Los campesinos adoptaron una actitud pac¨ªfica durante la ocupaci¨®n
Durante las horas de la ocupaci¨®n hasta que intervinieron las autoridades guaternaltecas e irrumpieron en el propio despacho del embajador espa?ol, los campesinos hab¨ªan adoptado una actitud pac¨ªfica, mostrando desde el recinto diplom¨¢tico grandes pancartas en las que expresaban sus revindicaciones. Reivindicaciones campesinas Entre las reivindicaciones planteadas por los campesinos estaba la exigencia de la creaci¨®n de una comision que investigara ?la represi¨®n militar? que ejerce el Gobierno de su pa¨ªs en la zona de Quich¨¦, fronteriza con M¨¦xico. Ped¨ªan que de esa comisi¨®n formaran parte profesores universitarios, estudiantes, estamentos de la prensa nacionial, religiosos y entidades de car¨¢cter cristiano. Asimismo, una portavoz de los campesinos hab¨ªa dicho, desde la propia embajada, que aceptar¨ªan que esa misma comisi¨®n actuara de mediadora para resolver el conflicto creado por la ocupaci¨®n de la sede diplom¨¢tica espa?ola. Los campesinos que ocuparon la embajada espa?ola y que posteriormente murieron con los diplom¨¢ticos pertenecen a un gru po de unos cuatrocientos que desde hace una semana permanec¨ªan en la capital guatemalteca para de nunciar las acciones represivas del Ej¨¦rcito en la zona de Quich¨¦. En tre los actos reivindicativos que emprendieron hab¨ªan estado las ocupaciones sucesivas de escuelas y emisoras de radio, desde las que transmit¨ªan sus denuncias. No pu dieron ocupar, sin embargo, la sede de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Al parecer, el asalto policial a la eifibajada espa?ola, en la que se hab¨ªan encerrado los campesinos con sus rehenes, lo hicieron las fuerzas armadas guatemaltecas sin la ayuda del Ej¨¦rcito. El director general de la Polic¨ªa ofreci¨® anoche, a trav¨¦s de Radio Nacional de Espa?a, una versi¨®n de los hechos que difiere bastante de otros testigos, entre ellos el propio embajador espa?ol. Dijo textualmente el jefe de la polic¨ªa guatemalteca que ?un grupo de hombres armados tom¨® la embajada, y al aviso que se nos diera de que hab¨ªan tomado la embajada un grupo de gente armada, acudimos, y cuando vieron que empezaban a llegar las fuerzas de seguridad hicieron explosionar algunas bombas dentro de la embajada. Luego se supo que el coctel molotov que caus¨® el incendio hizo explosi¨®n cuando la polic¨ªa golpe¨® y derrib¨® la puerta del despacho de M¨¢ximo Cajal. El jefe de la polic¨ªa se?al¨® que el asalto campesino hab¨ªa comenzado a las once de la ma?ana. A pesar de que en las pancartas que desplegaban los campesinos aclaraban que proced¨ªan del mismo grupo de Chiqu¨¦ que desde hac¨ªa quince d¨ªas deambulaba por la capital guatemalteca, el director de la polic¨ªa declar¨® desconocer el origen de los asaltantes. A la hora en que hizo sus declaraciones, las cinco en Guatemala, el jefe de la Polic¨ªa estimaba que todos los ocupantes de la embajada, rehenes y campesinos, hab¨ªan fallecido, excepto el embajador. Luego ¨¦ste explicar¨ªa que eran en,tre treinta y cuarenta personas las que estaban con ¨¦l en su despacho. Entre ellas hab¨ªa mujeres, algunas de ellas muyj¨®venes, seg¨²n se supo por el testimonio de quienes hablaron con ellas durante la ocupaci¨®n. La portavoz de los campesinos, en concreto, parec¨ªa una chica extremadamente joven, seg¨²n quienes pudieron conversar con ella telef¨®nicamente. Fue esta joven la que expuso las reivindicaciones de sus compa?eros y las condiciones en virtud de cuyo cumplimiento dejar¨ªan libres a los rehenes.
