Sobre leninismo

En la cr¨®nica que sobre el congreso constituyente del Partido Comunista de Andaluc¨ªa apareci¨® en la p¨¢gina 14 de EL PA?S, en su edici¨®n del pasado martes d¨ªa 18, se me alude. atribuy¨¦ndome err¨®neamente determinadas connotaciones ideol¨®gicas, que estimo podr¨ªan resultar perjudiciales para el partido y para mi propia imagen dentro y fuera del mismo. Por consiguiente, y con ¨¢nimo de restablecer la verdad. deseo hacer constar lo siguiente:1. Que, a pesar del respeto que me merece el leninismo como aportaci¨®n te¨®rica al desarrollo del marxismo y como pr¨¢ctica pol¨ªtica muy concreta en la historia del movimiento obrero, a pesar del respeto que me merecen quienes dentro o fuera del PC se definen como leninistas, es absolutamente falso que yo haya sido defensor del leninismo (y mucho menos ?apasionado?), ni en el IX Congreso del PCE ni en ninguna otra parte.

2. Que, mucho antes de que en el PC se comenzara a hablar de una posible redefinici¨®n ideol¨®gica, ya en 1972-1973, Mauricio P¨¦rez, en la Universidad de Halle, y yo mismo en la de Leipzig, trabaj¨¢bamos sobre el tema, llegando ambos a la conclusi¨®n (obviamente m¨¢s dif¨ªcil de sostener en la RDA que en otros sitios) de que el t¨¦rmino ?marxismo-leninismo? designaba un corpus te¨®rico limitativo y excluyente en relaci¨®n a la complejidad del acervo marxista en su desarrollo hist¨®rico y que, por consiguiente, no conven¨ªa para inspirar (excluyendo o limitando) la pr¨¢ctica pol¨ªtica de los comunistas en una sociedad fruto de un desarrollo hist¨®rico paralelo.

3. Que en el IX Congreso del PCE, y en la conferencia regional de Andaluc¨ªa que le precedi¨®, lo que s¨ª defend¨ª fue posponer para mejor ocasi¨®n, tras un amplio debate, la toma de una decisi¨®n que -aun estando de acuerdo con lo esencial de su contenido- entend¨ªa motivada por una mera interpretaci¨®n de las ?exigencias? de la coyuntura pol¨ªtica y, en todo caso, precipitada.

4. Que, en cuanto a la expresi¨®n de que para el comit¨¦ central del PCA he sido ?sustituido por Francisco Dur¨¢n?, debo decir que, cuando menos, la considero poco decorosa. Francisco Dur¨¢n, a quien, al paso, aprovecho para felicitar fraternalmente desde estas l¨ªneas, no necesita ?sustituir? a nadie para estar en el comit¨¦ central. Lo est¨¢ por el voto libre de un congreso que, en atenci¨®n a sus m¨¦ritos, decidi¨® confiarle esa responsabilidad. Finalmente, el hecho de que yo no resultara elegido se debe, con toda probabilidad, no a causas ideol¨®gicas, sino a la circunstancia de hallarme residiendo transitoriamente fuera de Andaluc¨ªa por motivos profesionales.

(miembro del secretariado del comit¨¦ provincial de C¨¢diz- del PCA. Ex miembro del comit¨¦ regional de Andaluc¨ªa del PCE)