Los privilegios discriminan

Nos ha sorprendido que entre las reivindicaciones del Frente de Mujeres de Catalu?a figure la que pide ?tres d¨ªas al mes para las molestias de la menstruaci¨®n para la mujer que lo solicite?. Y ello porque esta reivindicaci¨®n tiene su origen en la creencia profundamente enraizada en la mentalidad de las mujeres (y no superada por algunas feministas) de que la menstruaci¨®n es una ?enfermedad? y no un hecho natural que debe ser asumido como tal, superando los posibles traumas producidos por la educaci¨®n represiva y oscurantista, especialmente en el terreno sexual. Si buceamos un poco en la historia, nos encontramos con que estas concepciones tienen su base en todo un condicionam lento cultural, cuyo elemento principal es la ideolog¨ªa religiosa.Este tipo de reivindicaciones equivalen a reconocer que necesitamos protecci¨®n y cuidado (puesto que nos pasan cosas tan ?terribles? como la menstruaci¨®n), equivale a avalar el paternalismo hacia la mujer. En Latinoam¨¦rica, la demagogia populista de algunos Gobiernos los ha llevado a hacer este tipo de ?concesiones? a las mujeres, sin que ello alterara en lo m¨¢s m¨ªnimo su condici¨®n de doble explotaci¨®n.

Estos planteamientos vienen a acentuar la divisi¨®n sexual del trabajo, utilizada por el capitalismo en funci¨®n de las diferencias biol¨®gicas, que, si bien existen, no llevan impl¨ªcita la inferioridad femenina. Refuerzan la argumentaci¨®n delos empresarios para discriminar a las mujeres en los salarios y en los puestos de trabajo.

Creemos, por ¨²ltimo, que cualquier privilegio para las mujeres .ser¨¢ siempre una forma de discriminaci¨®n.

(en representaci¨®n del Grupo de Mujeres Latinoamericanas)