Los toros en Madrid, a merced de Berrocal
La Diputaci¨®n no ha sido consecuente con su pol¨ªtica taurina
Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Berrocal pide un margen de confianza: ?Que no me critiquen de antemano, sino cuando ya haya organizado la temporada, en el caso de que lo haga mal.? Tiene ese margen de confianza el consejero delegado de Taurina Hispalense, como lo tuvo su antecesor, Diodoro Canorea. Al parecer, hay, sin embargo, molestias en uno y en otro, sencillamente porque se han seguido de cerca sus actuaciones en relaci¨®n con el arrendamiento de Las Ventas, e incluso han cre¨ªdo ver en ello posturas personalistas.
En este aspecto, Canorea ha sido el m¨¢s sensible, y quiz¨¢ no sea por mala voluntad, sino porque no ha entendido muy bien el fondo de la cuesti¨®n. Nadie ha querido ?echarle? de Las Ventas, ni, por supuesto, la Diputaci¨®n, que siempre le trat¨® con comprensi¨®n y generosidad.Pensamos que ni siquiera la Diputaci¨®n ha estado a la altura de las circunstancias. Hab¨ªa -y, lamentablemente, a¨²n hay- un pliego de condiciones engendrado por la Diputaci¨®n anterior que dispar¨® el arrendamiento de la plaza a una cifra prohibitiva, mientras dejaba a la afici¨®n madrile?a y a la fiesta misma a merced de los efectos negativos que la defensa de los intereses empresariales pod¨ªa producir.
Si el empresario ejecutaba, punto por punto, el pliego de condiciones, no hab¨ªa m¨¢s que decir, pero estaba clara la imposibilidad de hacerlo que produc¨ªa el incumplimiento de contrato y conduc¨ªa a la rescisi¨®n autom¨¢tica del mismo. Aparec¨ªa entonces la gran ocasi¨®n para que la Diputaci¨®n, con vista y eficacia, corrigiera los errores de su antecesora. Se trataba, no de eliminar a Canorea, sino de redactar un nuevo pliego.
Entre las muchas ocasiones que ha tenido este invierno la Diputaci¨®n, la del pleno del pasado lunes fue de oro. Producido el incumplimiento, pod¨ªa sacar la plaza a concurso e imponer las condiciones que se contienen en su magn¨ªfico proyecto de pol¨ªtica taurina que aprob¨® el pasado diciembre, o negociar ¨¦stas con el propio Canorea, el cual seguramente las habr¨ªa aceptado a cambio de ver suavizados unos compromisos econ¨®micos que no pod¨ªa afrontar, si no era mediante la enajenaci¨®n de sus poderes en la sociedad que le ha respaldado.
Lo que se ha hecho, no obstante, es exactamente lo contrario de cuanto propugnaba la mencionada pol¨ªtica de la corporaci¨®n. Quedan intactas las condiciones del pliego, y en el mayor desamparo, por tanto, la fiesta de toros en Madrid, que ser¨¢, exactamente, lo que Mart¨ªn Berrocal quiera que sea. Los proyectos del nuevo empresario son adecuados a la explotaci¨®n masiva del coso, pero se refieren, principalmente, a zarzuela, variedades, boxeo, f¨²tbol-sala (f¨²tbol-plaza, le llama), etc¨¦tera, mientras en lo que se refiere a toros tiene anunciado que montar¨¢ las mismas corridas que en la temporada ¨²ltima, o a¨²n menos. En definitiva, ser¨ªa el colmo (pero no nos asombrar¨ªa en absoluto) que la utilizaci¨®n menor de la plaza de toros fuera a ser, a partir de ahora, precisamente para los espect¨¢culos taurinos.
Las razones de los diputados de UCD, positivas y que afectaban al fondo del problema, no pudieron prosperar ante la estrategia pol¨ªtica y triunf¨® la postura del PCE, apoyada por el PSOE, la cual, caso curioso, en nada tiene de af¨ªn con el acertado plan de pol¨ªtica taurina que el propio Luis Larroque, diputado comunista, hab¨ªa sometido a la aprobaci¨®n del pleno de diciembre. Este cambio de actitud es incomprensible. Podr¨ªa ahora la Diputaci¨®n compensarlo con la subvenci¨®n de las novilladas de los jueves, como Larroque declar¨® a EL PAIS, y otras acciones para promocionar la fiesta. Si es que tal promoci¨®n interesa a los se?ores diputados, porque a¨²n no lo han demostrado.
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