Helenio Herrera no cumpli¨® con el t¨®pico
Helenio Herrera se baj¨® del autob¨²s y se apunt¨® un negativo. Jos¨¦ Luis N¨²?ez se sent¨® en el palco y recibi¨® protestas del p¨²blico. Vicente Calder¨®n se fue a Las Palmas para dar sensaci¨®n de que se ocupa del club y se enter¨® all¨ª de las ¨²ltimas broncas de su vicepresidente. Antonio Calder¨®n se qued¨® el lunes por la noche en Madrid y las pe?as de su club le dedicaron un homenaje. Jes¨²s Hermida, como es gallego, no sabemos si va o viene, y de ah¨ª que el Consejo Superior de Deportes sea noticia porque no es noticia.
Helenio Herrera tuvo en sus tiempos un colaborador ilustre: su hijastro Gonzalo Su¨¢rez, a quien reivindicaba este peri¨®dico el domingo en el suplemento cultural. Gonzalo Su¨¢rez lleg¨® a novelar el paso de HH por el Bar?a con Los once y uno. Gonzalo Su¨¢rez, que va a dirigir para el cine La colmena, de Cela, y que est¨¢ escribiendo un cap¨ªtulo del libro dedicado al Sp¨®rting de Gij¨®n, que cumple 75 a?os, en otros tiempos hac¨ªa informes deportivos para Helenio Herrera. Al mago le serv¨ªan los papeles de Gonzalo para estar al d¨ªa. Aquella colaboraci¨®n acab¨® hace tiempo. Por eso, el domingo, el viejo mago confes¨® que no ten¨ªa idea de lo que era el Barcelona. Vamos, que para enterarse un poco hizo dos sustituciones, y as¨ª, de una tacada, vio a trece jugadores.Helenio Herrera no pudo confirmar el t¨®pico de que a entrenador nuevo, victoria asegurada. Ya que no conoc¨ªa el Barcelona, al menos, pod¨ªa haberse dirigido a Gonzalo Su¨¢rez (Mart¨ªn Girard), a fin de que le explicara c¨®mo juega el Sp¨®rting. Helenio dirigi¨® el encuentro a ciegas. Como los magos que conducen por la ciudad con los ojos vendados. Dice Helenio que no necesitar¨¢ ir a Lourdes para milagrear en el Camp Nou. Yo creo que no es cosa de mezclar devociones en este tema del Barcelona. La soluci¨®n es mucho m¨¢s simple, pero no est¨¢ en la mano del nuevo entrenador.
M¨¢s ciego es quien no quiere ver, y este parece ser el caso de Vicente Calder¨®n, que en los ¨²ltimos a?os ha dirigido al Atl¨¦tico a trav¨¦s de los ojos de su vicepresidente, Salvador Santos. Calder¨®n no debe leer los peri¨®dicos, porque, de lo contrario, ya estar¨ªa hasta el coco de su hombre de confianza. El vice atl¨¦tico se da tal ma?a, que ha conseguido incluso que algunos de los presidentes de Primera, con los que asiste a las reuniones peri¨®dicas que ¨¦stos mantienen en la Federaci¨®n Espa?ola, se hayan planteado ya la necesidad de pedirle a Calder¨®n que les libere de su presencia. Santos so?aba con la presidencia del comit¨¦ de f¨²tbol profesional. Esa tarta, afortunadamente, no va a ser suya.
Salvador Santos se siente firme y seguro cuando asegura que del Atl¨¦tico solamente puede echarle Calder¨®n. Me parece una provocaci¨®n a los aficionados y socios, con los cuales hay que contar.
El Calder¨®n que disfruta de mayor placidez es el ex gerente del Real Madrid. Anoche le dedicaron las pe?as del club un homenaje Sus muchos a?os al servicio del club le crearon grandes simpat¨ªas, a pesar de que casi siempre represent¨® el papel de hombre duro. Antonio Calder¨®n constituy¨® con Bernab¨¦u, Saporta y Agust¨ªn Dom¨ªnguez el cuarteto b¨¢sico de la casa blanca. Calder¨®n a¨²n sigue en el club, como asesor del presidente, precisamente porque es el ¨²nico de quien a¨²n se puede echar mano para saber a qu¨¦ atenerse en determinadas cuestiones.
El sexto personaje en busca de autor es Jes¨²s Hermida, que no es el de la tele, como dijo Su¨¢rez cuando, para quedar bien en el Consejo de Ministros, hizo como que la propuesta de De la Cierva le ven¨ªa de nuevas. Jes¨²s Hermida est¨¢ en el Consejo Superior de Deportes absolutamente callado. No sabemos a qu¨¦ se dedica. Dicen quienes le conocen que est¨¢ desmontando todo el tinglado anterior. Dicen sus amigos que en cuanto termine de pensar nos dar¨¢ una sorpresa. Los medios informativos estamos a la espera de conectar con ¨¦l para transmitirles a ustedes el parte.
Es importante que Jes¨²s Hermida comience a clarearse. Lo peor que le puede ocurrir al deporte es que lo metan en un convento de clausura. Claro que con el protagonismo de De la Cierva a lo mejor no es necesario llamar a la puerta del Consejo.
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