Italo Calvino, figura principal de las jornadas literarias de Barcelona
?El desarrollo de la literatura es siempre irregular, no s¨®lo dentro de los pa¨ªses, sino en cada uno de los autores?, dijo Italo Calvino en su primera intervenci¨®n en las jornadas literarias de Barcelona. Respond¨ªa a la queja formulada momentos antes por Carlos Barral, acerca del modo irregular en que hab¨ªa entrado e influido la literatura italiana de los ¨²ltimos tiempos en la espa?ola. Todo esto en la mesa que coordinaba Esther Ben¨ªtez, y en la que interven¨ªan, adem¨¢s, Robert Saladrigas y Carlo Frabetti, alrededor de la figura llena de humor y timidez que era Italo Calvino.
La llegada de Calvino, un novelista de imaginaci¨®n, seg¨²n fue definido por la mesa, y que ten¨ªa sus paralelos en Cunqueiro y Perucho, seg¨²n algunos, hab¨ªa sido precedida por tensiones y problemas, que s¨®lo pudieron ser resueltos con un viaje a Par¨ªs a buscarle. Ha sido la figura de estas jornadas, al menos de la parte anterior al fin de semana barcelon¨¦s, dado qu¨¦ Jorge Luis Borges, que se ha comprometido a venir a Barcelona y actuar en solitario bajo los auspicios de la misma editorial, ha decidido por fin no acudir al acto acad¨¦mico que iba a presidir el rector de Barcelona.El modo en que se produce la literatura fue, a instancias de Calvino, el eje central del debate sobre literatura italiana, tal vez el m¨¢s ordenado de cuantos se van celebrando en estas jornadas. Habl¨® Calvino tras un dise?o desolado, trazado por Carlos Barral, en que se ve¨ªa la falta de comunicaci¨®n entre literatura italiana y la espa?ola en la modernidad. Antes de la guerra -dijo Barral- las traducciones eran escasas; el franquismo permiti¨® algunas presencias an¨®malas de literatura extranjera, pero, en lo que se refiere a los italianos, s¨®lo toler¨® escasamente a los humoristas y algunos autores conectados con su mentalidad, como Papini y Curzio Malaparte. Y ya a partir de los cincuenta comienza a atenderse a la literatura italiana.
?Toda la literatura?, dijo Calvino, ?se desarrolla de manera irregular y, respecto a la italiana, esa comunicaci¨®n irregular es com¨²n en todo el mundo y, con respecto a todas las literaturas. De hecho, esa es la manera en que se produce el hecho literario: los escritores van escribiendo y s¨®lo los historiadores de la literatura son capaces despu¨¦s, de dibujar esa especie de galaxia de nombres y de autores. Acaso la irregularidad sea el modo de ser de la literatura y de la comunicaci¨®n cultural?.
?Esto vale tambi¨¦n?, sigui¨® diciendo Calvino, ?para el mismo escritor. El escritor tiene su vida, lo que quiere decir que est¨¢ sometido a una serie de est¨ªmulos diferentes. De alguno de esos est¨ªmulos nace cada obra concreta. Tambi¨¦n es tarea de los historiadores y de los cr¨ªticos descubrir esa selecci¨®n... ?.
Pas¨® luego Italo Calvino a hablar de su obra, de la ¨²ltima, que ¨¦l defini¨® como ?un ejemplo de la discontinuidad en el interior de la obra misma. El protagonista de Si una noche de invierno, un viajero -la ¨²ltima novela aparecida en castellano de Italo Calvino- es el lector. Un hombre que trata de leer una novela, que se interrumpe, que trata de terminarla y cada vez inicia otra, que tiene algunos puntos en com¨²n con la anterior, y cuyas aventuras se mezclan tambi¨¦n con las del propio lector... Yo quer¨ªa?, dice Italo Calvino, ?representar aqu¨ª el mundo de hoy, la dificultad de encontrar el hilo que relacione los hechos que se nos presentan dispersos, la dificultad de terminar una historia?.
?Naturalmente?, sigue diciendo, ?este es bastante diferente de otros libros m¨ªos; es un libro sobre la discontinuidad y, a su vez, fruto de esa discontinuidad. Debo decir que yo nunca parto al escribir de una idea te¨®rica, sino que la novela va surgiendo, abierta a las interpretaciones del lector. Tengo que decir que no soy tan imparcial como para no preferir alguna interpretaci¨®n sobre otra, y que en este sentido trato de guiar, de dirigir el juego entre el lector y el autor en que consiste el hecho de la lectura?.
Robert Saladrigas, que intervino despu¨¦s, se?al¨® la carencia de una literatura castellana de imaginaci¨®n.
En cuanto al se?or Frabetti, dijo sobre la poes¨ªa italiana que el quehacer, all¨ª como aqu¨ª, y en general en todo Occidente, est¨¢ en luchar contra P¨¦trarca, y los posibles sujetos ser¨ªan las mujeres, mujeres que, seg¨²n unos versos de un colectivo catal¨¢n que ley¨®, no se reconocen en la poes¨ªa amorosa tradicional y machista.
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