El PSOE aborda con suma cautela la posibilidad, real de reducir el desempleo

Las posibilidades reales de reducir el desempleo en Espa?a son contempladas con suma cautela por los autores de la Estrategia Econ¨®mica Socialista, a pesar de calificar una actuaci¨®n en tal sentido como objetivo prioritario del Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE). El paro, la energ¨ªa, la pol¨ªtica monetaria y el sistema financiero, son algunos de los principales aspectos contemplados en la segunda Parte del documento socialista presentado el pasado martes.

El empleo es definido en el documento socialista como prioridad irrenunciable, aunque los economistas del partido admiten una serie de importantes limitaciones a la hora de intentar formular una pol¨ªtica de reducci¨®n del desempleo que padece actualmente la econom¨ªa espa?ola. Teniendo en cuenta que ??a crisis econ¨®mica no ha perfilado todav¨ªa su salida?, se apuntan algunos factores que explican el retroceso de la actividad y el incremento del desempleo en los pa¨ªses industrializados. Entre ellos, se citan las tendencias a transferir mano de obra y recursos de las industrias de baja productividad y las de traspasar a los pa¨ªses subdesarrollados aquellas actividades intensivas en mano de obra, la cr¨ªtica coyuntura de los sectores-punta y la aplicaci¨®n generalizada de pol¨ªticas estabilizadoras para frenar las tasas de inflaci¨®n.Para reducir el desempleo, los socialistas consideran insuficiente el simple crecimiento del producto interior bruto (PIB), a menos que vaya acompa?ado de actuaciones relacionadas con la estrategia de un desarrollo con especializaci¨®n sectorial y la ?selecci¨®n y combinaci¨®n de t¨¦cnicas apropiadas, tratando de eliminar los efectos m¨¢s nocivos de la propia evoluci¨®n del sistema, contribuyendo a la utilizaci¨®n creciente de los excedentes de mano de obra?. Tambi¨¦n se propone ?limitar la oferta de fuerza de trabajo, adelantando y flexibilizando la edad de jubilaci¨®n voluntaria, fomentando la reducci¨®n de la jornada laboral, prolongando la edad de escolarizaci¨®n, reduciendo el pluriempleo, eliminando las pr¨¢cticas fraudulentas del seguro de desempleo y limitando la realizaci¨®n de horas extraordinarias?.

El problema estructural es tambi¨¦n planteado en el documento. ?No puede salirse de la crisis economica con estructuras productivas similares a las existentes antes de la crisis: se reducir¨¢n los puestos de trabajo en muchos sectores econ¨®micos, al tiempo que deber¨¢ fomentarse la inversi¨®n y el empleo en otras actividades mejor adaptadas a los condicionamientos de la crisis?. De ah¨ª que los socialistas reiteren frecuentemente en su estrategia la necesidad de eludir los ajustes conyunturales en un planteamiento de pol¨ªtica econ¨®mica, tal y como, afirman,est¨¢ haciendo el Gobierno de UCD.

Modelo de pol¨ªtica econ¨®mica

La formulaci¨®n de una pol¨ªtica alternativa, a corto y medio plazo, se realiza por mecanismos de simple enunciaci¨®n de principios, sin argumentar, en la mayor parte de los casos, una operativa concreta. Los objetivos definidos son:

?Contrarrestar los efectos de ¨ªndole estructural ligados a la evoluci¨®n de las econom¨ªas de mercado, a trav¨¦s de la inversi¨®n privada.? El documento reitera en varios apartados una defensa de la iniciativa privada, compatible con una mayor actuaci¨®n del sector p¨²blico, y reconoce que ? el ¨¦xito de la estrategia socialista contra el paro depende en buena medida de la evoluci¨®n de la inversi¨®n de las empresas del sector privado?. Para lograr este objetivo, los socialistas proponen el establecimiento de la planificaci¨®n concertada, eliminando ?obst¨¢culos como la estructura de financiaci¨®n de la Seguridad Social?.

