento de las libertades democr¨¢ticas para los pueblos afganos, excarcelaci¨®n de los presos pol¨ªticos, trabajo para todos los parados y buenas relaciones con todos los paises vecinos? (Ir¨¢n, Pakist¨¢n y la URSS).
Babrak Karmal solicit¨® con especial ¨¦nfasis en su alocuci¨®n transmitida por Radio Kabul, el apoyo al nuevo r¨¦gimen ?de todos los musulmanes de cualquier secta, de los cl¨¦rigos, soldados, tribus, funcionarios, intelectuales y trabajadores en general?.A pesar de la inmediata imposici¨®n del toque de queda, intensos tiroteos se registraron ayer por la noche en el centro de Kabul, tomado por los carros de combate, y en la carretera que conduce de la capital al eropuerto.
En ulteriores boletines informativos, la radio de la capital afgana inform¨® que el golpe fue dirigido por el Partido Democr¨¢tico Unido Afgano (comunista), que hab¨ªa llevado al poder al Consejo Revolucionario de la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Afganist¨¢n, cuya composici¨®n no ha sido dada a conocer. A continuaci¨®n, la emisora difundi¨® marchas militares.
Puente a¨¦reo sovi¨¦tico
Aproximadamente 48 horas antes de producirse el golpe de Estado, la Uni¨®n Sovi¨¦tica hab¨ªa organizado un puente a¨¦reo masivo entre Tashkent, capital de la Rep¨²blica de Uzbekia y un lugar pr¨®ximo a Kabul, que facilit¨® el transporte de varios miles de soldados del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico a Afganist¨¢n.
Aunque se ignora el n¨²mero exacto de militares transportados por los doscientos vuelos de aviones de carga Antonov veintid¨®s, fuentes diplom¨¢ticas occidentales aseguran que entre 1.500 y 5.000 soldados sovi¨¦ticos fueron enviados esta semana al aeropuerto de .Kabul y a la base a¨¦rea militar de Bagram, situada a unos ochenta kil¨®metros de la capital afgana.
Las mismas fuentes afirman que con anterioridad a este nuevo desembarque de tropas de la URSS entre 2.400 y 4.800 fusileros sovi¨¦ticos montaban la guardia en la base de Bagram. Unos 1.500 t¨¦cnicos militares y civiles atend¨ªan el mantenimiento de los aviones y material b¨¦lico y unos 2.000 consejeros asesoraban a los afganos en diversos organismos ministeriales.
Otras informaciones recogidas en c¨ªrculos diplom¨¢ticos y de refugiados de Islamabad indican que ?gran n¨²mero? de oficiales sovi¨¦ticos de alta graduaci¨®n llegaron a Afganist¨¢n a principios de semana con el prop¨®sito aparente de coordinar la actividad de los asesores y t¨¦cnicos sovi¨¦ticos que ya resid¨ªan o acababan de llegar al pa¨ªs.
El lunes por la tarde, la carretera que conduce del aeropuerto a Kabul fue cerrada al tr¨¢fico por el Ej¨¦rcito afgano para dejar paso a una larga caravana de autom¨®viles, aparentemente ocupados por oficiales sovi¨¦ticos que se dirig¨ªan a las zonas donde estaban acuarteladas las fuerzas militares de la URSS.
El departamento de Estado norteamericano se?al¨® el mi¨¦rcoles que, adem¨¢s de enviar tropas al interior del pa¨ªs, la URSS hab¨ªa estacionado entre tres y cinco divisiones de 10.000 hombres cada una en su frontera con Afganist¨¢n.
Todas estas informaciones fueron desmentidas categ¨®ricamente ayer por la URSS. Fuentes del Ministerio sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, tras negar el transporte masivo de tropas y material b¨¦lico a Kabul o Bagram, calificaron de ?invenciones? las revelaciones estadounidenses.
Junto con EE UU, China Popular manifest¨® tambi¨¦n estos ¨²ltimos d¨ªas su preocupaci¨®n ante el incremento de la presencia militar sovi¨¦tica en Afganist¨¢n. Incluso fuentes oficiales de Pek¨ªn hab¨ªan se?alado a principios de semana que preve¨ªan una intervenci¨®n militar directa de la URSS en los asuntos internos de Afganist¨¢n.
Dos movimientos guerrillerosmusulmanes, Jamiat Islami y Hezbe Islami, reaccionaron en Teher¨¢n e Islamabad, respectivamente, al anuncio del golpe de Estado. Un portavoz del primero calific¨® al nuevo hombre fuerte, de ?agente directo de la URSS?, y un dirigente del segundo coment¨® en la capital paquistan¨ª que Barbrak Karmal no modificar¨¢ la pol¨ªtica represiva de su predecesor.
Algunos observadores apuntan que, al resultar el r¨¦gimen de Amin incapaz de hacer frente a la rebeli¨®n musulmana extendida por la mitad del pa¨ªs, los sovi¨¦ticos han decidido ?tomar cartas en el asunto? e intentar pacificar Afganist¨¢n.
El derrocado presidente Amin desplaz¨® del poder hace tres meses al anterior jefe de Estado, Nur Mohamed Taraki, que gozaba de la confianza de Mosc¨². Amin, sin embargo, no cambi¨® un ¨¢pice la pol¨ªtica represiva de su predecesor, de cara a la sublevaci¨®n isl¨¢mica.
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