"Europa puede jugar un papel destacado en la soluci¨®n de la crisis palestina"
Pregunta. Tras la cumbre ¨¢rabe de T¨²nez, ?c¨®mo ha evolucionado la estrategia general de la Liga y en qu¨¦ estado se encuentra el proyecto de reforma de su carta?Respuesta. La cumbre de T¨²nez ha constituido una fase decisiva en la vida de la Liga. En primer lugar ha demostrado su buena salud, puesto que la salida de Egipto le ha permitido cobrar una nueva juventud. La cumbre tom¨® decisiones muy importantes: en lo que concierne a lo inmediato expres¨® su solidaridad con el pueblo liban¨¦s y acord¨® su apoyo al Gobierno de ese pa¨ªs. Este apoyo es moral, pol¨ªtico y material, es decir, militar financiero. En cuanto a las decisiones a largo plazo, la cumbre ha prescrito una estrategia de desarrollo econ¨®mico ¨¢rabe. El consejo ministerial debe reunirse en junio en Aman para examinar esta estrategia, antes de ser sometida a la pr¨®xima cumbre en noviembre.
Estas diversas acciones denotan un dinamismo relevante y ello es el fruto del profundo acuerdo que sirve de cemento a la acci¨®n ¨¢rabe, a pesar de las divergencias. Ning¨²n conjunto de Estados es capaz hoy en d¨ªa de suprimir m¨¢s diferencias que puedan surgir en su camino.
P. Existe un proyecto de carta de acci¨®n ¨¢rabe propuesto por el presidente iraqu¨ª, proyecto al que usted ha suscrito. ?Significa ello que hay compatibilidad entre la ?carta? iraqu¨ª y el proyecto de reforma de la Liga?
R. El proyecto iraqu¨ª representa una contribuci¨®n parcial en siete puntos, que debe ser sometida a las diferentes instancias de la Liga. No se puede hablar, por tanto, de acciones divergentes. Pensamos, sin embargo, que el proyecto que hemos preparado nosotros ser¨¢ tomado en consideraci¨®n una vez discutido. La contribuci¨®n iraqu¨ª se inscribe en ese mismo marco que tiende a promover una acci¨®n com¨²n de los Estados ¨¢rabes dentro del respeto a los principios que definen una acci¨®n de ese tipo en los campos pol¨ªtico, social y econ¨®mico.
En lo que concierne a la restauraci¨®n de la paz en L¨ªbano hay que decir que ese pa¨ªs constituye un ejemplo original y muy importante para Oriente Pr¨®ximo. Se trata de la coexistencia de dos comunidades hermanas: cristiana e isl¨¢mica. Esas dos comunidades han vivido hasta ahora en buena inteligencia y hasta dentro de un clima de fraternidad. Pero desde el momento en que Israel desea probar que s¨®lo un Estado confesional puede sobrevivir en la zona estamos asistiendo a un plan subversivo destinado a destruir esa unidad que es un modelo.
"La Liga Arabe no puede pronunciarse sobre el Sabara mientras no sea solicitada"
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre el conflicto del Sahara occidental? A pesar de que la Liga Arabe no ha tratado hasta ahora ese conflicto, lo cierto es que el Frente de Firmeza ha reconocido al Polisario y es dif¨ªcil ignorar eso, por lo menos.
P. Yo en tal que secretario general de la Liga Arabe no he recibido ninguna petici¨®n de ning¨²n pa¨ªs miembro en el sentido de que sea tratado lo discutido en Tr¨ªpoli. S¨®lo puedo referirme a lo que ha aparecido en los peri¨®dicos, y mi larga experiencia como ministro de Informaci¨®n me ha ense?ado a no fundamentar mis acciones oficiales en simples art¨ªculos de prensa.... y ello no porque me falt¨¦ la confianza en la prensa, sino porque tengo que establecerla diferencia entre lo period¨ªstico y lo oficial. Por tanto, hay que esperar a que lleguen aqu¨ª los documentos oficiales..de lo adoptado en Tripoli. Y quiero a?adir adem¨¢s que la Liga Arabe hasta ahora no ha sido nunca llamada a tratar ¨¦se conflicto.