Los campesinos adoptaron una actitud pac¨ªfica durante la ocupaci¨®n
(Viene de primera p¨¢gina)
Durante las horas de la ocupaci¨®n hasta que intervinieron las autoridades guaternaltecas e irrumpieron en el propio despacho del embajador espa?ol, los campesinos hab¨ªan adoptado una actitud pac¨ªfica, mostrando desde el recinto diplom¨¢tico grandes pancartas en las que expresaban sus revindicaciones.
Reivindicaciones campesinas
Entre las reivindicaciones planteadas por los campesinos estaba la exigencia de la creaci¨®n de una comision que investigara ?la represi¨®n militar? que ejerce el Gobierno de su pa¨ªs en la zona de Quich¨¦, fronteriza con M¨¦xico. Ped¨ªan que de esa comisi¨®n formaran parte profesores universitarios, estudiantes, estamentos de la prensa nacionial, religiosos y entidades de car¨¢cter cristiano. Asimismo, una portavoz de los campesinos hab¨ªa dicho, desde la propia embajada, que aceptar¨ªan que esa misma comisi¨®n actuara de mediadora para resolver el conflicto creado por la ocupaci¨®n de la sede diplom¨¢tica espa?ola.
Los campesinos que ocuparon la embajada espa?ola y que posteriormente murieron con los diplom¨¢ticos pertenecen a un gru po de unos cuatrocientos que desde hace una semana permanec¨ªan en la capital guatemalteca para de nunciar las acciones represivas del Ej¨¦rcito en la zona de Quich¨¦. En tre los actos reivindicativos que emprendieron hab¨ªan estado las ocupaciones sucesivas de escuelas y emisoras de radio, desde las que transmit¨ªan sus denuncias. No pu dieron ocupar, sin embargo, la sede de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA).
Al parecer, el asalto policial a la eifibajada espa?ola, en la que se hab¨ªan encerrado los campesinos con sus rehenes, lo hicieron las fuerzas armadas guatemaltecas sin la ayuda del Ej¨¦rcito. El director general de la Polic¨ªa ofreci¨® anoche, a trav¨¦s de Radio Nacional de Espa?a, una versi¨®n de los hechos que difiere bastante de otros testigos, entre ellos el propio embajador espa?ol.
Dijo textualmente el jefe de la polic¨ªa guatemalteca que ?un grupo de hombres armados tom¨® la embajada, y al aviso que se nos diera de que hab¨ªan tomado la embajada un grupo de gente armada, acudimos, y cuando vieron que empezaban a llegar las fuerzas de seguridad hicieron explosionar algunas bombas dentro de la embajada. Luego se supo que el coctel molotov que caus¨® el incendio hizo explosi¨®n cuando la polic¨ªa golpe¨® y derrib¨® la puerta del despacho de M¨¢ximo Cajal.
El jefe de la polic¨ªa se?al¨® que el asalto campesino hab¨ªa comenzado a las once de la ma?ana. A pesar de que en las pancartas que desplegaban los campesinos aclaraban que proced¨ªan del mismo grupo de Chiqu¨¦ que desde hac¨ªa quince d¨ªas deambulaba por la capital guatemalteca, el director de la polic¨ªa declar¨® desconocer el origen de los asaltantes.
A la hora en que hizo sus declaraciones, las cinco en Guatemala, el jefe de la Polic¨ªa estimaba que todos los ocupantes de la embajada, rehenes y campesinos, hab¨ªan fallecido, excepto el embajador. Luego ¨¦ste explicar¨ªa que eran en,tre treinta y cuarenta personas las que estaban con ¨¦l en su despacho. Entre ellas hab¨ªa mujeres, algunas de ellas muyj¨®venes, seg¨²n se supo por el testimonio de quienes hablaron con ellas durante la ocupaci¨®n. La portavoz de los campesinos, en concreto, parec¨ªa una chica extremadamente joven, seg¨²n quienes pudieron conversar con ella telef¨®nicamente. Fue esta joven la que expuso las reivindicaciones de sus compa?eros y las condiciones en virtud de cuyo cumplimiento dejar¨ªan libres a los rehenes.
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