Los europeos se sienten mayoritariamente satisfechos y felices

Paro, crisis econ¨®mica, riesgo de enfrentamientos armados... se dir¨ªa que la preocupaci¨®n y la desesperanza ganan adeptos en el mundo. Pero no es verdad. Los europeos, al menos los de los nueve pa¨ªses miembros de la CEE, se sienten mayoritariamente no s¨®lo ?satisfechos de su vida? sino, aun en mayor proporci¨®n, ?felices? La sorprendente conclusi¨®n procede de una encuesta sobre ?los europeos y sus hijos? realizada por la Comunidad Econ¨®mica Europea.
A primera vista se podr¨ªa pensar que el factor cremat¨ªstico es el determinante de esta masiva declaraci¨®n de bienaventuranza: m¨¢s de dos tercios de los europeos no tienen casi nunca problemas econ¨®micos a fin de mes (holandeses y belgas son los m¨¢s afortunados, el 50% ?jam¨¢s? est¨¢ escaso de dinero). Pero la apresurada conclusi¨®n resulta tambi¨¦n estad¨ªsticamente falsa. Es cierto que los m¨¢s satisfechos y los m¨¢s felices parecen ser los m¨¢s ricos (holandeses, belgas, alemanes y daneses, con porcentajes escandalosos, superiores en todos los casos al 85 %). Pero la contradicci¨®n salta en el caso de Irlanda. Son, definitivamente, los m¨¢s pobres (el 40% llega mal a fin de mes y el 15 % tiene falta permanente de recursos suficientes para vivir), pero, lejos de sentirse desdichados, el 83 % est¨¢ satisfecho y el 90% se siente feliz.Absolutamente felices, en el grado supremo de la dicha, se declaran nada menos que casi la mitad de los holandeses y de. los belgas, el 37% de los irlandeses y el 34% de los daneses.
Los mediterr¨¢neos parecen menos dispuestos a echar las campanas al vuelo: s¨®lo el 7% de los italianos y el 19% de los franceses piensa que se encuentra en el s¨¦ptimo cielo. Son tambi¨¦n italianos y franceses los m¨¢s cr¨ªticos con la vida que les ha tocado vivir: un 41 % y un 31 %, respectivamente, est¨¢ m¨¢s bien descontento.
La imagen del europeo ?progre? y ?critic¨®n? queda un poco en entredicho en la encuesta comunitaria y no s¨®lo por el desparpajo con el que declaran poseer ?un estado placentero de ¨¢nimo? y por su conformismo social, sino tambi¨¦n por su cl¨¢sica concepci¨®n de la maternidad y de la paternidad.A la pregunta de si ?la maternidad y la paternidad proporcionan al hombre y a la mujer una m¨¢s completa plenitud?, aproximadamente dos tercios responden que s¨ª. Las ¨²nicas contestatarias son las mujeres con un nivel de estudios superiores: el 48% lo comparte, pero el 47 % est¨¢ en desacuerdo. Los hombres con el mismo nivel de estudios ponen menos reparos: el 60% responde s¨ª y s¨®lo un 36%, no.
Los europeos tienen pocos hijos: el 60% encuentra ideal ?la parejita? e, incluso, un 7% dice que con un solo hijo es suficiente. Pero las razones para no tener m¨¢s hijos no son, desde luego, nada metaf¨ªsicas. Interrogados sobre ?si el porvenir de la sociedad es demasiado incierto para correr el riesgo de tener hijos? la mayor¨ªa absoluta (52%) lo niega rotundamente.
Los ¨²nicos que dudan son los hombres y mujeres de m¨¢s de veinticinco a?os que no han tenido a¨²n hijos: la mitad est¨¢ de acuerdo y la mitad en desacuerdo.
Curiosamente, son los m¨¢s incultos, y sobre todo las m¨¢s incultas, quienes parecen temer mas el futuro. Cuanto m¨¢s instruido est¨¢ el encuestado, m¨¢s rechaza este argumento.
En general, los europeos no est¨¢n descontentos de la forma en la que se relacionan con sus hijos, si bien estiman que los padres no hacen suficiente prueba de autoridad con sus hijos y que miman con exceso a sus reto?os. S¨®lo un 6% cree que existe a¨²n demasiado autoritarismo y que se mima poco a los ni?os (8%).
Una curiosidad: los autores del sondeo (nueve importantes empresas e institutos nacionales de la opini¨®n p¨²blica) catalogan a los europeos de veinticuatro o m¨¢s a?os que a¨²n no han tenido hijos en el grupo de personas ?con pocas posibilidades de llegar a ser padres?. Est¨¢ visto que el mundo corre mucho y que hay que darse prisa. Probablemente, hace medio siglo, era a partir de los veinticuatro a?os cuando exist¨ªan mayores posibilidades de convertirse en madre o en padre.
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