Profundas alteraciones clim¨¢ticas durante las ¨²ltimas d¨¦cadas
Acaba de celebrarse el D¨ªa Meteorol¨®gico Mundial. Espa?a piensa destinar en los pr¨®ximos tres a?os 2.500 millones de pesetas a la creaci¨®n de nuevas instalaciones, para poner en l¨ªnea internacional nuestras instalaciones meteorol¨®gicas. Pero la comunidad cient¨ªfica internacional se siente preocupada por los r¨¦cords clim¨¢ticos, a veces de consecuencias dram¨¢ticas, batidos en el mundo durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas y la posibilidad de que el hombre est¨¦ alterando los mecanismos del clima. _
Cient¨ªficos de todo el mundo han demostrado reiteradas veces, y hoy se da por sentado, que la Tierra ha atravesado desde su creaci¨®n por diferentes etapas clim¨¢ticas. Concretamente, se estima que en los dos ¨²ltimos millones de a?os nuestro planeta ha sufrido una serie de ¨¦pocas glaciares interrumpidas por per¨ªodos interglaciares m¨¢s c¨¢lidos.Durante los ¨²ltimos 450.000 a?os se han producido cinco de estos per¨ªodos interglaciares. El m¨¢s reciente, durante el que se ha desarrollado la civilizaci¨®n moderna y en el que en la actualidad nos encontramos, data ya desde hace 10.000 a?os. Diversas teor¨ªas han nacido para intentar dar explicaci¨®n a estos cambios del clima a largo plazo. El modelo Milankovitch, seg¨²n el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED), constituye la explicaci¨®n m¨¢s convincente de estos fen¨®menos. Seg¨²n aprecia dicho modelo, la Tierra pasa por tres cambios c¨ªclicos en sus par¨¢metros orbitales a medida que se desplaza en el espacio. El primero de ellos tiene un ciclo regular cada 100.000 a?os aproximadamente. La ¨®rbita del planeta alrededor del Sol var¨ªa desde una trayectoria circular a otra ligeramente el¨ªptica, y de nuevo a circular. Durante la ¨®rbita circular, la variaci¨®n entre estaciones es menor. El segundo ciclo tiene lugar cada 40.000 a?os y se refiere a la inclinaci¨®n del planeta respecto al plano de su ¨®rbita. Cuanto menor es la inclinaci¨®n, m¨¢s uniforme es la repartici¨®n del calor solar sobre su superficie y viceversa. El tercero tiene lugar cada 20.000 a?os y se traduce en una ligera oscilaci¨®n en el eje terrestre y, consecuentemente, en una mayor diferencia entre la cantidad de calor solar que llega en las estaciones de invierno y verano.
Sin embargo, son las fluctuaciones clim¨¢ticas a escala cronol¨®gica de cientos de a?os en lugar de milenios, las que revisten especial importancia para nuestra sociedad, una sociedad que, al menos desde un punto de vista econ¨®mico, ha demostrado una excesiva vulnerabilidad a las fluctuaciones del clima. Efectivamente, durante los ¨²ltimos quince a?os, Europa ha registrado muchos r¨¦cords clim¨¢ticos, como la sequ¨ªa con la que se enfrent¨® en 1976 y que origin¨® una gran perturbaci¨®n econ¨®mica. O el caso de EEUU, en el invierno de 1977-1978, considerado como el peor de los doscientos a?os de vida de aquella naci¨®n, tambi¨¦n con desastrosas secuelas econ¨®micas y, sobre todo, la pertinaz sequ¨ªa que asol¨® las tierras de la regi¨®n africana del Sahel, desde 1968 a 1973, y que incluso ocasion¨® muertes por inanici¨®n entre la poblaci¨®n del lugar.
Desgraciadamente, tambi¨¦n se empiezan a apreciar Correlaciones entre actividades humanas y variaciones clim¨¢ticas.
Concretamente, y en lo que a contenido de anh¨ªdrido carb¨®nico en la atm¨®sfera se refiere, desde la d¨¦cada de los cincuenta hasta la actualidad, se estima que dicha tasa se ha incrementado en un 6% a nivel global. Tambi¨¦n se piensa que no disminuir¨¢ la utilizaci¨®n de carburantes f¨®siles y que la liberaci¨®n de dicho gas en la atm¨®sfera aumentar¨¢ a un ritmo casi exponencial, a lo que hay que unir los efectos negativos de la deforestaci¨®n y otras actividades humanas. Seg¨²n el doctor William Kellog, un aumento en un ciento por ciento en los pr¨®ximos setenta a?os del anh¨ªdrido carb¨®nico en la atm¨®sfera puede conllevar a un incremento de las temperaturas medias mundiales en dos grados cent¨ªgrados, lo que puede significar seis o diez grados cent¨ªgrados en las ¨¢reas polares y la modificaci¨®n de otra serie de par¨¢metros meteorol¨®gicos (pluviosidad, nubosidad, etc¨¦tera).
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