P. ?En qu¨¦ estado se encuentra, seg¨²n usted, la cooperaci¨®n entre los ¨¢rabes y los europeos?
R. La cumbre de T¨²nez, adopt¨® varias decisiones en lo que concierne a la cooperaci¨®n entre ¨¢rabes y europeos. Nosotros, los ¨¢rabes, tenemos necesidad de Europa, pensamos que Europa puede jugar un papel importante en la soluci¨®n de la crisis en Oriente Pr¨®ximo, en particular ejerciendo una presi¨®n moral sobre la opini¨®n americana, pero pensamos tambi¨¦n que las razones que deben llevarnos a cooperar es pertenecer todos a la misma ¨¢rea geogr¨¢fica, ya que la mayor parte de los pa¨ªses ¨¢rabes se sit¨²an en la zona del Mediterr¨¢neo.
Lo que los pa¨ªses occidentales llaman ?aumento del precio del petr¨®leo?, si se analiza correctamente, puede constatarse que no es tal. Si se tiene en cuenta la ca¨ªda del d¨®lar, el alza prodigiosa del oro, el incremento de los precios de los productos manufacturados que compramos a los pa¨ªses occidentales, el aumento tambi¨¦n de los precios de los productos alimentarios, sobre todo el trigo, constatamos que el aumento del precio del crudo no es sino ficticio.
Por otro lado, esa ¨²nica riqueza que tenemos nosotros no deseamos emplearla como un arma. Actualmente la empleamos como un medio de desarrollo, pero no podemos garantizar que no utilizaremos todas las armas que se hallan en nuestro poder si el caso lo requiere.
P. Usted ha dicho que el mundo ¨¢rabe debe abrirse al exterior. Pero, por otro lado, Egipto ha franqueado un nuevo caso en el marco de los acuerdos de Camp David. Comparte usted la idea de que detr¨¢s de la iniciativa del presidente Sadat el mundo ¨¢rabe se enfrenta a un complot, y si fuera as¨ª, ?qui¨¦n maneja las cuerdas?
R. Para nosotros la uni¨®n ¨¢rabe no es un objetivo prioritario, es un ideal al que aspiramos. Es un objetivo que, tal vez, no veremos realizarse, sino que lo ver¨¢n nuestros hijos. No tenernos prisa. Nos preocupa ante todo trabajar en profundidad y hacer las cosas s¨®liomente, hacer que la cooperaci¨®n entre los Estados ¨¢rabes evolucione paulatinamente, de manera armoniosa, para que nadie resbale. No queremos una uni¨®n precipitada, sino una acci¨®n resultante de una reflexi¨®n profunda.
Al se?or Sadat no podemos considerarle como una referencia. Para nosotros, Sadat se ha perdido en senderos marginales que no llevan a ninguna parte. Lo que queremos es que las tierras ¨¢rabes conquistadas en 1967 sean devueltas a los pa¨ªses a los que se las arrancaron. Queremos que los palestinos recobren sus derechos a una patria y a un Estado. Fuera de eso no tenemos l¨ªnea de conducta alguna...
Cuando se nos dice que, por lo menos, Sadat ha hecho algo positiw Yo y se nos pide si tenemos una soluci¨®n de repuesto, yo siempre digo que lo hecho por Sadat no constituye un ejemplo. El presidente egipcio se ha equivocado, ha vuelto la espalda por completo a los objetivos que nos hemos fijado los ¨¢rabes. Ha cre¨ªdo, tal vez -y en el fondo de ¨¦l ya ha dejado de creer en ello-, que pod¨ªa negociar la autonom¨ªa de Cisjordania y Gaza. Se ha dado cuenta, desde entonces, aunque no lo dice, que Beguin ni los otros querr¨¢n jam¨¢s una autonom¨ªa real y completa. Lo que Beguin est¨¢ dispuesto a dar no es, m¨¢s que algunos derechos al consejo municipal, pero en modo alguno, lo dem¨¢s, es decir, las prerrogativas internas del Estado permanecer¨¢n en las manos de Israel. Eso no es una autonom¨ªa.
Yo espero que Sadat se d¨¦ cuenta de su error, que se sienta desilusionado del papel que le han reservado las negociaciones, y espero que un d¨ªa tenga el valor de reconocer su falta y pedir excusas y decirnos: ?S¨ª, he tentado una experiencia que ha salido mal...?
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