El cultivo extratemprano, una agricultura de vanguardia en medio del subdesarrollo
El cultivo extratemprano en Andaluc¨ªa es hoy el contrapunto a un campo que tradicionalmente ha sido v¨ªctima del latifundio y el abandono. Los hombres que trabajan para este tipo de cultivo son en su mayor¨ªa agricultores andaluces, afincados desde hace tiempo en esta tierra, a los que las asociaciones de productores agrarios (APA) y el r¨¦gimen cooperativo han abierto un nuevo horizonte, aunque todav¨ªa totalmente desordenado. Una de estas asociaciones de productores, Hortamar, agrupa el trabajo de 114 socios, agricultores de Roquetas, en Almer¨ªa, donde el cultivo extratemprano va tomando r¨¢pidamente un auge impensable hace cuatro a?os.?El principal problema con el que nos encontramos en estos momentos es el caos absoluto que reina en el mercado interior. Mientras el Ministerio de Agricultura y el de Comercio sigan siendo vasos comunicantes para asuntos econ¨®micos, es decir, mientras el Ministerio de Agricultura siga siendo un c¨¢ntaro con un agujero en el fondo, sin autonom¨ªa total, los agricultores seguiremos siendo trabajadores del campo mientras estemos en el surco y comerciantes cuando intentamos comercializar nuestros productos?, dice Antonio Hurtado, agricultor y director de Hortamar, una de las seis APA que funcionan hoy en Almer¨ªa.
Esta asociaci¨®n, que vende sus productos tratando directamente con los exportadores, desde Valencia a Canad¨¢ y Africa del Sur, tuvo el p asado a?o un volumen de negocio cercano a los trescientos millones de pesetas, consecuencia de la comercializaci¨®n de diez millones de kilos de productos. Hortamar naci¨® con una aportaci¨®n inicial de 1,25 pesetas por metro cuadrado de terreno. Esta cantidad la pagaron todos los socios en funci¨®n del terreno que ten¨ªan. Hoy la APA dispone de unas 130 hect¨¢reas en explotaci¨®n, un peque?o mar de pl¨¢stico que cubre los bancales de arena donde se cultivan tomates, berenjenas, jud¨ªas verdes, pimientos o pepinos holandeses. ?Aqu¨ª los agricultores mantenemos una peque?a guerra con el turismo. Las constructoras machacan las zonas de arena que son las ideales para este tipo de cultivo?, se?ala Antonio Hurtado.
?Para el 50% de los productores asociados Hortamar ha supuesto un cambio completo en su forma de concebir la agricultura. Cada socio tiene un voto en la asamblea, no importa que tenga 5.000 o 300.000 metros cuadrados de terreno, y recibe una rentabilidad anual media de doscientas pesetas por metro cuadrado cultivado. La planta cultivada en arena y bajo pl¨¢stico tiene un costo inicial id¨¦ntico al de la cultivada al aire libre, pero se obtiene de ella un rendimiento dos veces superior.?
Desde que esta APA naci¨® como tal, hace dos a?os, se ha tenido que enfrentar a todo tipo de trabas por parte de las autoridades locales , muchas de ellas terratenientes a los que este cultivo supon¨ªa una dur¨ªsima competencia. ?Han pretendido hacernos pagar todo tipo de impuestos de los que, por ley, estamos exentos.? Algunos partidos pol¨ªticos han intentado capitalizar el movimiento cooperativo de los agricultores, aunque no lo han conseguido por el momento . ?Los partidos?, dice Antonio Hurtado, ?desconocen el problema real del campo, sus programas caen en los mismos errores que los programas gubernamentales. ?
Tambi¨¦n entre los propios socios ha habido problemas. Algunos de kilos intentaron comercializar sus productos extratempranos en la alh¨®ndiga de Roquetas o la de Almer¨ªa, aprovechando coyunturas de precios favorables y eludiendo el compromiso adquirido con sus respectivas APA. En Hortamar han sido expulsados alrededor de ochenta socios por actuar de esta manera. ?Muchos agricultores a¨²n no comprenden que lo que ofrece una asociaci¨®n es la estabilidad de precios a lo largo de toda la campa?a, sin peligro de que haya ca¨ªdas en picado.? Hortamar ha previsto fondos de ayuda a posibles desastres climatol¨®gicos o econ¨®micos y dispone tambi¨¦n de c¨¢maras frigor¨ªficas donde poder retener los productos hasta que los precios vuelvan a un cauce competitivo.
?Toda la preocupaci¨®n de las autoridades agr¨ªcolas de este pa¨ªs ha sido durante a?os la de proporcionarnos informaci¨®n parcial y tratar de imitar los sistemas que operan en el Mercado Com¨²n. Sin embargo, as¨ª no vamos a ninguna parte. Estamos hartos que nos hablen de lo que se hace en Francia o en Holanda cuando, nosotros lo hemos comprobado, aqu¨ª sabemos perfectamente cu¨¢l es nuestra capacidad para dar a los mercados europeos lo que piden.?
Para Pedro Valdecantos, responsable dimisionario de la Consejer¨ªa de Agricultura de la Junta de Andaluc¨ªa, el boom del cultivo extratemprano en Andaluc¨ªa tiene serios problemas que comienzan con la desorganizaci¨®n total a que se enfrentan los productores. ?El crecimiento de este tipo de cultivos es desordenado y yo dir¨ªa que irracional. Los intereses andaluces entran en conflicto con los de levantinos y canarios, pero hasta ahora nadie ha tocado la campanilla para sentarnos a una mesa y tratar de solventar nuestras diferencias. Este tema es competencia de la Junta y ella debe ser quien ponga orden.?
La comercializaci¨®n de productos almerienses est¨¢ pr¨¢cticamente monopolizada por los murcianos. A los pl¨¢sticos de Almer¨ªa se enfrentan los del tri¨¢ngulo Sanl¨²car-Rota- Chipiona, en C¨¢diz, y, hasta el momento, nadie ha intentado sentar en una misma mesa para dialogar a los representantes de las diferentes cooperativas. ?Por otra parte?, a?ade Pedro Valdecantos, ?la agricultura andaluza de vanguardia es una fuerza de choque muy potente para el Mercado Com¨²n. Andaluc¨ªa no tiene un solo representante de sus intereses agr¨ªcolas en el Mercado Com¨²n Europeo y cuando hablamos de que en este momento hay t¨¦cnicos franceses que preparan veintisiete tesinas sobre el desarrollo de las ideas agr¨ªcolas en Andaluc¨ªa, debemos pensar tambi¨¦n que para el MCE el volumen de producci¨®n andaluz es un grave peligro.?
El paisaje de pl¨¢stico que se contempla desde la carretera Almer¨ªa-Motril es un buen ejemplo de las posibilidades que los agricultores andaluces han encontrado al cultivo extratemprano. En muchos de estos invernaderos se siembra lo mismo, y en grandes cantidades, que lo que se siembra en C¨¢diz. Nadie regula el tipo de productos que habr¨ªa que desarrollar en cada campa?a para obtener de esta forma una mejor cobertura de las necesidades de los importadores europeos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Constituci¨®n de las Autonom¨ªas
- Infraestructuras agrarias
- Frutas
- Estatutos Autonom¨ªa
- Refer¨¦ndum
- Financiaci¨®n auton¨®mica
- Comunidades aut¨®nomas
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Productos agrarios
- Andaluc¨ªa
- Elecciones
- Espa?a
- Finanzas p¨²blicas
- Agricultura
- Agroalimentaci¨®n
- Finanzas
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia
- Alimentos