Representantes de las principales fuerzas pol¨ªticas y profesionales debaten el Estatuto de RTVE
La extensi¨®n del monopolio estatal sobre la televisi¨®n y posibilidad de existencia de televisiones privadas, la composici¨®n del futuro consejo de administraci¨®n de RTVE, el perfil del futuro director general y el continuismo o no de Fernando Arias Salgado al frente de RTVE fueron objeto, ayer noche, de un debate sobre el Estatuto jur¨ªdico de Radiotelevisi¨®n, a los dos d¨ªas de ser sancionado por el Rey y publicado en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.
Luis Apostua, diputado de UCD; Pedro Bofill, diputado del PSOE; Pilar Brabo, diputada del PCE; Antonio de Senillosa, diputado de CD; Jos¨¦ Folguera, del Comit¨¦ Central del PTE, y Juan Luis Cebri¨¢n, director de EL PAIS, intervinieron en el debate, presidido y moderado por Antonio Moraleda, en representaci¨®n del Club Cultura y Sociedad, entidad organizadora del acto.Jos¨¦ Folguera dijo que lo m¨¢s importante consist¨ªa en cerciorarse de si el Estatuto garantizar¨¢ el cambio de las actuales estructuras ,y personas que rigen RTVE, el cambio de los productos que llegan a la audiencia y la no privatizaci¨®n de la radiotelevisi¨®n. L¨ªneas que no quedan garantizadas por el texto del Estatuto, en opini¨®n del representante del partido extraparlamentario, y para lo cual hubiera sido necesaria la presencia de representantes de los trabajadores del medio en el consejo de administraci¨®n. Manifest¨® su desacuerdo con el Estatuto porque no se garantiza la no injerencia del Gobierno y multinacionales.
Antonio de Senillosa aludi¨® al ?tufillo nacionalsindicalista? que impregnaba, como convino en calificar las ¨²ltimas leyes emanadas del Parlamento y puso de manifiesto que la intenci¨®n del Estatuto es dar paso a ?otra televisi¨®n que no sea s¨®lo un monopolio en manos del Gobierno?. Manifest¨® la oposici¨®n de su grupo al nombramiento del director general por parte del Gobierno, a que los miembros del consejo de administraci¨®n sean elegidos por, mayor¨ªa de dos tercios (en vez de por mayor¨ªa simple, como, propugn¨® su grupo) y su desacuerdo con la ambigua definici¨®n del monopolio estatal, siendo partidario de la existencia de televisiones privadas.
Pilar Brabo mencion¨® que su grupo fue el primero en presentar un proyecto de ley y manifest¨®, que el texto no dejaba abierta la puerta a la posibilidad de televisiones privadas por m¨¢s que el ministro de Cultura hiciese declaraciones en sentido contrario. La diputada comunista calific¨® la forma de composici¨®n del cons ejo de administraci¨®n y designaci¨®n del director general como ?f¨®rmulas rocambolescas? y expres¨® la voluntad y creencia de que es posible la profesionalizaci¨®n del medio y la realizaci¨®n de programas de calidad, mencionando, entre otras reservas al texto, las insuficientes competencias atribuidas a las comunidades aut¨®nomas.
Pedro Bofill record¨® que su grupo hab¨ªa presentado enmienda a la totalidad al primitivo texto gubernamental, y dijo que el prop¨®sito del Estatuto es conseguir una RTVE que, en cuanto servicio p¨²blico. sea ?pluralista, democr¨¢tica, libre, descentralizada, abocada a la cultura, un instrumento al serivicio de la sociedad y no del Gobierno ni de los partidos pol¨ªticos, un instrumento de reflexi¨®n y no de confusi¨®n?. En opini¨®n del diputado socialista, se abre el camino a la profesionalizaci¨®n. ?Queremos?, dijo, ?despolitizarla y que no sea el cauce para que los partidos entren a saco en Televisi¨®n y suceda como en Italia.? Se?al¨® el tinte progresista del pre¨¢mbulo y critic¨®, entre otros puntos, el nombramiento del director general por parte del Gobierno, los l¨ªmites impuestos al derecho de rectificaci¨®n, y la escasa participaci¨®n de trabajadores y audiencia. ?No es el Estatuto id¨®neo?, concluy¨®, ?pero representa un salto cualitativo. ?
