Para los "abertzales", la violencia hace resurgir la identidad vasco francesa
El semanario abertzale Enbata, publicaba hace dos semanas en la portada el retrato de Jordi Pujol con la leyenda, ?Despu¨¦s de Euskadi, Catalu?a?. Y la misma portada, la semana ¨²ltima, mostraba la fotograf¨ªa de los dos j¨®venes ?violentos?, muertos, a los que los vascos nacionalistas ya veneran como a un s¨ªmbolo decisivo. La violencia y la legalidad: tal es el binomio de actualidad en el mundo abertzale del norte vasco.El atentado que les cost¨® la vida a los dos j¨®venes ha sido condenado por la poblaci¨®n, porque la bomba que intentaban colocar en el coche pod¨ªa haber explosionado en el hospital, o en otro lugar cualquiera, y haber matado indiscriminadamente. Pero el acto ha sensibilizado a muchos, indiferentes hasta ahora, y ha provocado un debate sin precedentes en Euskadi.? As¨ª se explica un miembro del movimiento IZAN (que busca su v¨ªa en la direcci¨®n de Herri Batasuna), prefiere no se cite su nombre. El rnismo interlocutor a?ade: ?La lucha armada aqu¨ª es necesaria para descubrir a los responsables de nuestra situaci¨®n, que son los representantes electos del pueblo vasco. Pero esa lucha debe medirse mucho, y no hay que cometer errores.? Jacques Abeberry, responsable de Enbata, discurre ampliamente sobre la cuesti¨®n: ?Es rid¨ªculo pensar, tal como lo hace el subprefecto, que los dos muchachos quer¨ªan matar a su mujer. De ser as¨ª podr¨ªan haberlo hecho de cien maneras mucho m¨¢s f¨¢ciles. No, los militantes de I Paretarrak est¨¢n a mil leguas de la violencia cruenta. Para dar ese paso deben ocurrir muchas cosas a¨²n. Yo recuerdo que cuando, en 1968, ETA decidi¨® realizar su primer acto contra las personas, eliminando concretamente al inspector Manzanas, lo hizo despu¨¦s de tres a?os de debates intensos sobre la conveniencia de pasar o no a la lucha armada.?
Problema muy delicado
Hoy, en Euskadi norte, la violencia es un problema muy delicado, como lo es en el Sur, a otro nivel. En efecto, es cierto que el PNV no hubiese conseguido nada sin la acci¨®n de ETA, pero es igualmente cierto que ETA no se hubiese radicalizado de no haber existido el PNV. Lo que no existe ni en el Sur ni en el Norte es esa comprensi¨®n sobre la complementariedad existente entre la violencia y la lucha legal, aunque repito que el paralelismo hay que matizarlo, dada la situaci¨®n diferente en los dos Euskadi. Nosotros no podemos dejar que los clandestinos sean los ¨²nicos representantes de la lucha por la liberaci¨®n vasca. Nosotros hemos de crear los cauces y las estructuras pol¨ªtico-econ¨®micas que traduzcan en la vida de de todos los d¨ªas los resultados de la lucha violenta.
Adem¨¢s, si los nacionalistas practicantes de la violencia quedaran solos, se aislar¨ªan del resto de la poblaci¨®n de manera definitiva Ahora bien, no existe ni un ejemplo de liberaci¨®n nacional sin la uni¨®n de todas las fuerzas en el ¨²ltimo momento. Por todo ello, la primera sangre derramada en Euskadi norte representa un salto cualitativo irreversible en nuestra lucha. Ya nada ser¨¢ como antes.
La asistencia de 15 sacerdotes al entierro de los dos militantes y el texto com¨²n le¨ªdo por el p¨¢rroco oficiante se resalta en los medios abertzales como un hecho capital en la historia de Euskadi norte, pa¨ªs de un catolicismo profundamente enraizado. Todos los vascos abertzales se quejan amargamente de que la prensa francesa, salvo algunas l¨ªneas de un peri¨®dico regional, ignor¨® completamente este acto, al que asistieron cerca de 2.000 personas, entre las que se encontraban alcaldes y el senador-alcalde de Cambo-les-Bains, Labeguerie, presente tambi¨¦n hace pocos d¨ªas en la primera reuni¨®n del Parlamento vasco del Sur, en Guernica. Un sacerdote presente en el cementerio de Baigorry testimonia sobre la actitud de los 15: ?Nosotros, en primer lugar, estamos aqu¨ª para acompa?ar a una familia dolorida, sin pensar en la raz¨®n de ese dolor, y despu¨¦s, porque hay dos mil j¨®venes que son el futuro.?
Afinidades con ETA
Nadie en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s da noticia cierta sobre Ipartarrak, el grupo clandestino que ha reivindicado los atentados de los ¨²ltimos a?os contra los bienes y, hasta ahora, nunca contra las personas. En muchas ocasiones, el periodista pudiera decir que su interlocutor de turno pertenece a ese movimiento, pero es in¨²til intentar averiguarlo. Imposible tambi¨¦n, salvo que es muy minoritario, cuantificar sus miembros. Su anonimato era total hasta la muerte de los dos militantes. S¨®lo en una ocasi¨®n respondieron a algunas preguntas por escrito para el semanario Enbata, y ello dio lugar a una serie de peripecias. No pocos piensan que ese grupo es una creaci¨®n de ETA en el Norte. Los m¨¢s interesados no lo ven tan simple: ?Es posible, seguro incluso, que existen afinidades?, admiten los m¨¢s. Recientemente se hizo una tesis de doctorado de derecho sobre el nacionalismo en Euskadi norte: ese texto dice que si en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s no ha prosperado la violencia ?es porque a ETA no le interesa?. Varios abertzales consultados coinciden con dicha teor¨ªa: ?De estar formados por ETA, se conviene, no habr¨ªan cometido el error t¨¦cnico, de aprendices, que les cost¨® la vida el otro d¨ªa a los dos militantes.?
Uno de los abogados defensores de los refugiados vascos del sur, suele repetir ante los jueces del tribunal de Bayona: ?Sean ustedes justos, porque un d¨ªa seremos nosotros los que tendremos que refugiamos all¨ª.? Esta an¨¦cdota es de actualidad hoy entre los nacionalistas de Euskadi norte. ?No se puede excluir que un d¨ªa, de igual manera que ETA ha gozado aqu¨ª de una base o santuario, seamos nosotros los que nos veamos forzados a pedir que se nos acoja en el Sur.? De momento, sin embargo, ?la violencia, aqu¨ª, no es viable?.
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