El libro de la historia

En el libro de la historia, los gobernantes tienen un activo y un pasivo. En el activo figuran, entre otras cosas, las obras de arte que se construyeron; y en el pasivo, las que se destruyeron.Hoy sabemos que en tiempos de los Reyes Cat¨®licos se levantaron importantes monumentos y que incluso hay un estilo que lleva el adjetivo de isabelino. Pero tambi¨¦n sabemos que en el mismo reinado se destruy¨® una parte de la Mezquita de C¨®rdoba, una de las m¨¢s grandes obras de la humanidad, para construir dentro una iglesia, que hubiera quedado muy bien en cualquier otra parte. Cincuenta a?os despu¨¦s, Carlos I, en decisi¨®n personal que resolvi¨® la diferencia de opiniones que hab¨ªa en la ciudad, destruy¨® una partu mucho mayor, para construir la catedral, que tambi¨¦n hubiera quedado muy bonita en otro lugar.

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Estos d¨ªas vemos con estupor que el ministro de Cultura, haciendo caso omiso de los informes mas cualificados del mundo del arte y la cultura, parece que ha tomado la decisi¨®n personal de autorizar la construcci¨®n del puente de la variante Sur de Soria, en vez de buscar la soluci¨®n por otro lugar.

Si este desafortunado intento se consuma, yo propongo que en el libro de la historia se a?ada un p¨¢rrafo que diga: ?En tiempos del rey Juan Carlos I, siendo jefe de Gobierno Adolfo Su¨¢rez y ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, fue destrozado el machadiano paseo de San Saturio, uno de los m¨¢s bellos, po¨¦ticos y entra?ables paisajes de Espa?a?.

Al menos, yo lo contar¨¦ as¨ª a mis descendientes. /