3.000 millones de deuda p¨²blica dependen del voto afirmativo de UCD

El pr¨®ximo mes de febrero ser¨¢n presentados al pleno los presupuestos ordinario y extraordinario de la Diputaci¨®n. La novedad en este caso radica en que el presidente de la comisi¨®n de Hacienda, Jos¨¦ Borrell, ha optado por la v¨ªa del endeudamiento, mediante una emisi¨®n de deuda p¨²blica de 3.000 millones de pesetas. Decisi¨®n facilitada por la buena situaci¨®n financiera de la Diputaci¨®n. Actualmente, la Diputaci¨®n est¨¢ endeudada en un 6,70% de su capacidad. Es decir, que de cada cien pesetas disponibles, 6,70 se destinan a pagar deudas. El porcentaje es bajo, por lo que la emisi¨®n de deuda citada no significar¨ªa ninguna carga pesada.Para la aprobaci¨®n del presupuesto extraordinario son necesarios los votos de los dos tercios de la Corporaci¨®n, y aqu¨ª surge el posible obst¨¢culo de UCD. Un diputado ucedista coment¨® a EL PAIS hace pocos d¨ªas que no pretenden obstaculizar nada, pero que si siguen sin resolverse sus peticiones de participar en los ¨®rganos de gesti¨®n de la Diputaci¨®n, UCD podr¨ªa impedir la aprobaci¨®n del presupuesto extraordinario ?como medio extremo, pero necesario, para hacer constar nuestra protesta?.

El se?or Borrell espera que no se adopte esa actitud obstruccionista, y considera que el problema, en su vertiente pol¨ªtica, consiste en la disyuntiva de los ucedistas de admitir una operaci¨®n que va a generar unos beneficios pol¨ªticos que ser¨¢n capitalizados mayoritariamente por la izquierda.

De los 3.000 millones de emisi¨®n de deuda, mil ¨® 1.500 ir¨ªan a reforzar el plan de cooperaci¨®n de obras provinciales. Otros quinientos se destinar¨ªan a mejorar la red de carreteras provinciales, y los restantes, a diversos campos de actividades.

Una vez aprobado por el pleno, el presupuesto extraordinario habr¨¢ que enviarlo a la Direcci¨®n General de R¨¦gimen Financiero de las Corporaciones Locales, de donde pasar¨¢ al comit¨¦ interministerial que controla las emisiones de valores de renta fija. Una vez con el visto bueno de ambos organismos, el problema es que lo califiquen como computable a nivel regional. Es decir, los bancos y cajas de ahorro tienen obligatoriamente que suscribir un determinado ¨ªndice de obligaciones y podr¨ªan hacerse cargo de la emisi¨®n. Si no es computable, los bancos pierden inter¨¦s, y entonces hay que buscar inversores privados, lo que presenta mayores dificultades. Un largo camino burocr¨¢tico, pues, del que depende en gran parte la satisfacci¨®n de necesidades tan primarias para los pueblos.