Interventor del Banco de Santander, muerto de un tiro tras un atraco
Ernesto Arsenio Mahmud Acevedo, interventor de la sucursal del Banco de Santander situada en la calle del General Yag¨¹e, n¨²mero 43, result¨® muerto ayer de un disparo de bala en el cuello, tras haber sido tomado como reh¨¦n por tres j¨®venes, que minutos antes hab¨ªan atracado la citada entidad bancaria y se hab¨ªan apoderado de 936.000 pesetas.
Hasta hoy, en que le sea practicada la autopsia, se desconoce si la bala que caus¨® la muerte al se?or Mahinud fue disparada por la polic¨ªa o por los atracadores, toda vez que aquel se hallaba en el interior de una furgoneta que ¨¦stos utilizaron para intentar huir y desde donde intercambiaron numerosos disparos con la Polic¨ªa. Parece, sin embargo, m¨¢s que probable, que la muerte le fuera causada por una bala de la polic¨ªa, ya que en el interior de la furgoneta se encontraron varios impactos de bala. Tras el tiroteo, los tres atracadores se rindieron en el interior de la furgoneta y fueron detenidos. Dos de ellos estaban heridos de bala, de pron¨®stico reservado. El dinero fue recuperado.Los hechos se produjeron a las 10.30 de la ma?ana. A esa hora, Ram¨®n Ortega Olmo, de veintitr¨¦s a?os; Juan Mart¨ªn Crespo, de veinticinco, y Carlos Mart¨ªn P¨¦rez, de veinte, entraron en el banco, armados con una pistola del nueve largo, un rev¨®lver Colt 38 especial y un rev¨®lver tipo Acc. Mientras se hallaban atracando el banco, que hace esquina a las calles del General Yag¨¹e y de L¨¦rida, el 091 recibi¨® una llamada an¨®nima.
En pocos minutos, numerosos efectivos del Cuerpo Superior de Polic¨ªa y de la Polic¨ªa Nacional, con un amplio despliegue de coches zeta y k (estos ¨²ltimos camuflados) acordonaron la zona y bloquearon todas las calles, especialmente el cruce de General Yag¨¹e con L¨¦rida. Seg¨²n testigos presenciales, un buen n¨²mero de polic¨ªas de paisano se hallaban apostados tras coches estacionados en la zona. Al darse cuenta de lo que suced¨ªa en el exterior del edificio, los tres atracadores optaron por salir del banco acompa?ados por tres empleados del banco, entre ellos el director y e interventor.
Numeroso p¨²blico observaba la escena. En primer lugar sali¨® el director del banco, con las mano en alto, gritando: ?No disparen somos rehenes.?
Uno de los atracadores la apuntaba a la cabeza. Inmediatamente despu¨¦s, formando un grupo muy compacto, salieron los otros dos atracadores, uno de ellos con un empleado y otro con el interventor.
En vista de que la polic¨ªa hab¨ªa bloqueado las calzadas, los tres atracadores desistieron de utilizar un Seat 124 ranchera, de color amarillo, al parecer, robado, que estaba aparcado enfrente del banco desde una hora antes. Se supone que al volante del mismo hab¨ªa una cuarta persona que desapareci¨® de la escena en medio de la confusi¨®n. Los atracadores y los rehenes comenzaron a andar, desde la puerta del banco, calle L¨¦rida abajo, por la acera de los n¨²meros pares, pegados a la pared. Inspectores de polic¨ªa y agentes de la Polic¨ªa Nacional, en n¨²mero de unos doce o quince, seg¨²n testigos presenciales, segu¨ªan al grupo por el centro de la calzada.
En la mitad el trayecto entre el banco y el mercado de San Enrique, situado en la calle del mismo nombre (tal como se ve en el mapa), la polic¨ªa hizo disparos al aire, momento en que los atracadores -visiblemente nerviosos desde el principio- amenazaron con matar a los rehenes. El grupo de atracadores y rehenes y el de polic¨ªas, seguidos relativamente de cerca por numerosos curiosos, logr¨® avanzar hasta las inmediaciones del mercado. En ese momento, los atracadores obligaron, a punta de pistola, al conductor de una furgoneta marca Sava, propiedad de la empresa Cavosa (Compa?¨ªa Auxiliar de Voladores, SA), a abrir la misma y a sentarse en el volante. Los tres atracadores y el interventor se introdujeron en el interior de la misma, mientras quedaban libres el director y el empleado del banco.
En el momento en que la furgoneta iniciaba la marcha, la polic¨ªa dispar¨® a las cuatro ruedas e inutiliz¨® el veh¨ªculo. Los atracadores respondieron a los disparos y se inici¨® un tiroteo, mientras, a voces, los polic¨ªas instaban a aqu¨¦llos a entregarse, cosa que hicieron, tambi¨¦n a voces, instantes despu¨¦s. Para ello, a requerimiento de la fuerza p¨²blica, arrojaron sus armas por la luneta trasera de la furgoneta, que hab¨ªa quedado destrozada con anterioridad por los disparos. En el interior del veh¨ªculo se encontraba herido muy grave, con un impacto de bala en el cuello, el se?or Mahmud. Un coche patrulla de la polic¨ªa le traslad¨® hasta la cl¨ªnica La Paz, donde ingres¨® cad¨¢ver. Dos de los atracadores ten¨ªan heridas de bala en una mano y en un brazo, respectivamente.
Se desconoce c¨®mo lograron entrar en el interior del banco, puesto que la puerta del mismo est¨¢ permanentemente cerrada. Un letrero indica que ello se hace como medida de seguridad.
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