Luis Apostua se?al¨®, en primer lugar, que el Estatuto es el Estatuto del Gobierno y de UCD, por ser quienes lo propusieron e impulsaron, pero que, en otra medida, no lo es, porque ha sido ?una de las piezas legislativas m¨¢s discutidas en la ponencia, que lleg¨® a introducir cambios procedentes de los puntos de vista de los otros partidos. Se trata de una obra colectiva que estoy seguro ayudar¨¢ mucho a los espa?oles?. El diputado centrista calific¨® de muy positiva la sola existencia de la ley frente a la anom¨ªa y vac¨ªo legislativo anterior. y ensalz¨® los ¨®rganos de control que se establecen tanto en el orden presupuestario como parlamentario y la vertebraci¨®n de los ¨®rganos rectores del ente p¨²blico.
Juan Luis Cebri¨¢n se?al¨® la importancia sociopol¨ªtica de la Radiotelevisi¨®n en cuanto medio de difusi¨®n. ?La clase pol¨ªtica est¨¢ muy interesada por acceder al poder que representa?, dijo, y se?al¨® que el debate se inscrib¨ªa en otro m¨¢s amplio: en el de si la informaci¨®n es un servicio p¨²blico o un derecho de los ciudadanos, por m¨¢s que, en este caso, se utilice un bien p¨²blico que no es propiedad de nadie, como son las ondas o el aire. En su opini¨®n, el Estatuto no consagra el monopolio estatal, y afirm¨® que, en este sentido, ?la propiedad privada no es imposible? en el futuro, y puso como ejemplo la interpretaci¨®n jur¨ªdica del Estatuto que el propio ministro de Cultura ofreci¨® en reiteradas declaraciones en favor de la posibilidad de televisiones privadas. El se?or Cebri¨¢n dijo que, a la postre, TVE es tambi¨¦n actualmente ?una televisi¨®n, en gran parte, en manos de la iniciativa privada, sometida a la publicidad de las multinacionales y a la comercializaci¨®n de productos derivados de la programaci¨®n que enriquecen a particulares. ?El Estatuto garantiza un poco m¨¢s la autonom¨ªa pol¨ªtica, pero se corre el peligro de multiplicar la censuras por el n¨²mero de partidos pol¨ªticos?. Manifest¨® que el Gobierno se asegura la mayor¨ªa absoluta en el consejo de administraci¨®n y que todo queda supeditado a la voluntad de cambio del Gobierno y de los partidos. ?El resultado final radica en la calidad del producto. Desde que muri¨® Franco la televisi¨®n sigue siendo igual?. Y puso, finalmente, el ¨¦nfasis en el hecho de que es en la voluntad pol¨ªtica de cambio, m¨¢s que en textos legales, donde reside ahora la posibilidad de democratizar o no la televisi¨®n.
Durante el turno de preguntas por parte de los asistentes, Pedro Bofill expres¨® que su grupo no elegir¨¢ los miembros del consejo de administraci¨®n entre parlamentarios, sino entre profesionales, y que se negociar¨¢ el nombramiento del director general para que re¨²na las condiciones de un profesional con credibilidad para el partido, con garant¨ªas para cambiar el medio y que aplique el Estatuto. Pilar Brabo, por el PCE, expuso criterios similares sobre el perfil del futuro director general y, al igual que Pedro Bofill, manifest¨® su m¨¢s absoluta negativa a la continuidad de Fernando Arias-Salgado.
Un mando intermedio de RTVE, militante socialista, pregunt¨® a Juan Luis Cebri¨¢n si con el Estatuto estar¨ªa en grado de garantizar una televisi¨®n independiente de la misma forma que ha sido capaz de crear y dirigir un diario independiente. El se?or Cebri¨¢n respondi¨®: ?No quiero enjuiciar EL PAIS, que no es obra de un director, sino fruto del esfuerzo colectivo de mucha gente. Si en RTVE coinciden la voluntad de una empresa de crear una televisi¨®n independiente y el esfuerzo de los trabajadores, si se produce la voluntad de cambio del Gobierno y partidos, entonces cualquier profesional enterado e interesado, de los cientos que hay en este pa¨ªs, es capaz de garantizar una televisi¨®n independiente.?
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