?Repartir el trabajo disponible.? Este punto parte de la premisa de que la lucha contra el paro no puede centrarse exclusivamente en la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo. Se propone adelantar la edad de jubilaci¨®n, especialmente en las ramas que exijan mayor esfuerzo f¨ªsico del trabajador. Aumentar la edad escolar obligatoria hasta los diecis¨¦is a?os. Eliminar el pluriempleo y reducir las horas extraordinarias y finalmente colaborar activamente en el proyecto internacional de reducir la jornada de trabajo.

?Protecci¨®n al desempleo.? Se hace necesario ampliar urgentemente la cobertura del seguro de desempleo, incorporando adem¨¢s a los trabajadores sin empleo anterior y a los agr¨ªcolas al colectivo que percibe el subsidio.

?Empleo agrario.? Se propone un programa de jubilaci¨®n antici pada para los agricultores de m¨¢s de sesenta a?os, entregando las tierras que resultaran liberadas a los agricultores de menos de cuarenta, con el objeto de propiciar explotaciones rentables. Se llama la atenci¨®n sobre el desajuste estructural que supone que mientras la aportaci¨®n del sector agrario al PIB es del 10%, la poblaci¨®n activa ocupada en ¨¦l rebase el 20% del total. Debe establecerse un censo fiable de paro agr¨ªcola y reestructurar el actual sistema de empleo comunitario.

?El problema energ¨¦tico.? Se proponen tres puntos esenciales de ruptura con las pol¨ªticas practicadas hasta el momento: modelo de crecimiento (desterrando la idea e vinculaci¨®n r¨ªgida entre demanda energ¨¦tica y crecimiento econ¨®mico); prioridad de intereses (terminar con el predominio de intereses privados y mayor penetraci¨®n del capital p¨²blico), y ruptura institucional (poner fin a la dejaci¨®n de obligaciones por parte de la Administraci¨®n). Se entiende que la magnitud del problema energ¨¦tico lo hace inasumible por la iniciativa privada. Entre las propuestas concretas de pol¨ªtica energ¨¦tica, el documento incluye la implantaci¨®n de un sistema objetivo de determinaci¨®n de costes, previo a la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica de precios coherente, en la que se diferencien muy claramente los componentes de costes de producci¨®n, margen retributivo del sector y fiscalidad. Tambi¨¦n se alude a la necesidad de estimular energ¨ªas alternativas. El sector el¨¦ctrico es citado como uno de los ejemplos de c¨®mo ?la iniciativa. privada es incapaz de impulsar la producci¨®n sin generar costes sociales crecientes y cumplir con objetivos colectivos?. Y se afirma tambi¨¦n que posee una estructura ?feudal y anacr¨®nica que ya se ha convertido en un freno a su propio desarrollo?. Adem¨¢s de la nacionalizaci¨®n de la red de alta tensi¨®n, los socialistas piden que el Estado ejerza ?todos los derechos derivados de su condici¨®n de ac cionistas de las compa?¨ªas el¨¦ctricas?. En el segmento de los hidrocarburos, los socialistas proponen la inmediata reforma de la estructura de las refiner¨ªas y la ?fusi¨®n de todas las empresas p¨²blicas del sector en un ente nacional de hidrocarburos, adscrito al INI?, cuya creaci¨®n consideran fundamental. En lo que se refiere a la energ¨ªa nuclear, el documento no es excesivamente expl¨ªcito. Plantea exclusivamente (en menos de veinte l¨ªneas) la exigencia de que, ?tanto las centrales en operaci¨®n (tres), como las que se encuentran en construcci¨®n (siete), no entren en operaci¨®n definitiva hasta que un consejo de seguridad nuclear, independiente de la Administraci¨®n, determine la idoneidad de sus emplazamientos y condiciones de seguridad?. Para las nuevas centrales reiteran su posici¨®n ante el Plan Energ¨¦tico Nacional, rechazando su construcci¨®n y la del Centro de Investigaci¨®n Nuclear de Soria.

