El Ayuntamiento de El Escorial aprueba la continuaci¨®n del "camping" Caravanig

El Ayuntamiento de El Escorial aprob¨® en un pleno celebrado el jueves la continuaci¨®n de las obras en el camping Caravaning, si bien condicion¨¢ndolo todo a la aceptaci¨®n, por parte de la empresa, de una serie de requisitos importantes. Por su parte, el gobierno civil ha vuelto a ordenar la suspensi¨®n de las obras, a petici¨®n de Coplaco, lo que no obsta para que dicho organismo a¨²n no se haya pronunciado sobre la legalidad urban¨ªstica del camping. Es casi seguro, sin embargo, que el Caravaning se abra al p¨²blico en los primeros d¨ªas de mayo.La situaci¨®n confusa creada en torno al Caravaning contin¨²a sin resolverse, como se desprende de las decisiones tomadas los ¨²ltimos d¨ªas por organismos oficiales implicados en la pol¨¦mica. El jueves, un pleno extraordinario de El Escorial debati¨® una moci¨®n presentada por el grupo de concejales socialistas, en la que se planteaban serias dudas sobre la buena voluntad demostrada por la empresa en las promesas que hizo al ayuntamiento en meses anteriores.

Seg¨²n la moci¨®n, el Grupo Planeta Azul se comprometi¨®, entre otras cosas, a contratar al menos cien personas entre los parados de El Escorial. Asimismo, los concejales mostraron su preocupaci¨®n en aquel momento por la venta de parcelas, que pod¨ªan dar lugar a una urbanizaci¨®n encubierta de grandes dimensiones. Entre otros argumentos, los socialistas esgrimieron el de que la misma empresa estaba vendiendo en la feria de Expo-Ocio una modalidad de caravanas, las movil-houses, que alcanzan los tres metros de ancho y los treinta metros cuadrados de habitabilidad. Estas movil-house no pueden circular por carreteras debido a su tama?o, por lo que las que se instalaran en el camping se quedar¨ªan all¨ª por tiempo indefinido, y realizar¨ªan el papel de verdaderos chal¨¦s con ruedas.

En aquella ronda de negociaciones, la empresa, seg¨²n la moci¨®n socialista presentada ayer, se comprometi¨® a terminar con la venta de parcelas y sustituirla por el alquiler de las plazas, por tiempo no superior a seis meses, lo que aseguraba la no permanencia continua de los campistas y, por tanto, la imposibilidad de que el Caravaning fuera en realidad una urbanizaci¨®n camuflada. El Grupo Planeta Azul no cumpli¨® su promesa y comenz¨® la venta de participaciones proindiviso, a precios de 625.000 pesetas (el vicepresidente de la empresa, Gabriel Garc¨ªa Sanz, asegur¨® hace pocos d¨ªas que el precio era de medio mill¨®n).

En el pleno, como conclusi¨®n, se lleg¨® a un consenso entre los tres concejales socialistas y uno comunista, por una parte, y los seis independientes y un ucedista por la otra. Los primeros aceptaron aprobar la continuaci¨®n de las obras, y los segundos aceptaron exigir una serie de garant¨ªas muy concretas: creaci¨®n de una comisi¨®n de seguimiento de los trabajos y el funcionamiento del camping.

Sin embargo, y como reconoci¨® un concejal socialista, al aprobar la continuaci¨®n de las obras el ayuntamiento se ha desprendido de la ¨²nica arma real que ten¨ªan en su poder para presionar a la empresa a cumplir sus compromisos en caso de conflicto. Se valor¨® el hecho de que es muy comprometido negar la apertura definitiva a un proyecto en el que el Grupo Planeta Azul ha invertido unos trescientos millones de pesetas. Todo hace suponer, pues, que el camping abrir¨¢ sus puertas en cuanto est¨¦ preparado para ello.

Por su parte, el gobierno civil ha solicitado de Coplaco que tenga en cuenta el informe emitido por la comisi¨®n de t¨¦cnicos a la hora de definirse por la legalidad o ilegalidad del camping. El informe de la comisi¨®n tampoco se define sobre este aspecto, y en cambio recoge el dato de que Coplaco se equivoc¨® en sus primeras apreciaciones, que hac¨ªan suponer una maniobra especulativa. Aunque Coplaco ten¨ªa que haber anunciado su postura oficial el d¨ªa de ayer, seg¨²n las directrices del gobierno civil, no se piensa que lo haga al menos hasta la convocatoria de su pr¨®ximo pleno, prevista para el 5 de mayo.

Simult¨¢neamente, el gobierno civil ha ordenado de nuevo la suspensi¨®n de las obras, y ha pasado toda la documentaci¨®n de que dispone a la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Territorial, para que ¨¦sta falle en derecho. Tal disposici¨®n parece indicar que el gobierno civil prefiere quedarse al margen del asunto.