Detenidos dos falsos etarras que hab¨ªan cobrado cinco millones de "impuesto revolucionario"

Inspectores de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid lograron la detenci¨®n de Francisco Mart¨ªn ,Nieto, de 32 a?os, y de Jos¨¦ Ram¨®n Llorente L¨®pez, de veintisiete, quienes tres meses antes, haci¨¦ndose pasar por miembros de la organizaci¨®n ETA, obtuvieron cinco millones de pesetas de un industrial madrile?o, en concepto de ?impuesto revolucionario?, bajo amenazas de muerteSe da la circunstancia de que el primero de los detenidos, Mart¨ªn Nieto, era uno de los hombres de confianza del citado industrial, cuyo nombre, por razones de seguridad y de prestigio, fue ocultado por la polic¨ªa.

El caso ahora esclarecido se inici¨® en el mes de septiembre, cuando en la casa del industrial se recibi¨® una llamada an¨®nima de alguien que asegur¨® pertenecer a ETA, exigiendo un ?impuesto revolucionario ? de cinco millones. El an¨®nimo comunicante aseguraba que matar¨ªa a su mujer y a su hija si no entregaba la citada cantidad a trav¨¦s de un motorista de la empresa, en el paseo de Coches del Retiro, a una hora determinada.

El aludido industrial puso en manos de uno de sus hombres de confianza, el ahora detenido Mart¨ªn Nieto, los cinco millones y le encarg¨® que los entregase siguiendo las instrucciones.

Antes de que los inspectores de la polic¨ªa, informados posteriormente del hecho, pudieran montar un servicio adecuado, Mart¨ªn Nieto acudi¨® al Retiro con la citada suma. M¨¢s tarde, declar¨® a la polic¨ªa que una persona desconocida le hab¨ªa abordado en el cruce de las calles Alfonso XII y Cuesta de Moyano y, tras subirse en la moto que conduc¨ªa, le oblig¨® a dirigirse a la calle de Santa Isabel, donde le despoj¨® del dinero.

Seg¨²n informa oficialmente la polic¨ªa, a pesar de la aparente l¨®gica de lo relatado por Mart¨ªn Nieto, tres meses despu¨¦s del hecho, inspectores del cuerpo lograron las pruebas suficientes para demostrar que ¨¦ste hab¨ªa actuado en complicidad con Jos¨¦ Ram¨®n Llorente, amigo suyo, los cuales hab¨ªan actuado del modo explicado, ya que atravesaban una mala situaci¨®n econ¨®mica. Ambos detenidos atravesaban un mal momento, siempre seg¨²n la polic¨ªa, y decidieron dar el golpe. Los dos explotaban en sociedad el club Equilibrio, de Valencia, regentado por Llorente. Mart¨ªn llevaba trabajando en la empresa del industrial objeto del supuesto ?impuesto revolucionario? m¨¢s de cinco a?os y gozaba de la plena confianza de aquel. Era uno de los mejores vendedores de la empresa.