Presentaci¨®n de "El quinto jinete", de Lapierre y Collins
Dominique Lapierre present¨® ayer en Madrid El quinto jinete, novela de pol¨ªtica-ficci¨®n, de la que es coautor con Larry Collins, editada por Plaza y Jan¨¦s y que, sin duda, se convertir¨¢ en un nuevo ¨¦xito editorial de los autores de ?Arde Par¨ªs?, Oh Jerusal¨¦n, Esta noche, la libertady O llevar¨¢s luto por m¨ª.?Despu¨¦s de escribir cuatro libros sobre el pasado, m¨¢s o menos inmediato, quisimos escribir una historia de ficci¨®n sobre el presente?, declar¨® Lapierre. La an¨¦cdota esencial de la trama es la colocaci¨®n de una bomba H en Nueva York y el chantaje que realiza el presidente de Libia, Gadafi, a Carter, para que los israel¨ªes abandonen las tierras ocupadas tras la guerra de los seis d¨ªas.
?Hicimos una encuesta mundial sobre una amenaza de este tipo. Tardamos cuatro a?os e invertimos cerca de veinte millones de pesetas. Descubrimos muchas cosas, entre otras que la idea central no era nuestra: en noviembre de 1974 el presidente Gerald Ford estuvo a punto de ordenar la evacuaci¨®n de Boston ante una amenaza similar de un comando palestino. Desde entonces la Casa Blanca ha recibido m¨¢s de cincuenta amenazas similares, hasta el punto de que han creado una polic¨ªa superespecial para chantajes at¨®micos?.
?La conclusi¨®n de nuestra encuesta?, se?al¨® Lapierre, ?es que el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo est¨¢ completamente desamparado ante una amenaza como la que narramos. Tambi¨¦n comprendimos que Occidente vende absolutamente todos sus secretos tecnol¨®gicos por conseguir petr¨®leo. Centrales nucleares, reactores at¨®micos, etc¨¦tera, y no se da cuenta de que se est¨¢ llenando el mundo de armas absolutas. ?Qu¨¦ hubiera pasado si Idi Amin o Bokassa hubiejan tenido la bomba at¨®mica?, pues esto puede pasar?.
?Para nosotros, la gran estrella de la novela es la ciudad de Nueva York, una ciudad fascinante, en la que hay m¨¢s negros que en Gab¨®n, m¨¢s italianos que en Palermo y m¨¢s jud¨ªos que en todo Israel. De ah¨ª que Gadafi la considere el centro mundial de los jud¨ªos. Trabajamos durante seis meses con un viejo detective de la polic¨ªa, con el que recorrimos todos los muelles, barrios y lugares de la ciudad?.
Lapierre es una fuente inagotable de an¨¦cdotas de primera calidad, que cuenta con evidente sentido del humor en un castellano que le ense?¨® Manuel Ben¨ªtez El Cordob¨¦s, cuando escribieron O llevar¨¢s luto por m¨ª. ?los diez minutos m¨¢s largos y dram¨¢ticos de mi vida los pas¨¦ en una c¨¢rcel de Israel cuando me dejaron solo en una celda con el terrorista japon¨¦s Okomoto. El director de la prisi¨®n -y hay que se?alar que Okonioto caus¨® la muerte de 52 personas en el aeropuerto de Tel Aviv- me explic¨® que el terrorista conoc¨ªa un golpe de k¨¢rate que pod¨ªa matar a una persona en un segundo. Tras advert¨ªrmelo se fue a buscar caf¨¦ y pas¨¦ diez minutos horrorosos, fij¨¢ndome constantemente en las manos de aquel japon¨¦s peque?o?.
Lapierre insisti¨® en varias ocasiones en que la novela, con gran n¨²mero de datos reales, no pretende se?alar qui¨¦nes son los buenos y qui¨¦nes los malos de la trama. Buscaron, por encima de todo, la objetividad de enfoque y razonar al m¨¢ximo las posturas de las dos partes en conflicto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.