Los liberales de Trudeau ganan la mayor¨ªa absoluta en Canad¨¢

ENVIADO ESPECIAL, El l¨ªder liberal Pierre Elliott Trudeau, sesenta a?os, vuelve a la presidencia de un Gobierno liberal mayoritario en Canad¨¢, tras el plebiscito de los electores que votaron por el regreso al poder del Partido Liberal, despu¨¦s de un corto periodo de nueve meses de Gobierno minoritario conservador, que presidi¨® Joe Clark.

Una vez m¨¢s, la provincia de Ontario, en el centro de Canad¨¢, fue la que bascul¨® el poder entre los liberales y los conservadores. Los liberales obtienen 146 esca?os, lo que supone un avance de 32 puestos parlamentarios en relaci¨®n con las ¨²ltimas elecciones de mayo de 1979. Por el contrario, los conservadores pagan los platos rotos de una gesti¨®n que naufrag¨® en diciembre ¨²ltimo, al rechazar el Parlamento el presupuesto de austeridad econ¨®mica. Quedan con 103 esca?os, perdiendo 33 puestos. El tercer partido pol¨ªtico del Canad¨¢, el Social Dem¨®crata, avanza ligeramente pasando de 26 a 32 sillones en el Parlamento nacional, con sede en Ottawa. Desaparece de la Asamblea el Partido Populista Minoritario del Cr¨¦dito Social y tampoco salen de la sombra los peque?os partidos marginales del Canad¨¢, los comunistas entre ellos.?Bienvenida a los a?os ochenta?, exclam¨® Trudeau ante una masa de seguidores agrupados en una de las salas del Chateau Laurier en Ottawa, al conocer la victoria final en la madrugada del martes. Trudeau, euf¨®rico pero con cara de gran cansancio, confirmaba una de las proezas m¨¢s dificiles de todo hombre pol¨ªtico. Volver al poder incluso despu¨¦s de haber dimitido oficialmente como jefe de fila de los liberales en noviembre ¨²ltimo. Con talla de l¨ªder acostumbrado a los ajetreos del poder -que desempe?¨® como primer ministro liberal durante once a?os consecutivos, desde 1968 hasta primavera de 1979-, Trudeau insisti¨®, mitad en ingl¨¦s mitad en franc¨¦s, en el respeto de las alianzas tradicionales del Canad¨¢: la perteneciencia a la Commonwealth angl¨®fona, la francofon¨ªa, la ONU, la OTAN y Estados Unidos, ?el amigo m¨¢s grande de Canad¨¢?. Peque?a frase que disip¨®, por si hubiera dudas, que Trudeau no piensa alejarse mucho del protectorado de Washington, a pesar de ciertas cr¨ªticas pre electorales contra el primer ministro saliente, Clark, a quien calific¨® en varias ocasiones de demasiado ?pro estadounidense en estos momentos de ambiente de guerra fr¨ªa?.

Trudeau se?al¨®, sin embarg¨®, ?que Canad¨¢ est¨¢ situado entre dos grandes superpotencias, Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica?, marcando un poco la l¨ªnea del deseo del nuevo Gobierno liberal de no ser una simple repetici¨®n de la pol¨ªtica exterior del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter.

Problemas econ¨®micos

Pasada la euforia de una victoria electoral casi sin precedentes en la historia de Canad¨¢, Trudeau formar¨¢ Gobierno durante las pr¨®ximas dos semanas. Se enfrentar¨¢ entonces a la dura realidad de intentar resolver dos problemas que conmueven a los canadienses. La crisis socioecon¨®mica y el futuro de la provincia de expresi¨®n frac¨®fona de Quebec. Para el primer cap¨ªtulo -la econom¨ªa- en Ottawa se denomina ya al Gabinete de Pierre Trudeau como ?el gobierno de los dieciocho cents?. Clara alusi¨®n al impuesto de dieciocho c¨¦ntimos (unas doce, pesetas) al gal¨®n de gasolina, que proclam¨® el ex Gobierno conservador, originando una ola de antipopularidad entre los consumidores canadienses que se resisten a pagar m¨¢s de un d¨®lar (65 pesetas) el gal¨®n de gasolina, lo que equivale a unas dieciocho pesetas el litro de super.Trudeau critic¨® duramente la pol¨ªtica econ¨®mica de los conservadores, pero se guard¨® todo tipo de promesa electoral. Parece evidente que, ante la crisis econ¨®mica que tambi¨¦n afecta a Canad¨¢, a pesar de ser uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo y contar con enormes reservas naturales, los liberales apretar¨¢n los tornillos al consumidor, apoyados en su c¨®moda mayor¨ªa parlamentaria.

?Hay que mantener la unidad de Canad¨¢?, dijo Trudeau en su alocuci¨®n por la victoria electora. Unidad que los liberales esperan conservar ganando con un ?no? la consulta popular que se presentar¨¢ el pr¨®ximo refer¨¦ndum en Quebec, en junio de este a?o. El Partido Nacionalista de Quebec, que preside Ren¨¦ Lev¨¦sque, pide todo lo contrario y solicitar¨¢ un ?s¨ª? de los habitantes de Quebec, para alcanzar un ?estado independiente asociado a Canad¨¢?. Los liberales barrieron literalmente en Quebec, donde consiguieron 74 esca?os, dejando s¨®lo uno para los conservadores. Mayor¨ªa abrumadora que no tiene por qu¨¦ reproducirse necesariamente a nivel de elecciones o refer¨¦ndum regional, donde el Partido Nacionalista de Quebec parece poder aglutinar a los electores, por encima de. creencias ideol¨®gicas. Quebec, dentro de cuatro meses, ser¨¢ la nueva prueba de fuego para el veterano Pierre Elliot Trudeau quien recuper¨® ayer en Ottawa su sill¨®n de primer ministro. ?Puesto en el que no permanecer¨¦ m¨¢s de una legislatura?, prometi¨® Trudeau a sus seguidores que votaron a la figura hist¨®rica del partido por falta de nuevos l¨ªderes que puedan sustituirle. La batalla a la sucesi¨®n en el interior del Partido Liberal canadiense contin¨²a abierta..., excepto si Trudeau reconsidera, una vez m¨¢s, su postura y le coge gusto otra vez al poder.