Prudencia verbal de la CEE ante el tema afgano

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Europa de los ?nueve?, reunidos el martes en Roma, se mostraron a favor de un Afganist¨¢n neutro, ?al abrigo de la competici¨®n entre las potencias?. Esta declaraci¨®n est¨¢ en un texto al que no se atreven a llamar ?declaraci¨®n?, sino, m¨¢s modestamente, ?la expresi¨®n de su punto de vista?. Los ministros de los nueve han llevado sus precauciones verbales hasta el punto de no emplear las palabras ?neutralizaci¨®n? o ?neutralidad?, para no ser acusados de querer imponer un estatuto especial a Afganist¨¢n.Los ministros constatan solamente que ?una f¨®rmula que permita a un Afganist¨¢n neutro ponerse al abrigo de la competici¨®n entre las potencias? favorecer¨ªa ?una salida positiva?. La b¨²squeda de la forma de esta declaraci¨®n ocup¨® la mayor parte de la discusi¨®n del martes. El principio mismo de la neutralidad de Afganist¨¢n, propuesto por Lord Carrington despu¨¦s de una discreta, pero eficaz, preparaci¨®n diplom¨¢tica entre Londres, Par¨ªs y Bonn, ha sido adoptada inmediatamente por el conjunto de los ?nueve?.

En lo concerniente a los Juegos Ol¨ªmpicos, no se obtuvo unanimidad. Brit¨¢nicos y holandeses sosten¨ªan que los ?nueve? ratifiquen su recomendaci¨®n de boicot del Parlamento europeo. Por el momento, los ministros de Asuntos Exteriores han decidido que no hay prisa y que ya volver¨¢n sobre el tema antes de que llegue la fecha del cierre de inscripciones: 24 de mayo.

Los italianos han lanzado una f¨®rmula ingeniosa que parece seducir a algunos. Consiste en no enviar a los Juegos de Mosc¨² ninguna delegaci¨®n gubernamental (ministros y diplom¨¢ticos) y no autorizar la concurrencia de los atletas que trabajan bajo las ¨®rdenes de sus respectivos gobiernos (es decir, militares y polic¨ªas) y reconsiderar ?el uso que podr¨ªa ser hecho de las banderas nacionales?. De esta forma, los Juegos ser¨ªan boicoteados oficialmente, pero no de hecho.

Los otros puntos del orden del d¨ªa de la reuni¨®n de Roma (relaciones con Turqu¨ªa, con los pa¨ªses del Este, del Sureste y con la Am¨¦rica Latina) no planteaban m¨¢s, problemas que los de procedimiento: la Europa comunitaria quiere tener buenas relaciones con todo el mundo. S¨®lo el relanzamiento del di¨¢logo euro-¨¢rabe, muy deseado por los ?nueve?, les supone un problema, a pesar de que un emisario del Gobierno de Roma haya ido a T¨²nez a discutir con la Liga Arabe.

Esta querr¨ªa politizar el di¨¢logo: es decir, convocar una conferencia euro-¨¢rabe a nivel de ministros de Asuntos Exteriores. Pero el problema de la representaci¨®n palestina se tendr¨ªa que volver a plantear de nuevo y los ?nueve? no tienen todav¨ªa la audacia suficiente para resolverlo.