Felipe Gonz¨¢lez: "El Estatuto de Centros Docentes, un escollo en la profundizaci¨®n de la democracia"

(Viene de primera p¨¢gina.)

Neg¨® asimismo que las posiciones socialistas se inspiren en el estatalismo -? Es absolutamente indigno que quienes han servido durante cuarenta a?os al totalitarismo nos acusen ahora de eso?-, y afirm¨® que la libertad que se difiende es aquella que est¨¢ recogida expresamente en el art¨ªculo 27 de la Constituci¨®n. Se mostr¨® especialmente cr¨ªtico al referirse a los 100.000 millones de pesetas que los centros privados reclaman como subvenci¨®n del Estado y atac¨® duramente a los autores del proyecto de Estatuto de Centros Docentes, por intentar que a trav¨¦s del mismo los propietarios de los centros puedan ?manipular las conciencias de los alumnos con la imposici¨®n del ideario, y hacerlo, encima, con el dinero de todos?.

? Nosotros no queremos una escuela para hacer marxistas ni para hacer liberales?, agreg¨® G¨®mez Llorente. ?Nosotros no queremos seguir un camino que abre el foso entre diversas clases de espa?oles desde la primera infancia; no queremos que nos hagan socialistas desde las escuelas, sino hombres con capacidad cr¨ªtica, con imaginaci¨®n, y con solidaridad.?

?Nosotros no tenemos una clientela burguesa que exija esa ficci¨®n del cheque escolar, que no es otra cosa que la forma vergonzante de UCD para establecer la financiaci¨®n de toda clase de centros privados con el dinero p¨²blico, y que responde a los editoriales de la prensa confesional? (y en este punto atac¨® expresamente al diario Ya). ?Nosotros, porque no estamos ligados a la derecha, exigimos prioridades en el reparto de los fondos p¨²blicos y que no haya barrios sin guarder¨ªas o deficientes mentales sin escolarizar, antes que atribuir subvenciones del Estado a toda clase de centros privados, y nos negamos igualmente a que haya un fray Fulano o una sor Mengana que, como titulares de los centros docentes, tengan capacidad ?limitada de contratar y despedir profesores y de imponer a los alumnos su propio ideario. ?

Tanto las intervenciones de Felipe Gonz¨¢lez como las de Luis G¨®mez Llorente fueron acogidas con grandes aplausos, y especialmente la ¨²ltima se vio interrumpida una veintena de veces por las ovaciones del p¨²blico. Con anterioridad, otros oradores hab¨ªan igualmente hecho exposiciones sobre el tema de referencia. Ciriaco de Vicente, miembro de la ejecutiva socialista, afirm¨® que ?nos encontrarnos en una etapa restrictiva de los derechos ciudadanos, que afecta no s¨®lo a la educaci¨®n, sino a la sanidad y a otros muchos temas?.

Joaqu¨ªn Leguina, secretario general de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, record¨® la vieja frase de que este pa¨ªs parece destinado a ir tras los cl¨¦rigos con la estaca o con el incensario; ?Ni lo uno ni lo otro?, dijo, ?estamos, como socia listas, a favor de la fuerza de la raz¨®n y en contra de la raz¨®n de la fuerza?. En este sentido dijo que algunos se han cre¨ªdo que cambiar la escuela es atentar contra los derechos de las personas, plantea miento que calific¨® de intolerable. Ofreci¨® datos sobre la falta de escolaridad en la provincia de Madrid y anunci¨® que gracias a los proyectos gubernamentales en materia de ense?anza, 20.000 ni?os quedar¨¢n sin escuela el pr¨®ximo a?o.

Por su parte, el secretario general de la UGT de ense?anza, Manuel Gracia, desmenuz¨® el proyecto de Estatuto de Centros Docentes y asegur¨® que supone el fin de la libertad de c¨¢tedra, la configuraci¨®n de los directores de centros corno ?comisarios pol¨ªticos de UCD en las escuelas? y se pregunt¨® qu¨¦ tendr¨¢ que ver la titularidad de los centros -?padre prior o particular correspondiente ?- en los sistemas de evaluaci¨®n de los alumnos.

El acto se desarroll¨® en medio de un clima claramente contrario a la filosof¨ªa gubernamental sobre la ense?anza. Mientras tanto, los asistentes comentaban con extra?eza que el Palacio de los Deportes de Madrid no se hubiera llenado tanto como ellos esperaban.