Hoy, ¨²ltimo paro de veinticuatro horas de los funcionarios de la Administraci¨®n p¨²blica

Los funcionarios de la Administraci¨®n P¨²blica tienen convocada para hoy una jornada de paro de veinticuatro horas, ¨²ltima de las realizadas en protesta por la negativa del Gobierno a negociar los aumentos salariales previstos en la ley de Presupuestos. En medios sindicales se estima la huelga de hoy como ?acto protocolario? de cierre de las movilizaciones, despu¨¦s de la menguada incidencia que el pasado d¨ªa 19 registr¨® otro paro similar, ante el acuerdo de Consejo de Ministros de aplicar un incremento salarial del 12,3%, y tras la confirmaci¨®n de que se descontar¨¢ de las n¨®minas correspondientes los d¨ªas no trabajados.

La huelga de los funcionarios de la Administraci¨®n p¨²blica, fraccionada en un paro ininterrumpido desde el pasado 22 de enero al 2 de febrero, en una segunda jornada de paro realizado el pasado d¨ªa 19 y el que hoy est¨¢ convocado, ha sorprendido por su incidencia a los propios protagonistas del conflicto: centrales sindicales y Gobierno.Para los sindicatos resultaba imprevisible cuando convocaron el paro que se produjera un seguimiento masivo como el registrado en la primera parte de la misma, en los primeros doce d¨ªas, a caballo entre enero y febrero. El eco de la huelga en esas jornadas sobrepas¨® los c¨¢lculos m¨¢s optimistas. Y ello, a su vez, fue motivo de sorpresa para el Gobierno, que desde el principio se neg¨® a negociar las subidas salariales con una representaci¨®n provisional como la comisi¨®n negociadora estatal, que, adem¨¢s, ejerci¨® funciones de comit¨¦ de huelga.

En medios sindicales se considera un ¨¦xito, fruto de la huelga, la p¨¦rdida del miedo cl¨¢sico en el funcionario a dejar la defensa de sus intereses en manos de ideolog¨ªas en multitud de casos no afines con su pensamiento. Este proceso, en cualquier caso, est¨¢ favorecido por el propio Gobierno, que al no aceptar como negociador a un ?¨®rgano provisional? obliga al funcionario a recurrir a las organizaciones sindicales.

La huelga, no obstante, no satisfizo las peticiones de los funcionarios. Su desencanto se Puede cifrar en el hecho de que el paro y las correspondientes deducciones a final de mes servir¨¢n para que las n¨®minas m¨¢s altas sean las m¨¢s favorecidas en el incremento del 12,3% decidido en Consejo de Ministros, y que se aplicar¨¢ de forma proporcional.

Los funcionarios de la Administraci¨®n p¨²blica ver¨¢n en las n¨®minas reducidos sus haberes por el descuento de los d¨ªas que permanecieron en huelga. Para el Gobierno, que no considera esta medida como una sanci¨®n, resulta evidente que los funcionarios son ?trabajadores como los dem¨¢s?. Sin embargo, y aqu¨ª tambi¨¦n se puede apreciar cierta contradicci¨®n, se cierra en banda para negociar los sueldos de la plantilla.

Las consecuencias de una huelga de la Administraci¨®n P¨²blica son impredecibles hoy.