Jaime Sartorius insiste en la complicidad indirecta de algunos polic¨ªas

Las intervenciones de los letrados de la acusaci¨®n que no hab¨ªan expuesto sus conclusiones durante la ma?ana tuvieron numerosos puntos coincidentes. Jaime Sartorius, que centr¨® su discurso en reflejar cu¨¢l era la situaci¨®n pol¨ªtica del momento en que se produjeron los hechos y destacar, en consecuencia, su intencionalidad desestabilizadora, aludi¨® a la ?complicidad indirecta de algunos individuos muy determinados pertenecientes a las Fuerzas de Orden P¨²blico?.

?Nos consta que la polic¨ªa ha omitido?, dijo, ?dos llamadas telef¨®nicas en el sumario del total de llamadas efectuadas por algunos procesados una vez cometido el crimen. ?No ser¨¢?, se pregunt¨®, ?que algunos miembros de la polic¨ªa estaban implicados?? Despu¨¦s aludi¨® a ?esos responsables remotos que no ha sido posible probar su culpabilidad, a esos m¨¢ximos dirigentes que son los inductores de las ideolog¨ªas violentas de los acusados, de su convencimiento de que la democracia conlleva traici¨®n, degeneraci¨®n, el fin de la raza y conceptos similares y que pertenecen, por supuesto, a la extrema derecha, al igual que los procesados.?Respecto a las declaraciones del testigo de la defensa, Mariano S¨¢nchez Covisa dijo: ?El complot mas¨®nico denunciado por Covisa implica al Gobierno italiano, al Gobierno espa?ol a trav¨¦s de los servicios de la Presidencia, a la KGB, al ministro del Interior, a la DGS y al Gobierno Civil, pero cuando se le pregunt¨® de d¨®nde hab¨ªa obtenido tan sustanciosa informaci¨®n se limit¨® a contestar que "todo buen pol¨ªtico (entre los que se inclu¨ªa) debe saber analizar la prensa y con unas cosas y otras sacar sus propias conclusiones".?

-Pero si la prensa no ha aludido para nada a ese plan de la masoner¨ªa -se le interpel¨® durante la elaboraci¨®n del sumario.

-Bueno, pero yo he recibido llamadas telef¨®nicas de informadores an¨®nimos que me lo han contado -contest¨® Covisa.

-Ya; pero ?no podr¨ªa aportar alg¨²n dato m¨¢s concreto?

-S¨ª, tengo un informador que nunca se equivoca y todo lo sabe y cuando me llama se identifica como ?un amigo de Cuenca?.

Este testimonio -sigui¨® diciendo el letrado- s¨®lo fue reproducido en comentarios editoriales y de opini¨®n por el diario madrile?o El Alc¨¢zar y por la revista Fuerza Nueva, ninguno de cuyos directivos se ha querido responsabilizar de su publicaci¨®n. Al llegar a este punto, los ultraderechistas que ocupaban buena parte de los bancos destinados al p¨²blico intensificaron la nueva t¨¦cnica que utilizan estos d¨ªas, despu¨¦s de que el presidente del tribunal no les haya permitido comentarios o exclamaciones: las toses. Toda esta ala del p¨²blico -uniformada con camisa azul- sufri¨® un s¨²bito y masivo ataque de tos; tan s¨²bito y masivo que el magistrado orden¨® su expulsi¨®n. La polic¨ªa hizo abandonar la sala a dos adolescentes. M¨¢s tarde, cuando el letrado Jos¨¦ Bono se pregunt¨®: ??De qu¨¦ viv¨ªa Cerr¨¢, quejam¨¢s ha trabajado, sino de los honorarios que Albaladejo, sustra¨ªa mediante hurto y fraude del sindicato del Transporte??, el acusado Fern¨¢ndez Cerr¨¢ le grit¨®: ??A un cerdo as¨ª no se le puede aguantar! ?Perro!?, tras lo que el presidente orden¨® su expulsi¨®n y la del p¨²blico que le aplaudi¨® y se solidariz¨® con ¨¦l. Salieron esta vez de la sala otras tres personas.

El discurso del abogado N¨²?ez, impregnado de poes¨ªas y citas filos¨®ficas, alcanz¨® momentos verdaderamente brillantes, como aquel en que se refiri¨® a ?esa funesta de coleccionar armas ampar¨¢ndose en generalidades que no son ciertas, como la apuntada aqu¨ª por Garc¨ªa Juli¨¢ de que coleccionaba pistolas por proceder de una familia de militares. No es honesto?, dijo N¨²?ez, ?querer involucrar al Ej¨¦rcito en unos asesinatos. Yo mismo tengo el orgullo de poder decir que he nacido en un cuartel de la Guardia Civil, que mi padre es guardia civil y que jam¨¢s me ha ense?ado a utilizar las armas contra personas indefensas?.

La intervenci¨®n del letrado Antonio Rato se centr¨® en la figura de Albaladejo, como inductor y planeador del crimen, y de los restantes procesados dijo, contemplarlos como ?unas personas enga?adas, manipuladas e intoxicadas para cometer este horrible crimen por otras que no hemos podido probar ante este tribunal, pero que, sin duda, existen y est¨¢n ahora en libertad?.

Finalmente, el representante del colegio de abogados, Jos¨¦ Mar¨ªa Stampa, cerr¨® la sesi¨®n de la tarde insistiendo en la tesis de la acusaci¨®n de que se trata de nueve delitos de asesinato y no de un delito de terrorismo (como apunta el fiscal), porque ?la conducta de los ejecutores?, dijo, ?consistente en disparar tiro a tiro diecinueve veces contra nueve v¨ªctimas indefensas, ya no era una conducta terrorista, como habr¨ªa ocurrido si la v¨ªctima hubiese sido Navarro?.