Polic¨ªa desarmado reduce a un atracador que se hab¨ªa hecho fuerte en un banco

El sistema de alarma antiatracos, puesto en funcionamiento recientemente por la polic¨ªa madrile?a, permiti¨® ayer la detenci¨®n de tres atracadores que acababan de asaltar una sucursal del Banco de Bilbao en la calle de Toledo y la recuperaci¨®n ¨ªntegra del bot¨ªn, 2.950.000 pesetas. Tan s¨®lo uno de los asaltantes pudo huir.

El suceso ocurri¨® hacia las 9.30 de la ma?ana. Cuatro j¨®venes se personaron en la sucursal bancaria citada, en el n¨²mero 52 de la calle de Toledo. Mientras uno de ellos, con la cara descubierta, vigilaba la entrada, los otros tres, con los rostros ocultos y en las manos dos pistolas y una navaja, informaban a los presentes de que se trataba de un atraco.Todos ellos parec¨ªan estar muy nerviosos, hasta el punto de que el que empu?aba la navaja le pinch¨® varias veces en el muslo al cajero -tuvieron que aplicarle varios puntos de sutura- mientras le conduc¨ªa a la caja fuerte. Dado el sistema de apertura retardada de la cala, hubo que esperar diez minutos hasta que se abri¨® su puerta.

Mientras los atracadores vaciaban el contenido, casi tres millones, en la Direcci¨®n General de Seguridad sonaba la alarma del mecanismo antiatracos. Pocos minutos despu¨¦s, varios coches patrulla estaban a la puerta del banco.

Al parecer, el que vigilaba la puerta fue el que consigui¨® huir en un Ford Fiesta a toda velocidad. Los otros dos fueron reducidos sin que opusieran resistencia. Se trata de Jes¨²s Garc¨ªa, de veintis¨¦is a?os, y Jorge Miguel Gil, de veinticuatro. Llevaban 2.800.000 pesetas en billetes en una bolsa y 150.000 pesetas de moneda fraccionaria en siete sacos. Se les ocup¨® una pistola Astra.

El cuarto asaltante se hizo fuerte, mientras tanto, en el interior del banco. Utilizando a los empleados como rehenes, exig¨ªa un coche en la puerta para poder huir. El cabo primero que mandaba la dotaci¨®n policial decidi¨® finalmente entrar desarmado en el local para convencerle de que se entregase. Mientras el delincuente te enca?onaba, mantuvo con ¨¦l una larga conversaci¨®n, en la que le aconsej¨® que desistiese de su actitud, porque sus compa?eros se hab¨ªan entregado ya, y ¨¦l mismo no ten¨ªa ninguna posibilidad de escapar, ya que el edificio estaba rodeado. Al final, el polic¨ªa consigui¨® hacerse con la pistola que llevaba el delincuente, una Star veintid¨®s, con ocho balas en el cargador y una en la rec¨¢mara. Tambi¨¦n llevaba una navaja. Fue identificado como Enrique Mart¨ªn Manzano, de veinte a?os de edad.