Don Ricardo tambien promete

?No m¨¢s olimpiadas sin medallas, a partir de 1984.? Don Ricardo de la Cierva, ministro del Deporte, nos ha prometido el para¨ªso. Le ha faltado decir algo para acabarnos de-embelesar: ni un hogar sin atleta, ni un espa?olito sin bal¨®n.Don Ricardo nos ha puesto los dientes largos. Nos promete la felicidad deportiva. Hasta ahora, Espa?a solamente hab¨ªa alcanzado medallas en Los Angeles, Amberes, Londres, Helsinki, Roma, Munich y Montreal, ocho en total, que para don Ricardo o no han existido, o son tan poca cosa -y en eso habr¨ªa que alabarle el gusto que no las ha considerado y, por tanto, no ha tenido necesidad de inventariarlas en sus fasc¨ªculos.

Si dentro de cuatro a?os, gracias a los planes de don Ricardo, Espa?a conquista m¨¢s medallas que Kenia, Uganda, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Jamaica y Trinidad, probablemente conseguir¨¢ que ni un solo alumno del INEF le silbe. Si adem¨¢s superamos a Suiza, Liechtenstein, Noruega, B¨¦lgica y Holanda, tendremos que pedir que est¨¦ al frente del deporte durante 107 a?os.

Don Ricardo es un optimista. En este pa¨ªs nadie es capaz de hacer planes para el futuro. Castej¨®n, que se marc¨® cuatro a?os, no los ha podido cumplir-. El lastre del deporte hispano no se suelta en cuatro u ocho a?os. El problema es profundo y, por tanto, no se resuelve con una frase o un eslogan. Nos vale, de momento, el saber que contamos con el ministro. Nos falta comprobar que cumplir¨¢.