El PSOE propone potenciar el sector p¨²blico para superar la crisis econ¨®mica
La multiplicaci¨®n de las inversiones p¨²blicas en materia asistencial -sanidad, educaci¨®n, vivienda y ense?anza, b¨¢sicamente- es definida como la v¨ªa id¨®nea para salir de la actual crisis econ¨®mica espa?ola en la Estrategia econ¨®mica socialista, presentada en la noche del pasado martes por el equipo de economistas del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE). El documento -mitad diagn¨®stico, mitad declaraci¨®n program¨¢tica- pretende b¨¢sicamente desvirtuar los planteamientos catastrofistas del Gobierno, su pol¨ªtica y, en definitiva, poner en cuesti¨®n la capacidad del capitalismo espa?ol para superar sus propias contradicciones.
El documento elaborado por los socialistas se abre con una historia-diagn¨®stico de la situaci¨®n critica en que ha desembocado el capitalismo occidental. El origen de la crisis estriba en la coincidencia en el tiempo de inflaci¨®n, recesi¨®n, paro y estancamiento de la inversi¨®n, y sus s¨ªntomas esenciales han sido: crecimiento de los precios, tasas de paro elevadas y crecientes, amplios d¨¦ficit exteriores, fuertes restricciones crediticias y tipos de inter¨¦s muy elevados. ?La habilidad de los defensores del sistema capitalista?, dice el documento, ?estriba, precisamente, en presentar estos s¨ªntomas de la crisis econ¨®mica como causa de la misma, con lo que se evita una interpretaci¨®n de la crisis que refleje las profundas contradicciones del sistema.Esta valoraci¨®n -una de las aportaciones m¨¢s di¨¢fanas del texto- de la crisis se traslada a Espa?a, donde han concurrido otros factores, hasta el punto de determinar que la quiebra del modelo desarrollista del franquismo ha devenido en un incremento sustancial del desempleo en todo el pa¨ªs. Las terap¨¦uticas aplicadas hasta el momento para superar la crisis son criticadas profusamente, indicando, por ejemplo, que ?la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica monetaria restrictiva, con el incumplimiento por parte de UCD de las contrapartidas contenidas en los pactos de la Moncloa, se ha traducido en un agravamiento de la situaci¨®n de los trabajadores, adem¨¢s de en un aumento del paro?.La retirada estrat¨¦gica de la banca privada -abundantemente criticada por los socialistas- de los sectores en crisis se ha visto acompa?ada de una creciente consolidaci¨®n de posiciones del capital multinacional en la industria espa?ola, hasta el punto de que ?se destaca como la principal fuerza ascendente, capaz de imponer nuevas transformaciones e influir decisivamente en la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno?. Por otra parte, la crisis ha provocado una nueva acentuaci¨®n del proceso de concentraci¨®n del capital en la econom¨ªa espa?ola, hasta el punto de que, en 1977, las veinte primeras sociedades an¨®nimas absorb¨ªan el 36% de todo el capital desembolsa,do en las empresas a escala nacional. Frente a esta realidad, los socialistas proponen el desarrollo de una pol¨ªtica de ?progreso al servicio de las clases populares?, cuya condici¨®n prioritaria es la consolidaci¨®n definitiva del proceso democr¨¢tico que haga posible una pol¨ªtica socialista de justicia, igualdad, solidaridad y progreso.
La propuesta socialista para salir de la crisis m¨¢s o menos pormenorizada a lo largo del documento, parte de la consideraci¨®n de que es necesario eludir la ?actual b¨²squeda del ajuste, coyuntural ?. Como v¨ªas generales, los socialistas proponen la intensificaci¨®n de los procesos de negociaci¨®n entre patronal y centrales sindicales (la defensa del acuerdo-marco interconfederal firmado por CEOE y UGT es constante) y la consecuci¨®n de un sistema de planificaci¨®n concertada que abarque tanto los sectores en crisis y proceso de reconversi¨®n como los que constituyan una opci¨®n de futuro para la econom¨ªa espa?ola.
Para salir de la crisis, los socialistas estiman tambi¨¦n ineludible la potenciaci¨®n de un sindicalismo fuerte, con centrales y patronales que adopten el directo protagonis mo de las relaciones laborales, cuyo marco debe ser adecuado a los tiempos actuales, as¨ª como otorgar al poder sindical todas sus posibilidades para ?limitar el hasta ahora omn¨ªmodo poder de decisi¨®n del empresario, introduciendo mecanismos de consulta y negociaci¨®n en terrenos tan decisivos como la inversi¨®n y el destino de los incrementos de productividad?. El documento llama tambi¨¦n la atenci¨®n sobre los peligros que pudieran derivarse de un sindicalismo d¨¦bil que ?tiende a potenciar reivindicaciones inasumibles por el sistema productivo?. En este sentido se insiste en la necesidad de ir hacia una progresiva sustituci¨®n del concepto exclusivo de salario monetario en las reivindicaciones, en beneficio del salario social, en l¨ªnea con lo expresado en el acuerdo-marco.
