Cary Grant: "Soy lo que la gente cree que soy"
Cary Grant tiene, seg¨²n las biograf¨ªas, 75 a?os, que consigue ocultar por alg¨²n milagro de la naturaleza y, seguramente, por esa mirada fija, corpulenta, que debi¨® ser la misma que fascin¨® a Barbara Hutton. Ayer apareci¨® en el hall del hotel con un traje gris impecable, porque detr¨¢s del caballero genuinamente americano que ha ido representando en sus casi cincuenta a?os de actor, est¨¢ el ingl¨¦s nato, de acento tan impecable como el traje, y que queda en ¨¦l como una nota sofisticada, como la camisa rosa y las inseparables gafas de concha. ?Soy lo que la gente cree que soy?, dice. ?En realidad, no tengo nada que ver con los personajes que he hecho en el cine: no estoy dentro de nadie. S¨®lo estoy dentro de m¨ª?.Es, adem¨¢s, una cara del mito: encarna ese personaje que le gust¨®, o en el que le encajaron, y que es ni m¨¢s ni menos que el del hombre bueno metido en l¨ªos. ?Claro, es que ¨¦se es siempre un buen tema para una comedia, y adem¨¢s es lo que puede hacer que la gente quiera al personaje... Y a m¨ª me gusta?, dice Cary Grant, ?ese l¨ªmite que separa los dos g¨¦neros, la comedia y la tragedia. Por ejemplo, con Hitchcock era algo as¨ª?. Alfred Hitchcock y Howard Hawks son, seg¨²n dice a duras penas, los directores con los que ha preferido trabajar. Y, en cuanto a las pel¨ªculas, ?las prefiero todas?, dice. ?Eleg¨ª cada una de ellas, cada uno de los personajes. En unas me divert¨ª m¨¢s y en otras menos, pero no me arrepiento de ninguna?.
En cualquier caso, Cary Grant hoy trata ir¨®nicamente su papel en esa compa?¨ªa multimillonaria en d¨®lares, a la que da una cara, como Pel¨¦, como Farrah Fawcett, como Roger Moore. ?Soy?, dice Cary Grant, ?un producto mucho mejor que ninguno de los que hice antes... ?
La explicaci¨®n la da George Barry, el puente entre la perfumer¨ªa y el cine, el productor de A touch of class y otras, y director general de la Faberge Inc., que invent¨® la idea de unir estos nombres populares y gloriosos, m¨ªticos, a esos sellos que tienen que ver con modalidades de champa?a, con alto standing, con... un toque de distinci¨®n. ?Fabricar un personaje, fabricar un mito o un producto es lo mismo?, dice George Barry. S¨®lo hace falta tener la idea clara de lo que se quiere que sea esa persona, ese producto, y buscar la base adecuada.... no podemos usar un calvo para hacer publicidad de un champ¨², por ejemplo. Y lo m¨¢s importante es que la imagen sea cre¨ªble, que no sea demasiado fant¨¢stica?.
Cary Grant, el atractivo gal¨¢n maduro, est¨¢ un poco en lo mismo. ?S¨ª?, dice, ?el cine es la f¨¢brica de sue?os, pero yo no s¨¦ muy bien cu¨¢l es la diferencia, d¨®nde est¨¢ la realidad ... Yo soy consejero de la MGM, y le aseguro que la Metro no produce s¨®lo pel¨ªculas: tambi¨¦n construye hoteles, casinos, de todo: al final, todo es un mundo de sue?os?. As¨ª que tampoco ve muy bien, pese a las protestas del principio, d¨®nde empieza el personaje y d¨®nde la persona, c¨®mo le influyeron sus papeles en el cine. ?Creo que desde ni?o quise imitar a un hombre sofisticado. Seguramente, poco a poco, me he ido convirtiendo en lo que imitaba... Creo que todos hacemos lo mismo, y que eso es actuar. ?Por qu¨¦ me pregunta usted tanto de cine? Lo que interesa es la vida, lo que pasa en las pel¨ªculas es mentira, nadie es ese personaje?. Y como le digo que me interesa precisamente esa frontera de confluencia entre el personaje y la vida, dice: ??Cu¨¢ntos d¨ªas tenemos para hacer esta entrevista? Por qu¨¦ no se viene usted a Barcelona conmigo??
Es una broma, para cuidar su imagen: como cuando pide a Marisa Fl¨®rez que no dispare la c¨¢mara agachada, desde abajo, y se?ala con un gesto una imaginaria papada, o le dice despu¨¦s que no est¨¦ tan seria: porque Cary Grant es, sigue siendo, el bronceado personaje de comedia americana, la encarnaci¨®n del atractivo anglosaj¨®n, distante y lleno de humor, los gestos hechos para fascinar y que fascinan. ??Carter o Reagan? Reagan ?. Y como ha contestado a esa pregunta casi off the record demasiado deprisa para un ingl¨¦s, Archibald Alexander Leach, para la fama Cary Grant, explica que Reagan es un hombre demasiado inteligente, que ha aprendido muy deprisa por su relaci¨®n con las asociaciones de actores y con los sindicatos, que le conoce muy bien porque ha trabajado con ¨¦l, y que, en cambio, Carter es demasiado idealista. Ahora, Cary Grant es m¨¢s ingl¨¦s que nunca. Su voz es mas cinematogr¨¢fica. Representa al hombre de negocios norteamericano, que, naturalmente, no es de izquierdas. ?Soy fruto de una larga experiencia?, dice. ?De errores y de lo que en un momento nos hace felices. En mi caso?, termina, ?el problema es que unos y otros suelen ser los mismos...?
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