El Atl¨¦tico, semifinalista europeo pese a los nervios

El Atl¨¦tico de Madrid alcanz¨® la semifinal de la Copa de Europa al vencer al Fredericia en un encuentro donde los nervios y la responsabilidad fueron protagonistas. Ambos atenazaron seriamente a los rojiblancos, que no alcanzaron ni siquiera un 50% de su juego habitual. Enfrente tuvieron a un equipo que de conjunto tiene lo justo, pues todo se traduce a las genialidades de dos monstruos llamados Hoist y Dahl-Nieisen. Si el Atl¨¦tico hubiera desplegado un poco m¨¢s de su juego habr¨ªa que hablar de paliza europea, porque su superioridad, pese a todo, fue evidente en todo momento.Quiz¨¢ la mejor prueba de ese atenazamiento que protagoniz¨® los sesenta minutos de partido, salvo raras actuaciones espor¨¢dicas, fuese el hecho de que el primer gol del encuentro lleg¨® cuando ya iban transcurridos seis minutos y medio. Despu¨¦s, por ejemplo, a los quince minutos, el marcador tan s¨®lo registraba un 3-3. No es ninguna exageraci¨®n decir que salvo en algunos minutos del segundo tiempo, el Atl¨¦tico de ayer no lleg¨® nunca a encontrarse a s¨ª mismo, pero su clara superioridad, como queda dicho, le permiti¨® dar este paso.

Los dos equipos fueron mejores en defensa -ambos en 0-6- que en ataque, porque es en esta faceta donde m¨¢s se acusan los nervios. El Atl¨¦tico no encontr¨® su verdadera 'disciplina de juego a la hora de atacar y fue el contraataque su principal arma para desarbolar la ordenada, dura y eficaz defensa danesa. Por su parte, los daneses alternaron su ataque en 4-2 y 5-1, ya que alternativamente colocaban uno o dos pivotes. De cualquier forma, era f¨¢cil darse cuenta de que no ten¨ªan ni ideas ni imaginaci¨®n ofensivas y todo lo supeditaban a las genialidades de esos dos jugadores ya citIdos que lanzaban el bal¨®n a puerta con una velocidad endiablada y una enorme precisi¨®n. Esto llev¨® a Juan de Dios Rom¨¢n, t¨¦cnico rojiblanco, a colocar a De la Puente en defensa individual sobre Dahl-Nielsen, mientras los otros cinco permanec¨ªan en l¨ªnea. Este cambio fue fundamental para que, por fin, se produjese el despegue definitivo del campe¨®n espa?ol.