Reformar la Administraci¨®n
La potenciaci¨®n del sector p¨²blico, en sus diversas modalidades, es, sin duda, el cap¨ªtulo en que m¨¢s han profundizado los autores del documento socialista. El punto de arranque de este relanzamiento de la inversi¨®n p¨²blica se sit¨²a en la necesidad de deslindar progresivamente la actuaci¨®n de la Administraci¨®n y sus entes de los intereses del sector privado, a los que los socialistas consideran que han servido permanentemente. El esfuerzo inversor por parte del Estado requiere la confecci¨®n de un programa concertado, debatido y aprobado en el Parlamento, que defina estos objetivos y prioridades: inversiones que favorezcan la creaci¨®n de puestos de trabajo; programas de actuaci¨®n limitados por la crisis energ¨¦tica; readaptaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola a los cambios y transformaciones de una nueva divisi¨®n internacional del trabajo, de tal forma que el sector p¨²blico contribuya a fomentar un mayor grado de competitividad en los mercados exteriores.
Los socialistas rechazan tambi¨¦n una salida de la crisis basada en supuestos neoliberales que persiguen una privatizaci¨®n del sector p¨²blico en actividades asistenciales -ense?anza, sanidad y vivienda, por ejemplo-, en las que ?la simple actuaci¨®n del mercado no hace sino reproducir las intolerables desigualdades existentes?. Y preconizan un incremento de la participaci¨®n del sector p¨²blico en la formaci¨®n de capital, ?para cumplir los fines de servicio p¨²blico que le son propios y s¨²plir la ca¨ªda de la inversi¨®n privada. Sus objetivos deben ser: movilizaci¨®n de capitales improductivos; crecimiento del empleo; reestructuraci¨®n y conversi¨®n de sectores en crisis; fomento de la competencia en el sector privado; desarrollo de sectores de nueva tecnolog¨ªa punta; desarrollo y mayor equilibrio regional, y mayor flexibilidad de la pol¨ªtica fiscal como instrumento corrector de la coyuntura econ¨®mica.
Como premisa al relanzamiento del sector p¨²blico, los socialistas estiman necesaria la reconversi¨®n de la Administraci¨®n p¨²blica, cuyos objetivos esenciales deben ser: garantizar su neutralidad y aumentar su eficacia. Adem¨¢s, debe adecuarse una articulaci¨®n racional y coherente de la transformaci¨®n de la Administraci¨®n actual, centralizada, a las futuras comunidades aut¨®nomas.
Dentro del cap¨ªtulo de la actuaci¨®n del sector p¨²blico, el documento socialista dedica especial atenci¨®n a la realizaci¨®n de un programa de equipamientos colectivos, cuyo horizonte est¨¢ curiosamente situado en 1983, a?o en que es previsible la convocatoria de las pr¨®ximas elecciones parlamentanas, que eventualmente pudieran llevar a los socialistas al Gobierno y, por tanto, colocarles en la tesitura de aplicar su programa econ¨®mico. Las actuaciones sugeridas se distribuyen en:
Vivienda. Es notoria la incapacidad de gesti¨®n de los organismos p¨²blicos promotores de viviendas. Entre un 65% y un 70% de las de protecci¨®n oficial se destinan a satisfacer las necesidades de las clases media y alta. No hay financiaci¨®n adecuada para la compra ni mercado asequible de alquiler. Para 1983 se deber¨ªan haber construido o rehabilitado 1,4 millones de viviendas, de las que 900.000 deber¨ªan ser de protecci¨®n oficial. Los ayuntamientos deben asumir el papel de promotores y facilitar suelo urbanizable.
Urbanismo. Eliminar la especulaci¨®n del suelo. Proceder a una progresiva municipalizaci¨®n. Reversi¨®n a la colectividad de las plusval¨ªas del suelo urbano. Fortalecer las competencias municipales en la materia. Es necesario posibilitar la expropiaci¨®n forzosa del suelo de todo tipo. El pago de las expropiaciones podr¨¢ ser en met¨¢lico o en terrenos. Deber¨¢ abordarse la creaci¨®n de un plan especial de obras p¨²blicas locales para mejorar redes de transporte, obras de saneamiento, planes de urbanismo, sistemas de comunicaci¨®n y distribuci¨®n y otros.
