Los indicadores econ¨®micos se?alan el inicio de la recesi¨®n norteamericana
Todos los indicadores econ¨®micos siguen apuntando hacia un fen¨®meno de recesi¨®n para Estados Unidos en el curso del actual a?o 1980. Los ¨²ltimos acontecimientos de la crisis econ¨®mica son la baja del ¨ªndice de producci¨®n industrial, que alcanz¨® s¨®lo el 0,8% durante el pasado mes de marzo. El segundo constructor de autom¨®viles norteamericano, Ford, cierra tres nuevas factor¨ªas (con una p¨¦rdida de 15.000 puestos de trabajo) y los tres grandes constructores de autom¨®viles de EE UU, General Motors, Ford y Chrysler, indican una baja de ventas de autom¨®viles del orden del 25,2% durante los diez primeros d¨ªas del presente mes de abril, en comparaci¨®n con id¨¦ntico per¨ªodo en 1979.
Una inflaci¨®n que roza el 18%, un ¨ªndice de cr¨¦dito del 20% y una situaci¨®n de completa pasividad en las compras de bienes de consumo, debido en parte al precio del dinero y a las limitaciones para el uso de las ?tarjetas de cr¨¦dito?, son elementos capitales que afectan la coyuntura econ¨®mica de la principal potencia del sistema econ¨®mico capitalista. Son, tambi¨¦n, hechos que inciden en una subida del nivel de desempleo y que pueden influir decisivamente en la actual campa?a electoral norteamericana, poniendo en peligro la reelecci¨®n del presidente dem¨®crata, Jimmy Carter.En el caso espec¨ªfico del sector del autom¨®vil, donde s¨®lo Volkswagen of America contin¨²a aumentando sus ventas, gracias a la popularidad de sus modelos peque?os, el pr¨®ximo acontecimiento grave podr¨ªa producirse con la negativa de la Administraci¨®n Carter de conceder un aval federal para un pr¨¦stamo de 1.500 millones de d¨®lares, siempre y cuando la tercera sociedad de fabricantes de autom¨®viles norteamericanos consiga por su parte cr¨¦ditos privados del orden de los 2.000 millones de d¨®lares. Operaci¨®n para Chrysler dif¨ªcil de realizar, a pesar de su lenta recuperaci¨®n en el mercado, y que puede poner en peligro su propia existencia.
Reducci¨®n de los beneficios
Las importaciones de autom¨®viles japoneses y europeos contin¨²an preocupando a la Administraci¨®n Carter, que sufre ya importantes presiones de la industria sider¨²rgica que clama sistemas proteccionistas contra la entrada de acero de origen europeo en el mercado norteamericano.Por otra parte, seg¨²n fuentes del departamento de Comercio, las grandes multinacionales norteamericanas -excepto las del petr¨®leo- ver¨¢n reducir sus m¨¢rgenes de beneficios en el a?o en curso, una vez ajustadas sus ganancias al espectacular ¨ªndice inflacionario que pesa sobre la econom¨ªa de EE UU.
En el orden social se anuncia como dif¨ªcil que las grandes empresas respeten los consejos del presidente Carter de congelar las subidas salariales entre el 7,5% y el 9,5%, como medidas complementarias para luchar contra la inflaci¨®n. Ante el temor de una avalancha de huelgas, es probable que los empresarios prefieran romper las limitaciones aconsejadas por Carter y pactar adaptaciones salariales m¨¢s adaptadas a la realidad de la espiral inflacionaria.
Todav¨ªa no se puede hablar de recesi¨®n
Pese a estos indicios, Charles Schultze, director de los consejeros econ¨®micos de la presidencia USA, ha afirmado que es demasiado pronto a¨²n para poder decir que Estados Unidos est¨¢n en una recesi¨®n econ¨®mica.Schultze declar¨® en una entrevista radiof¨®nica de la cadena CBS que si bien hay se?ales de que la econom¨ªa se ralentiza y se reblandece, ?es a¨²n pronto para hablar de que estemos definitivamente en la recesi¨®n?.
Schultze a?adi¨® que la Administraci¨®n desea, obviamente, mejorar el nivel de empleo, pero que no desear¨ªa caer en una recesi¨®n que agravar¨ªa la inflaci¨®n.
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