Jos¨¦ Subir¨¢: un pol¨ªgrafo musical
El triunfo, como tantas veces en la vida intelectual espa?ola, comenz¨® con una derrota. Cuando Subir¨¢, antes de cumplir los cuarenta, opta a la C¨¢tedra de Historia de la M¨²sica en el Conservatorio, es derrotado por unanimidad, seg¨²n ¨¦l mismo dec¨ªa. Ten¨ªa sobre la espalda una carga considerable de estudios y actividades: piano, armon¨ªa, composici¨®n, derecho, periodismo, creaci¨®n literaria y musicogr¨¢fica.Su primer libro en este aspecto data de 1907 (Bach-Beethoven- Wagner), pero antes hab¨ªa comentado conciertos y hab¨ªa dictado lecciones para la Universidad Popular y diversas asociaciones obreras. Pues Subir¨¢ tuvo siempre un pensamiento social avanzado y, en cierto sentido, intent¨® por su cuenta una labor paralela a la realizada en Catalu?a por los ap¨®stoles,sociales de la m¨²sica.
La derrota por unanimidad de 1921 aviva su vocaci¨®n: el music¨®grafo, de modo autodidacta, decide convertirse en music¨®logo. El cuarto de trabajo de Subir¨¢ se llena de Fichas minuciosas y los d¨ªas del investigador se hacen noche en los archivos parroquiales, en los fondos de las bibliotecas Nacional o Municipal, en los legados de la casa de Alba. El prestigio de Subir¨¢ se extiende por el mundo y su presencia en congresos internacionales o su colaboraci¨®n en diccionarios, enciclopedias, anales e historias es reclamada desde Francia o Alemania, Inglaterra o Italia.
La aparici¨®n, a partir de 1928, de su inmensa obra sobre La tonadilla esc¨¦nica despierta no pocas pol¨¦micas, ya que cr¨ªticos del prestigio de Adolfo Salazar desprecian la misma materia investigada y publicada. Trifulca in¨²til, ya que Subir¨¢ se enfrentaba con un pasado espa?ol real que hist¨®ricamente no cab¨ªa desconocer y que est¨¦ticamente ven¨ªa abonado por las zarzuelas de un Barbieri y las Goyescas y tonadillas de un Granados. La r¨²brica definitiva la da Manuel de Falla en su tonadillero tercer tiempo del Concerto, l¨ªnea que prolongar¨¢n, cada uno a su modo, Ernesto Halffter y Joaqu¨ªn Rodrigo,principalmente.
Otra fecha: el descubrimiento de la ¨®pera de Calder¨®n y Juan Hidalgo Celos, aun del aire, matan, cuyo manuscrito incompleto guardaba la casa de Alba. Revisado por Subir¨¢, se publica en 1933 en su pr¨®logo y acto primero. El resto, hallado en la Universidad de Evora (Portugal), fue ultimado en 1965.
Imposible seguir la fecunda labor de Subir¨¢ ni comentar aportaciones tales como el cat¨¢logo musical de la Biblioteca Nacional, el de la Municipal, la historia. del teatro del Real Palacio y del teatro Real, el estudio sobre Iriarie y el mel¨®logo, las varias historias de la m¨²sica espa?ola, el conjunto de Temas musicales madrile?os o los miles de escritos aparecidos en diarios y revistas con la firma de Subir¨¢ o de los distintos seud¨®nimos que usara: Jes¨²s A. Rib¨®, Rosa I. Jub¨¦s, Mauricio Puig, Ixi¨®n y El bachiller Orfeo.
Esto sin olvidar la labor composicional (obras originales, transcripciones, arreglos, armonizaciones, instr¨²mentaciones) o la de promoci¨®n y educaci¨®n.
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