Sanidad. Sistema sanitario ¨²nico. Mayor atenci¨®n a la prevenci¨®n de la salud, asistencia sanitaria y rehabilitaci¨®n y reinserci¨®n del enfermo. Descentralizaci¨®n del sistema de Seguridad Social. Mayor porcentaje de financiaci¨®n a cargo del Estado, sustituci¨®n del sistema de cotizaci¨®n familiar. Elecci¨®n libre del m¨¦dico y mayor participaci¨®n de empresarios y trabajadores en el control de la Seguridad Social y sus prestaciones. Reorientaci¨®n de la pol¨ªtica hospitalaria, eliminando la tendencia a construir grandes centros. Nueva pol¨ªtica del medicamento. Adecuaci¨®n del modelo de formaci¨®n de los profesionales sanitarios y garantizar su capacitaci¨®n permanente y reciclaje. Lucha contra la corrupci¨®n, el despilfarro y los h¨¢bitos viciados que lastran el sistema sanitario.
Servicios sociales. Superar las viejas concepciones de beneficencia y asistencia social. Ley-marco que defina una pol¨ªtica general. Regulaci¨®n del empleo de los marginados capaces de trabajar y planes de rehabilitaci¨®n generalizados.
Seguridad Social. Debe modificarse para que sea solidaria. Modificaci¨®n de los ¨®rganos de control (democratiz¨¢ndolos), pol¨ªtica de pensiones y sustituci¨®n de las actuales prestaciones de protecci¨®n familiar. Hay que evitar que el sistema de la Seguridad Social sea un impuesto o gravamen al puesto de trabajo.
Educaci¨®n. Obligatoriedad y gratuidad de la ense?anza desde los seis meses hasta los diecis¨¦is a?os de edad. Creaci¨®n hasta 1983 de 300.000 nuevos puestos de EG B. Escolarizaci¨®n total de catorce a quince anos, con creacion de 400.000 nuevos puestos. Expansi¨®n al m¨¢ximo de la formaci¨®n profesional de primer y segundo grado. En la universidad se deber¨¢ reconocer el grado de autonom¨ªa fijado en la Constituci¨®n y establecer un nivel salarial m¨ªnimo para la gratuidad de los hijos. Reforma del sistema de becas, incorporando el sistema de salario al estudiante.
Profundizar en la reforma fiscal
Se aboga en el documento por una profundizaci¨®n en la ya iniciada reforma fiscal. La pieza esencial del esquema impositivo debe seguir siendo el impuesto de la renta de las personas fisicas, ?sin permitir que en su base imponible se produzca ning¨²n tipo de exoneracion o discriminaci¨®n ?. Los impuestos de patrimonio y sucesiones deber¨¢n tener sistemas comunes de valoraci¨®n que superen las actuales determinaciones de bases, cuya inutilidad es manifiesta.
Paralelamente, los socialistas proponen la potenciaci¨®n de la administraci¨®n tributaria, ya que el grado de defraudaci¨®n fiscal es todav¨ªa muy elevado, en buena medida porque el aparato administrativo existente no se emplea eficazmente. El documento propone la creaci¨®n de ?una unidad administrativa responsabil izada de todas y cada una de las fases de la reforma y de la gesti¨®n ordinaria del sistema tributario?. En este mismo sentido se propone la inmediata ampliaci¨®n de los efectivos de la inspecci¨®n, acelerando la incorporaci¨®n de nuevos funcionarios, ?que el Gobierno realiza con exasperante lentitud?.
Finalmente, el documento, que se muestra muy respetuoso con la reforma fiscal impulsada por el equipo socialdem¨®crata de UCD, reclama la mayor utilizaci¨®n de los instrumentos inform¨¢ticos del Ministerio de Hacienda y llama la atenci¨®n sobre dos colectivos con alto ¨ªndice de defraudaci¨®n -profesionales liberales y empresarios individuales-, a los que s¨®lo se puede controlar por v¨ªa inform¨¢tica. Asimismo, se solicita la utilizaci¨®n de las dos armas de control fiscal, de probada eficacia, de que dispone la Administraci¨®n: tipificaci¨®n del delito fiscal y control de las cuentas corrientes bancarias. ?Dos a?os despu¨¦s de su promulgaci¨®n se ignora la utilizaci¨®n que se ha hecho de estas dos arinas.?
Ma?ana, un segundo cap¨ªtulo completar¨¢ el resumen sobre el contenido del documento socialista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.