Adelpha propone que el Cuartel General del Ej¨¦rcito revierta en el Ayuntamiento

La asociaci¨®n ecologista Adelpha solicit¨® la semana pasada, por medio de una nota que fue distribuida a la prensa, que el palacio de Buenavista, hoy ocupado por el Cuartel General del Ej¨¦rcito, volviera a la propiedad municipal, que tuvo en un principio, para que en ¨¦l el Ayuntamiento instale sus despendencias administrativas. El edificio de la plaza de la Villa se convertir¨ªa, una vez libre de los departamentos municipales que hoy lo ocupan y siempre seg¨²n la citada asociaci¨®n, en un museo de la ciudad.Tal idea es, hasta el momento, desconocida oficialmente tanto por parte del Ayuntamiento como del Ministerio de la Defensa, a quienes EL PAIS se dirigi¨®. De todas maneras, seg¨²n las fuentes consultadas por este peri¨®dico, la idea de restituir a la propiedad municipal el palacio de Buenavista es ?descabellada?.

La historia del palacio en cuesti¨®n comienza a finales del siglo XVIII, en que fue construido por orden de Cayetana, duquesa de Alba. Pero la propiedad del edificio cambi¨® pronto de manos, al testar la duquesa, en 1802, en favor de los tres m¨¦dicos que la hab¨ªan asistido en su ¨²ltima enfermedad, lo que origin¨® una complicaci¨®n testamentaria de dif¨ªcil soluci¨®n.

Estaba intent¨¢ndose resolver esa complicaci¨®n cuando el favorito del rey, Godoy, tuvo el antojo del palacio. Con tal de agradar al ?Pr¨ªncipe de la Paz?, el Ayuntamiento madrile?o pens¨® en regalarle el edificio. Para ello, la Corporaci¨®n municipal se dirigi¨® al rey mismo -por mediaci¨®n, claro, del valido- en solicitud de autorizaci¨®n para comprar el palacio. Su importe ser¨ªa pagadero en vales reales.

La oposici¨®n mostrada por la testamentar¨ªa de la duquesa a la autorizaci¨®n real para la compra fue eliminada a base de un real decreto, que dej¨® v¨ªa libre a la municipalidad para adquirir la propiedad del inmueble. Una vez con ella, la Corporaci¨®n se apresur¨® a donar el palacio a Manuel Godoy.

Pero a la ca¨ªda del valido real, el edificio no volvi¨®, como hubiera sido normal, a manos del Ayuntamiento o, como mucho, al patrimonio de la Casa de Alba. Los vales con que hab¨ªa sido pagada la compra hab¨ªan desaparecido durante la dominaci¨®n francesa y su restituci¨®n resultaba legalmente imposible.

A partir de ese momento, el palacio de Buenavista ha pasado por innumerables manos y ha servido para instalar en ¨¦l las m¨¢s dispares dependencias oficiales, desde el Cuartel General del Ej¨¦rcito, que hoy lo ocupa, hasta la residencia del embajador turco.

La idea de que el palacio de Buenavista fuera restituido a la propiedad municipal ya fue expuesta en 1968 por Fern¨¢ndez de los R¨ªos, en su obra El futuro Madrid.