Montaje teatral en el Mar¨ªa Guerrero sobre la obra de L¨®pez Mozo
Un conjunto bastante mediocre e irregular ofreci¨® el montaje sobre la obra de Jer¨®nimo L¨®pez Mozo, que, bajo la direcci¨®n de C¨¦sar Oliva, se present¨® el lunes pasado en el teatro Mar¨ªa Guerrero, quinta sesi¨®n del ciclo de an¨¢lisis del teatro espa?ol, organizado por el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN).El espect¨¢culo, interpretado por el grupo murciano Teatro Estable del Matadero, comprend¨ªa fragmentos de cuatro t¨ªtulos de L¨®pez Mozo intercalados con la lectura por parte de los mismos actores de unos apuntes biogr¨¢ficos, en los que el autor describe su trayectoria dram¨¢tica desde su primer estreno en 1965 -Los novios o la teor¨ªa de los n¨²meros combinatorios, representada por el Teatro Universitario de Sevilla- hasta sus ¨²ltimos trabajos: una versi¨®n muy libre de La lozana andaluza, su primer y ¨²nico estreno en r¨¦gimen comercial, un texto escrito en colaboraci¨®n con Luis Matilla, Como reses, y una novela, El happening en Madrid, finalista del Premio Blasco Ib¨¢?ez.
Influido por el teatro de Brecht, el de Artaud, los espect¨¢culos del Living y el teatro-documento de Weiss, L¨®pez Mozo escribi¨® en el per¨ªodo de diez a?os -de 1965 a 1975- m¨¢s de treinta piezas, algunas de ellas premiadas y publicadas, pero la mayor¨ªa in¨¦ditas por motivos de censura o representadas ante un restringido p¨²blico universitario.
Protesta, denuncia y compromiso
El testamento Guernica, Matadero solemne y El Fernando -las tres primeras escritas en 1966 y la ¨²ltima en 1972- fueron los t¨ªtulos seleccionados como muestra del teatro de L¨®pez Mozo, t¨ªpico teatro de protesta, denuncia y compromiso, muy vinculado a los acontecimientos hist¨®ricos coyunturales que lo inspiraba.La necesidad de escoger unos t¨ªtulos determinados, y la limitaci¨®n que impone el funcionamiento del ciclo, una ¨²nica representaci¨®n que se supone debe reflejar tan extensa producci¨®n como es el caso de este autor, no contribuy¨® precisamente a evidenciar la posible validez global de su obra, que, ci?¨¦ndose a la visi¨®n que proporcion¨® el espect¨¢culo, se podr¨ªa tachar de desfasada y pobre de recursos.
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