El Atl¨¦tico de Marcel, tan conservador como el de Luis
El Atl¨¦tico de Marcel Domingo no mejor¨® con respecto al de Luis. Marc¨® un gol temprano y se dedic¨® a guardar la ventaja durante el resto del partido. No busc¨® un nuevo tanto y al final se encontr¨® con una derrota porque Solsona, totalmente libre de marcaje, realiz¨® una segunda parte primorosa.Marcel Domingo vio el encuentro desde la grada. Su mano se not¨® s¨®lo en los primeros minutos. Hasta que el Atl¨¦tico marc¨® el gol. Luego se convirti¨® en un conjunto vulgar por su conservadurismo. Los contr¨¢ataques en busca de gol desaparecieron y los jugadores rojiblancos retrasaron notablemente sus posiciones para forzar ¨²nicamente al rival en el centro del campo. As¨ª, el segundo disparo del Atl¨¦tico a puerta no llegar¨ªa hasta el minuto 44.
En el tanteo inicial de fuerzas, el Atl¨¦tico actu¨® con mayor peligrosidad que el Valencia. La jugada que forz¨® el c¨®rner del gol fue una acci¨®n r¨¢pida, en vertical hacia el marco, que ya no se prodigar¨ªa m¨¢s. Se vio favorecida la estrategia defensiva de Marcel Domingo en la primera parte, porque el Valencia no lleg¨® a centrar su juego y Navarro cumpli¨® sobradamente en los disparos lejanos de Kenipes y Bonhoff.
En el Valencia fall¨® el tr¨ªo atacante por la superioridad casi absoluta de sus marcadores. Unicamente Pablo, al retrasar su posici¨®n, lleg¨® alguna vez con soltura hasta el ¨¢rea, mientras Kernpes y Saura no pasaron de ser figuras decorativas por los marcajes de Arteche y Quique, respectivamente. El centro del campo funcion¨® a medias con Borihoff hacia menos y Solsona hacia m¨¢s, quien ser¨ªa luego el polarizador de la victoria. La defensa, por su parte, apenas tuvo protagonismo y prefiri¨® la contundencia a sacar el bal¨®n jugado a la hora de accionar.
Fue en la segunda parte cuando el partido cobr¨¦ brillantez, con las genialidades de Solsona, a quien Dirceu dej¨® de marcar. El primer aviso fue un disparo al larguero al enviar el bal¨®n por encima de Navarro, cuando ¨¦ste se esperaba el disparo raso y hasta la consecuci¨®n de su gol, Solsona dio un recital de juego ofensivo, llevando el bal¨®n desde su ¨¢rea hasta la rival, con recortes individuales o haciendo jugar al equipo por las bandas; fue, adem¨¢s, el m¨¢s destacado artillero de su equipo en esta fase, al Regar siempre en buena posici¨®n de disparo. Su gol fue impecable y abri¨® las puertas de la fe al Valencia, que ya lanzado en pos de la victoria, desmantel¨® al Atl¨¦tico.
El debut de Marcel Domingo en esta nueva etapa al frente del Atl¨¦tico no fue bueno. Debi¨® haber buscado m¨¢s goles porque el Valencia, al menos en la primera parte, no fue un equipo peligroso. El domingo s¨®lo lo intent¨® diez minutos y el resultado positivo no tard¨® en llegar. Luego, el conservadurismo que tanto se lleva propici¨® la derrota, porque no es empresa f¨¢cil resistir el ataque continuo de un equipo sin encajar ning¨²n gol, m¨¢xime cuando enfrente se tienen figuras individuales de la talla de Bonhoff, Solsona y Kempes, capaces por s¨ª solos de lograr una victoria.
El Atl¨¦tico, en esta Liga, ya poco puede hacer, mientras que el Valencia intenta asegurarse un puesto en la UEFA por si falla la Recopa. L¨®gicamente, gan¨® el equipo que ten¨ªa m¨¢s altas motivaciones. Por eso fall¨® el Atl¨¦tico. El ¨²nico camino que ten¨ªa para ganar era el de jugar simplemente al f¨²tbol, y no lo hizo durante ochenta minutos. No fueron en Valencia unos buenos comienzos para el t¨¦cnico Marcel. El Valencia, sin embargo, hizo buena la tradici¨®n de esta temporada. Marc¨® sus goles ewla segunda mitad de la segunda parte, que es cuando se muestra m¨¢s efectivo. De 42 tantos, diecinueve los logr¨® en el citado per¨ªodo.
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