Guti¨¦rrez Mellado abandon¨® el hemiciclo, ante el ataque de Sagaseta a la ley de la Defensa

El vicepresidente primero del Gobierno, teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado, abandon¨® su esca?o durante la intervenci¨®n del diputado de la Uni¨®n del Pueblo Canario, Fernando Sagaseta, que defend¨ªa una enmiendila la totalidad del proyecto, por el que se regulan los criterios b¨¢sicos de la defensa nacional y de la organizaci¨®n militar. La intervenci¨®n de Sagaseta se produjo inmediatamente despu¨¦s de la del ministro de Defensa, que se recoge en la p¨¢gina anterior. El vicepresidente regres¨® a su esca?o inmediatamente despu¨¦s de concluida la intervenci¨®n del diputado canario. El Pleno aprob¨® los nueve primeros art¨ªculos del proyecto.Sagaseta, en tono especialmente fogoso, que fue seguido con gestos de sorpresa y contrariedad por el ministro de Defensa, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, defendi¨® la devoluci¨®n del proyecto al Gobierno por entender que ni siquiera se ajusta a las previsiones pacifistas que introduce el pre¨¢mbulo de la Constituci¨®n. Asegur¨® que la ley no re¨²ne los requisitos m¨ªnimos para garantizar la existencia de unas Fuerzas Armadas democr¨¢ticas y dijo en un momento dado que nadie querr¨ªa ver en nuestro pa¨ªs el espect¨¢culo de El Salvador, con unas fuerzas armadas fascistizadas. Fue en ese momento cuando Guti¨¦rrez Mellado sali¨® del hemiciclo.

Insisti¨® en que era necesario establecer en esta ley el principio de neutralidad, la renuncia a la agresi¨®n, salvo caso de legitima defensa; la renuncia a alianzas militares de car¨¢cter internacional; el rechazo de la carrera armament¨ªstica y el apoyo al desarme nuclear total. Se?al¨® en otro momento que frente ala aseveraci¨®n del ministro, en el sentido de intensificar los esfuerzos presupuestarios para el sector de la Defensa, quer¨ªa recordar que los Presupuestos Generales del Estado dedican 290.000 millones de pesetas a la Defensa, pero en distintos cap¨ªtulos introducen otras partidas con destino a gastos militares que, seg¨²n el diputado canario, suman un total de 520.000 millones de pesetas, lo que supone el 23% del presupuesto nacional.

En nombre de UCD respondi¨® Antonio Jim¨¦nez Blanco, para se?alar que hab¨ªa dudado en responder ?porque el s¨²encio es a veces respuesta suficiente?, pero que ante la ?violencia seudoneutralista? que hab¨ªa mostrado Sagaseta, deb¨ªa responderle que sus posturas radicalmente neutrales son ajenas a la realidad en que vivimos y que una buena parte de sus argumentaciones eran contrarias a los preceptos de la Constituci¨®n.

Sim¨®n S¨¢nchez Montero, por el Grupo Comunista, subi¨® a la tribuna para anunciar que retiraban la enmienda a la totalidad que ten¨ªan presentada, y con la que, en todo caso no pretend¨ªan que se devolviese el proyecto al Gobierno, sino que se modificase. Esa modificaci¨®n, seg¨²n el diputado comunista, se ha conseguido, en buena parte, a trav¨¦s de los trabajos de la comisi¨®n, que s¨®lo ha dejado.ocho o nueve art¨ªculos sin retocar, de los cuarenta de que consta el proyecto. Alab¨® el esp¨ªritu. abierto, y dialogante del Gobierno y de UCD, eque quisi¨¦ramos ver en otros te.mas?, y expres¨® su confianza en poder dar el voto afirmativo a la globalidad del texto, aunque haya aspectos que no les satisfagan plenamente.

"De Euskadi a Canarias"

Enrique M¨²gica, por los socialistas, intervino para fijar posiciones dentro del debate a la enmienda a la totalidad. Record¨® que ellos ya hab¨ªan retirado la que presentaron en su d¨ªa porque se aceptaron varias de sus sugerencias, entre otras el cambio de denominaci¨®n del proyecto que, en vez de bases, establece ahora ?criterios genera les que permiten interpretaciones y enriquecimiento? y un calendario de desarrollo legislativo que ha ofrecido el ministro de Defensa. M¨²gica enumer¨® la mayor parte de las mejoras hechas por la Ponencia y por la comisi¨®n. Lament¨®, por ejemplo, que no se regulasen en esta ley las situaciones de los profesionales de la milicia, con lo que sigue abierta una dosis de arbitrariedad del Ejecutivo respecto a este tema, y concluy¨® se?alando el importante valor de la defensa , en consecuencia, de esta ley, para ?nuestra, patria com¨²n e indivisible, que se extiende de Euskadi a las islas Canarias?.

Llibert Cuatrecases, por la Minor¨ªa Catalana, se?al¨® que su postura coincid¨ªa con alguna de las expresadas por el ministro, y que juzgaban ?conveniente, necesario y oportuno que el proyecto se apruebe con la mayor rapidez?, por estar ante una ley de criterios b¨¢sicos, que regula una tem¨¢tica con la que todos los ciudadanos deben sentirse implicados.

Manuel Fraga, en nombre de Coalici¨®n Democr¨¢tica, destac¨® su oposici¨®n, a lo largo de todo el proceso, frente a las enmiendas a la totalidad; record¨® que hab¨ªan contribuido seriamente a la mejora del proyecto, y sobre todo la inclusi¨®n del art¨ªculo sexto, que regula la funci¨®n de las Cortes Generales en relaci¨®n con las Fuerzas Armadas, y se?al¨® que un Estado que no organiza su defensa renuncia a su misi¨®n m¨¢s importante.

La enmienda defendida por Sagaseta fue derrotada por 281 votos en contra, diez a favor y uno nulo. Esos diez votos produjeron sorpresa, aunque la mayor¨ªa de los informadores se inclinaban a pensar que se deb¨ªan, en su mayor¨ªa, a errores por conexiones de las llaves anteriores a la votaci¨®n.

S¨¢nchez Montero pretendi¨®, sin ¨¦xito, una enmienda al articulo segundo, por la que intentaba que se a?adiese la prohibici¨®n expresa de firmar o reconocer ocupaciones o capitulaciones. Le respondi¨® Jim¨¦nez Blanco, argumentando la inconstitucionalidad de la pretensi¨®n, que el texto fundamental reserva al Rey. Tampoco prosper¨® Ia pretensi¨®n comunista de suprimir el art¨ªculo tercero, que habla del modo de regular arm¨®nicamente la defensa nacional.

En el articulo cuarto, Julio Busquets, por los Socialistas de Catalu?a, pidi¨® que se mencionase en este punto, relativo a la Pol¨ªtica de defensa y a la pol¨ªtica militar, el plan estrat¨¦gico conjunto y el objetivo de fuerza conjunta. Result¨® derrotada su enmienda, como la que defendi¨® Enrique M¨²gica al art¨ªculo sexto para que las Cortes aprobasen el objetivo de fuerza conjunto.