La Federaci¨®n Internacional obliga a reformar el circuito del Jarama
La Federaci¨®n Internacional del Deporte Automovilista (FISA) ha obligado al Real Autom¨®vil Club de Espa?a (RACE), propietario del circuito del Jarama, a modificar parte del trazado del mismo, concretamente suavizando la curva Bugatti. La obligaci¨®n por parte de la Federaci¨®n Internacional ha sido motivada por la solicitud de los pilotos. De esta forma, la FISA vuelve a poner en evidencia su absoluta falta de respeto a los acuerdos firmados y a la reglamentaci¨®n que ella misma impone.
La Federaci¨®n Internacional realiza, de forma peri¨®dica, una serie de inspecciones t¨¦cnicas a los circuitos, para comprobar el nivel de seguridad de los mismos y si ¨¦stos cumplen las normas previamente fijadas por la Comisi¨®n de Seguridad de la propia Federaci¨®n. El pasado a?o, el brit¨¢nico Basil Tye, encargado de realizar estas inspecciones, hizo la correspondiente investigaci¨®n sobre el circuito espa?ol. Despu¨¦s de ser minuciosamente revisado en todos sus conceptos, y solucionados algunos puntos que la Federaci¨®n propon¨ªa, la FISA firm¨® un documento al Real Autom¨®vil Club de Espa?a en el que el organismo internacional se compromet¨ªa a respetar la actual estructura del circuito del Jarama al menos durante tres a?os.El acuerdo ha durado bien poco. Nerviosa la FISA por los numerosos accidentes ocurridos en la f¨®rmula 1 esta temporada, y presionada por los pilotos para que aumente estas medidas de seguridad, la Federaci¨®n Internacional ha optado por olvidarse, una vez m¨¢s, de sus acuerdos y de los contratos firmados por ella misma.
De esta forma, la FISA vuelve a hacer una clara demostraci¨®n de su arbitrariedad y de su total incompetencia. Resulta sorprendente que dicha Federaci¨®n Internacional permita que se disputen carreras en un circuito tan peligroso como Long Beach, con claros precedentes de su peligrosidad en ediciones anteriores. Esa misma Federaci¨®n permit¨ªa la disputa de una carrera de f¨®rmula 1 en un circuito como el de Buenos Aires, en Argentina, en el que el estado del asfalto de la pista no alcanzaba siquiera los niveles de una carretera espa?ola de segundo orden.
El organismo internacional que preside el franc¨¦s Balestre, en otra demostraci¨®n de su arbitrariedad, negaba la posibilidad de celebraci¨®n del Gran Premio de M¨¦xico, despu¨¦s de haberles concedido previamente la puntualidad, por considerar que los mexicanos no tendr¨ªan tiempo suficiente para preparar la carrera, pese a las protestas de ¨¦stos y a los documentos que probaban lo contrario.
Ahora, despu¨¦s de haber deso¨ªdo de forma sistem¨¢tica las protestas de los pilotos, despu¨¦s de que una comisi¨®n t¨¦cnica -compuesta por personas con escas¨ªsimos conocimientos de la materia- haya prohibido el uso de las faldillas en los monoplazas a partir del pr¨®ximo d¨ªa 1 de enero, ante la propia oposici¨®n de los pilotos, la FISA ha decidido reformar el circuito del Jarama. Un circuito que, adem¨¢s, est¨¢ considerado como extremadamente duro para los pilotos y las mec¨¢nicas, pero siempre seguro por no alcanzarse elevadas velocidades.
La reforma de la pista tendr¨¢ lugar en la curva denominada como Bugatti, y conocida popularmente como la horquilla. Se trata de una bajada pronunciada y serpenteante que acaba en una cerrad¨ªsima curva a la izquierda, donde los pilotos tienen que introducir la primera velocidad. El inter¨¦s t¨¦cnico y deportivo de la curva radica en que la frenada se ve comprometida por el hecho de tener que hacerse al mismo tiempo que se conduce por la zona serpenteante, y mientras se prepara el coche para girar bruscamente a la izquierda.
Con la reforma, la bajada ser¨¢ rectil¨ªnea, la curva a la izquierda no tan cerrada y los coches tendr¨¢n una peque?a zona de escape donde poder acudir en caso de fallos en los frenos. La seguridad, obviamente, mejorar¨¢ a¨²n m¨¢s, al desaparecer quiz¨¢ el ¨²nico punto oscuro del trazado. Pero, para ello, la FISA habr¨¢ vuelto a demostrar su arbitrariedad. Porque, con toda probabilidad, seguir¨¢n disput¨¢ndose carreras en circuitos -como la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos- cuyo nivel de seguridad no s¨®lo es equiparable al del Jarama, sino que no tienen los m¨ªnimos necesarios.
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