El Madrid puntu¨® gracias a su esfuerzo ofensivo

Partido de floja calidad en Salamanca, donde el Madrid hizo un notable esfuerzo por ganar -en la segunda parte agot¨® sus dos cambios para poner en juego a dos delanteros punta, Roberto y Rinc¨®n-, pero no lo consigui¨® por culpa de algunos desajustes defensivos, que pudieron costarle la derrota. El Salamanca, con muy poco esfuerzo de ataque, marc¨® un gol y estrell¨® dos balones en la madera.El Salamanca, que empez¨® muy bien la temporada, anda en horas bajas. Ante el Madrid sali¨® a jugar bajo el peso de dos negativos y el temor de sumar otros tantos, y plante¨® un partido cauteloso. S¨®lo dos hombres quedaban en punta, Diarte y Juanito, mientras se alineaba como falso extremo Teixid¨® con m¨¢s intenci¨®n de tapar las posibles salidas de los defensas del Madrid por su banda que con la de crear juego de ataque. Brizzola era el ¨²nico centrocampista con vocaci¨®n ofensiva, y su vigilancia fue encomendada por el Madrid a Del Bosque, lo que forz¨® a ¨¦ste a emplearse menos de lo que hubiera sido preciso en la construcci¨®n de juego.
Con este planteamiento, el Salamanca pon¨ªa sobre el tapete pocas f¨®rmulas para llegar al gol. El Madrid, con Del Bosque muy atr¨¢s, y sus tres jugadores m¨¢s avanzados -Juanito, Garc¨ªa Hern¨¢ndez y Cunningham- desacertados casi siempre en sus aciones individuales, poco pod¨ªa hacer tambi¨¦n, a pesar de la buena voluntad de Stielike, Angel, Isidro y Camacho en sus arrancadas hacia arriba. El partido transcurr¨ªa mon¨®tonamente, sin apenas alarmas para los porteros. En el minuto veinticinco, Brizzola caz¨® un bal¨®n en el borde del ¨¢rea y estrell¨® un soberbio disparo en la escuadra, para fortuna del Madrid. El sobresalto no despabil¨® a ninguno de los dos equipos, y prosigui¨® el aburrimiento. Diez minutos despu¨¦s de esa jugada, un pase largo de Tom¨¦ lo toc¨® muy bien Diarte hacia Juanito, que se col¨® por el centro del ¨¢rea aprovechando la descolocaci¨®n de la defensa del Madrid, y cobr¨® el tanto que la madera le hab¨ªa negado antes a su equipo.
La reacci¨®n del Madrid no lleg¨® hasta despu¨¦s del descanso. El sacrificado e incordiante Roberto compareci¨® por Garc¨ªa Hern¨¢ndez, que hab¨ªa pasado el primer tiempo buscando su sitio, sin encontrarlo. Boskov se decidi¨® a ordenar una audaz ofensiva, quiz¨¢ impulsado en parte por la desesperada necesidad de puntuar y quiz¨¢ tambi¨¦n tratando de explotar la falta de confianza del Salamanca en sus propias fuerzas. En efecto, los charros no trataron para nada de nivelar el partido y se empaquetaron en su ¨¢rea. S¨®lo Juanito y Diarte quedaban arriba, a lo que saliera, pero nadie sub¨ªa a acompa?arles. Con Del Bosque m¨¢s adelantado, el Madrid hizo un juego ofensivo algo m¨¢s v¨¢lido.
Transcurridos veinte minutos sin que llegara el empate, Boskov lleg¨® m¨¢s lejos en su audacia y relev¨® a Angel para colocar en el equipo a otro delantero goleador: Rinc¨®n. Posiblemente trataba, ya que el Madrid no encontraba mejores f¨®rmulas de ataque, de provocar barullos en el ¨¢rea y alcanzar el gol gracias a alg¨²n rebote. En efecto, lo consigui¨®, gracias a Benito, que sub¨ªa a rematar los c¨®rners y que en el minuto 69 se encontr¨® con un bal¨®n suelto, que empalm¨® con la suficiente dureza como para transformarlo en gol. Tras ese tanto, el Madrid no afloj¨®, y sigui¨® en busca de otro golpe de fortuna, pero no pudo mejorar su resultado. El Salamanca, por su parte, goz¨® de un par de oportunidades gracias al acierto de su menguado contraataque y a la furia ofensiva del Madrid. En el ¨²ltimo minuto, Diarte mand¨® el bal¨®n a la madera. La suerte, una vez m¨¢s, favoreci¨® al Madrid; pero, una vez m¨¢s tambi¨¦n, su esp¨ªritu de lucha y su aversi¨®n a la derrota le sirvieron para remontar un partido.
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