Pol¨¦mica en Fuerteventura por la creaci¨®n de un campo de tiro
Una circular de la Capitan¨ªa General de Canarias, que prohibe la entrada a todos aquellos majoreros que no tengan parcelas en producci¨®n en un terreno de 47 kil¨®metros cuadrados, destinados a un campo de defensa nacional, o campo de tiro, en la isla de Fuerteventura, ha provocado una pol¨¦mica entre las fuerzas pol¨ªticas que se oponen a esta ubicaci¨®n y los que no tienen inconveniente en que se destinen a tal fin.
La misma circular militar. dirigida al alcalde del Ayuntamiento de Pajara -municipio donde se encuentran estos terrenos-, prohibe la puesta en producci¨®n de nuevas cosechas y la entrada se limita exclusivamente a aquellos agricultores que tienen que recoger las sembrada con anterioridad a esta orden,Esta pol¨¦mica no es nueva. Desde el a?o 1972, antes de llegar el tercio Don Juan de Austria a la isla majorera, t¨¦cnicos militares hab¨ªan pensado en esta zona del archipi¨¦lago para emplearla como campo de tiro para todas las fuerzas militares de la regi¨®n. El coronel de la Legi¨®n nos manifest¨®, desde un punto de vista estrictamente militar, que los terrenos ?no tienen inter¨¦s tur¨ªstico, ni agr¨ªcola?, y que si bien se quiere relacionar con la presencia de los legionarios en la isla, nada tiene que ver ?porque es un viejo problema que se ha ido pasando de alcalde en alcalde, hasta que ahora el expediente se ha sacado del caj¨®n donde se encontraba olvidado?.
La fuerza pol¨ªtica que se opone radicalmente a su puesta en marcha es Asamblea Majorera, que controla el cabildo de la isla y gran parte de los municipios de Fuerteventura. entre ellos el de Pajara. que es el afectado. El presidente de la entidad insular. Gerardo Mesa, declar¨® a EL PAIS que ?su puesta en servicio es contraproducente, ya que, de existir alg¨²n recurso escaso en Canarias, este es el suelo, el espacio f¨ªsico y s¨®lo por su condici¨®n de isla, si no atendiendo tambi¨¦n a la demograf¨ªa actual, con su previsible crecimiento?.
Un gran polvor¨ªn
El presidente del Cabildo Insular de Fuerteventura piensa tambi¨¦n que un campo de tiro y maniobra de estas condiciones, con sus 47 millones de metros cuadrados, aparte de bloquear e impedir el uso de los recursos colectivos del territorio incluido, genera efectos negativos sobre un ¨¢rea mucho m¨¢s amplia, que hipoteca el futuro de una gran parte de la poblaci¨®n majorera. ?Adem¨¢s?. a?adi¨® el se?or Mesa, ?si alg¨²n d¨ªa entramos en la OTAN. ese campo de entrenamiento ser¨¢ utilizado por todas las fuerzas integrantes en el pacto atl¨¢ntico y Fuerteventura se convertir¨ªa en un gran polvor¨ªn de municiones sof¨ªsticadas.?Las razones que manifiestan los t¨¦cnicos militares para su ubicaci¨®n es que esta isla es la m¨¢s despoblada del archipi¨¦lago canario y que esos terrenos no sirven para nada, mientras que el dirigente de Asamblea Majorera afirma que ?si no sirven, si est¨¢n despoblados, es por la pol¨ªtica que las islas mayores han ejercido sobre las menores?, y que ?all¨ª bien pueden construirse desde f¨¢bricas de cementos hasta cualquier otra que genere puestos de traba ' jo?.
En UCD hay disparidad de criterios. Mientras que los senadores por Fuerteventura y La Palma, se?ores S¨¢nchez Vel¨¢zquez y Acenk Galv¨¢n, se oponen a su construcci¨®n, el alcalde ucedista de Puerto del Rosario, Mat¨ªas Gonz¨¢lez, que se ha opuesto en otras ocasiones a la presencia de la Legi¨®n, dijo a este peri¨®dico que el ?asunto se ha desorbitado y est¨¢ siendo utilizado demag¨®gicamente?. A?adi¨® que ?un campo de maniobras es necesario en Canarias, y esta es la zona m¨¢s id¨®nea para ello, pues all¨ª llueve y no crece la hierba, es in lugar totalmente inh¨®spito, adem¨¢s, es una zona alejada de n¨²cleos urbanos?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.