La UCD desde su izquierda
En julio de 1977, a los pocos d¨ªas de llegar al Ministerio de Trabajo, comenzaron las visitas de una serie de beneficiarios e con¨®micos y/o pol¨ªticos del r¨¦gimen anterior, que siempre terminaban sus peticiones con las mismas palabras: ?Esperamos, se?or ministro, que nos apoye, pues nosotros hemos votado el 15 de junio a UCD. ?A algunos no los conoc¨ªa de antes, pero de otros ten¨ªa la suficiente informaci¨®n para saber que ni hab¨ªan votado las listas de UCD, ni votar¨ªan jam¨¢s los proyectos de reformas pol¨ªticas, sociales y econ¨®micas que hab¨ªamos defendido en la campa?a electoral de Barcelona. Como ven¨ªan al despacho bastantes catalanes con esa monserga ?nosotros votamos a UCI)?, a alguno con el que ten¨ªa confianza le dije:. ?No me enga?as. No s¨®lo no votaste nuestra lista, sino que has ayudado econ¨®micamente a otra con donativos importantes.?
Sin embargo, y a pesar de no ser verdad que amplios sectores seculamente privilegiados hubiesen apoyado el 15 de junio a UCD, se fue extendiendo la opini¨®n de que realiz¨¢bamos desde el Gobierno una pol¨ªtica izquierdista utilizando el voto de la derecha. Con extraordinaria habilidad se subieron al carro triunfador de las elecciones (que era el de UCD) muchos de los que siempre han mandado en este pa¨ªs, bajo cualquier r¨¦gimen pol¨ªtico, y est¨¢n dispuestos, por lo que luego se vio, a seguir mandando per in saecula saeculorum. Ya todos eran de UCD, porque UCD contaba con el mayor n¨²mero de diputados. Y desde dentro, ofreciendo y dando, intentaron la maniobra m¨¢s rentable para ellos: que UCD fuera la derecha espa?ola, ahora legitimada democr¨¢ticamente en las consultas populares.
Pero infravaloraron dos hechos: primero, que UCD hab¨ªa tenido ¨¦xito el 15 de junio porque sus principios ideol¨®gicos constitu¨ªan la respuesta esperada pacientemente por m¨¢s de seis millones de espa?oles, y segundo, que cualquier infracci¨®n o desvirtuaci¨®n de esos principios en la pol¨ªtica cotidiana acarrear¨ªa una creciente p¨¦rdida de electores en las sucesivas pruebas democr¨¢ticas.
El ideario de UCD se concret¨® en su I Congreso Nacional, celebrado en el mes de octubre de 1978. Si los beneficiarios del r¨¦gimen anterior analizan los documentos de este congreso, probablemente dejar¨¢n de afirmar que ellos son de UCD, o tal vez lo sigan proclamando con la esperanza de convertir las resoluciones en letra muerta. (Entre ellos abundan los expertos en aquello de ?la revoluci¨®n pendiente?, de nuestra primera juventud).
Voy a transcribir algunos textos del I Congreso Nacional que ponen en claro -pienso- que UCD no debe ser considerada como la derecha espa?ola.
Hemos heredado -leemos- ?una sociedad injusta, que hay que transformar, por la v¨ªa de la reforma, en otra sociedad justa, igualitaria y solidaria y, como tal, profunda y aut¨¦nticamente democr¨¢tica?.
?UCD no es ni puede ser un partido conservador en la esfera socio econ¨®mica... UCD es interclasista en su base sociol¨®gica, lo que se comprueba por los votos recibidos... Problemas como la cogesti¨®n y la pol¨ªtica sindical deben estar tratados de una manera acorde con este principio inteclasista, y lo mismo la organizaci¨®n de la educaci¨®n, la sanidad, la pol¨ªtica econ¨®mica frente al paro y tantos otros.?
?El mercado debe ser corregido para maximizar el bienestar social y no ¨²nicamente el beneficio privado. Ello lleva a un sistema de econom¨ªa mixta ... ?
?Los principios de igualdad y solidaridad?, seguimos leyendo en los documentos del Congreso ?cobraran gran importancia en el enfoque social de UCD. Problemas como el empleo, las remuneraciones relativas, los sindicatos como poder compensador responsable ante el mayor peso que podr¨ªa tener el capital en el mercado de trabajo, la posible aplicaci¨®n de principios de cogesti¨®n ya conocidos en Europa ...?
En suma: el modelo de sociedad de UCD ?socialmente avanzada? se concreta en decenas de p¨¢ginas, para concluir: ?UC13 es consciente de que vivimos en una sociedad que requiere ¨¦tica, y consecuencia entre programas, y actuaci¨®n pr¨¢ctica; que desea una sociedad m¨¢s libre y simult¨¢neamente m¨¢s justa; una sociedad para 36 millones de espa?oles, y no para el beneficio exclusivo de una minor¨ªa; que necesitamos plantearnos, en definitiva, una nueva frontera de modelo de convivencia social. ?
Con ese programa en la mano, los candidatos de UCD conseguimos el 15 de junio buenos resultados. Pero hab¨ªa en nuestras filas un notable n¨²mero de infiltrados, que no aceptaban -ni aceptan- los postulados transcritos, y ganaron adeptos a su insistentemente difundida versi¨®n err¨®nea: ?A UCD le ha votado la derecha y el Gobierno debe hacer una pol¨ªtica de derechas.?
Digo ?infiltrados? (aunque no me gusta el calificativo, por ciertas resonancias del mismo), porque, como muchos periodistas pueden testimoniar, las cr¨ªticas que algunos de nosotros recib¨ªamos en el Gobierno eran facilitadas generalmente por sectores de la propia UCD. Y a alturas superiores tambi¨¦n se nos hostigaba, creando im¨¢genes falsas, pues no siempre todos los ministros que se presentan como progresistas en la calle tienen el valor de adoptar la misma postura en el Consejo de Ministros. (Sobre esto ¨²ltimo, un d¨ªa de ma?ana, cuando no estemos bajo juramento de reserva, habr¨¢ que escribir, para mejor conocimiento de lo que realmente pas¨® all¨ª).
En aquel segundo semestre de 1977 hice dos declaraciones p¨²blicas que mantengo: ?El presidente Su¨¢rez?, dije, ?es el que est¨¢ situado m¨¢s a la izquierda de todo el Gabinete?, y respecto a UCD advert¨ª: ?Su ¨¦xito depender¨¢ en el futuro de que pierda medio mill¨®n de votos por la derecha y gane tres millones por la izquierda. ?
Transcurridos los dos primeros a?os desde estas declaraciones, creo que UCD como centro (ni inclinada a la izquierda, ni embargada por la derecha podr¨ªa ser todav¨ªa la soluci¨®n que eligiesen m¨¢s espa?oles. A este respecto, deja abierta una puerta a la esperanza la rotunda afirmaci¨®n de Adolfo Su¨¢rez que recog¨ªa en estas p¨¢ginas Juan Luis Cebri¨¢n: ?No pienso dar un giro a la derecha?.
Pero son de signo negativo otros indicios de lo que podr¨ªa prepararse dentro /fuera de la misma UCD.
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