Defraudan las pel¨ªculas m¨¢s esperadas del Festival de Berl¨ªn
"Cruising", de William Friedkin, y "Cal¨ªgula", de Tito Brass, entre la cr¨®nica social y la historia
ENVIADO ESPECIAL, Dos pel¨ªculas exhibidas fuera de concurso en el XXX Festival Internacional de Cine de Berl¨ªn, que hab¨ªan sido acogidas con inusitada expectaci¨®n, defraudaron al p¨²blico, a juzgar por la protestas y silbidos finales o abandonos durante la proyecci¨®n de unas salas abarrotadas. Cruising, ¨²ltimo filme de William Friedkin (El exorcista), y Cal¨ªgula, del italiano Tito Brass, son, no obstante, dos pel¨ªculas que, en buena parte por los temas que tratan -homosexualidad, perversiones sexuales y violencia-, incitan, al menos, a la pol¨¦mica.
Cruising es una pel¨ªcula,que fue acogida con pol¨¦micas desde su rodaje, ya que cuando ¨¦ste se realizaba en el ambiente homosexual de Nueva York. se produjeron varias manifestaciones de protesta, que luego se consolidar¨ªan por todas las comunidades gay de Estados Unidos. El propio director, William Friedkin, cuya visita a Berl¨ªn hab¨ªa sido anunciada con antelaci¨®n, a ¨²ltima hora decidi¨®, por enfermedad, no comparecer ante el p¨²blico europeo para explicar su pel¨ªcula.El gui¨®n de Cruising se basa en la novela del mismo nombre de Gerald Walker, que narra la historia de una serie de muertes ejecutadas con bestialidad en los ambientes gays del barrio Village West, de Nueva York, en donde las vestimentas de cuero, los sombreros nazis o paramilitares se alternan con pr¨¢cticas sadomasoquistas.
Un polic¨ªa (Al Pacino) es enviado por sus superiores a estos ambientes a fin de que descubra al asesino de varios de estos gays. El polic¨ªa lo descubre, pero en el contacto con el ambiente homosexual termina tomando conciencia de su propia homosexualidad reprimida. Y este es, probablemente, el primer caso en que Hollywood trata este tema, en el que por otra parte las muertes, con todo lo ?bestiales? que son, pasan a segundo plano o se presentan ¨²nicamente como una consecuencia de la propia manera de ser y del ambiente.
Cal¨ªgula, de Tito Brass (Sal¨®n Kitty), es una superproducci¨®n que combina los medios esc¨¦nicos de las superproducciones de tema hist¨®rico, como Qu¨® Vadis? o Ben-Hur, con la pornograf¨ªa y las perversiones sexuales del imperio romano. En el filme se nota la impronta de la firma productora Bub Guccione-Penthouse Film International. La pel¨ªcula tuvo dificultades de rodaje y de producci¨®n y ha podido estrenarse a los cinco a?os de haber comenzado a realizarse. En los principales papeles trabajan Peter O'Toole, un Tiberio corro¨ªdo por la s¨ªfilis, que ha montado en tomo a s¨ª, en su palacio, un ambiente de violencia y de perversiones sexuales inusitadas. Malcolm McDoweU, que encama a un Cal¨ªgula joven, que conserva el estilo de vida de su t¨ªo Tiberio, y Teresa Ann Savoy, hermana y amante de Cal¨ªgula.
En competici¨®n se exhibi¨® ayer la pel¨ªcula Solo Sunny, del alem¨¢n oriental Konrad Wolf, uno de los directores m¨¢s conocidos en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. El pase de esta pel¨ªcula est¨¢ ensombrecido por el reciente suicidio por sobredosis de su protagonista, Klaus Brasch.
La pel¨ªcula del d¨ªa fue, probablemente, Death walch (La muerte en d¨ªrecto), del franc¨¦s Bertrand Tavemier, interpretada en sus principales papeles por Romy Scl¨ªneider, Harvey Kettel, Harry Dean, Theresse Liotard, Max von Sydow y William Russel. Se trata de una especie de anticipaci¨®n de la vida de una ciudad en 1984. Hay un programa en televisi¨®n que ofrece a los telespectadores la posibilidad de ver en directo morir a la gente. Este programa tiene un gran ¨¦xito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.