Cr¨ªticas a la banca privada

Los apartados dedicados a la pol¨ªtica monetaria y sistema financiero se hallan impregnados de una extraordinaria agresividad frente a la banca privada, ?cuya estructura, fuertemente oligopol¨ªstica, lleva a que la realizaci¨®n de pol¨ªticas monetarias duras produzca fuertes discriminaciones en la distribuci¨®n del cr¨¦dito bancario, siempre escaso.?

En pol¨ªtica monetaria se critica el car¨¢cter de exclusividad otorgado en la lucha contra la inflaci¨®n y se solicita una estrecha vigilancia de los mecanismos de actuaci¨®n y determinaci¨®n de las distintas variables. El documento sostiene que no debe fijarse un l¨ªmite a uno solo de los agregados monetarios (disponibilidades l¨ªquidas), sino que deben cuantificarse diversas variables (cr¨¦dito al sector privado, cr¨¦dito-vivienda y tipos de inter¨¦s). Se solicita tambi¨¦n el reforzamiento de los mecanismos de inspecci¨®n y control del Banco de Espa?a, separando adecuadamente las competencias monetarias e inspectoras del banco emisor.

El an¨¢lisis del sistema financiero parte de la consideraci¨®n de que persisten las caracter¨ªsticas esenciales del r¨¦gimen anterior. Las medidas liberalizadoras del verano de 1977 (etapa Fuentes) son abiertamente criticadas, por entender que s¨®lo afectaron a una reducci¨®n del intervencionismo del Estado en el sistema, pero no han alterado la situaci¨®n de oligopolio en que se debaten las instituciones de la banca privada. Frente a esto, el documento propone la aceleraci¨®n de reformas estructurales, y mientras no se lleven a efecto ?es preciso aplicar ciertos mecanismos de intervenci¨®n que garanticen una financiaci¨®n adecuada a sectores tan importantes como la vivienda o bienes de equipo y, en general, un abaratamiento de los actuales precios?. El tema del coste del dinero es tambi¨¦n analizado, incluyendo la propuesta de que sean limitados los tipos de inter¨¦s del cr¨¦dito y controlado estrictamente el cobro de las comisiones bancarias y a los de emisiones de t¨ªtulos de renta fija p¨²blicos y privados. ?Las desgravaciones fiscales a la inversi¨®n en valores deben replantearse, ya que es preferible sustituirlas por subvenciones presupuestarias.? Se alude tambi¨¦n a la necesidad de establecer un plan concertado de reducci¨®n de los costes de intermediaci¨®n de la banca privada, que debiera incluir una autolimitaci¨®n de la apertura de sucursales. Se propone finalmente la supresi¨®n de la letra de cambio como instrumento de financiaci¨®n al sector privado. Se aportan tambi¨¦n una serie de propuestas para los tres integrantes del sistema financiero -banca oficial, cajas de ahorro y banca privada-, en l¨ªnea con las modificaciones se?aladas. Asimismo, se reclama la reforma del mercado de valores, a partir, sobre todo, de la sustituci¨®n de la obsoleta concepci¨®n del especialista- fedatario (agente de cambio y bolsa), con especial menci¨®n de la necesidad de reforzar el mercado de renta fija.

El documento socialista se cierra con dos apresurados repasos al futuro ingreso espa?ol en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) y a la necesidad de concertar un esquema de reestructuraci¨®n sectorial para las actividades en crisis. En el tema europeo, los socialistas rechazan categ¨®ricamente cualquier per¨ªodo de preadhesi¨®n, ex?gen la libre circulaci¨®n, de trabajadores desde el momento mismo del ingreso y reclaman del Gobierno que negocie con los distintos sectores industriales los aspectos derivados del proceso negociador. Curiosamente, esta exigencia no se hace extensiva al sector agr¨ªcola. En el tema de la reestructuraci¨®n se reclama la inclusi¨®n entre los actuales sectores en tratamiento por la crisis de otros dos: textil y calzado, dadas las importantes dificultades por las que atraviesan la mayor¨ªa de las empresas en ellos integradas.