El juez instructor estima que pudieron existir m¨®viles terroristas
La Audiencia Nacional tendr¨¢ que decidir si el asunto del incendio del hotel Corona de Arag¨®n, de Zaragoza, es de su competencia o no, es decir, si se trata o no de un acto de terrorismo, en funci¨®n de la providencia dictada el pasado d¨ªa 8 por el juez instructor del sumario. Por esta providencia (v¨¦ase EL PA?S de ayer) el juez ha elevado una exposici¨®n razonada de los hechos al superior estamento judicial, al estimar que el caso no es de su competencia, por tratarse de terrorismo, y s¨ª de la Audiencia Nacional. Llegar a este punto ha supuesto la redacci¨®n de varios informes, entre otras diligencias judiciales, en los que diferentes peritos han aportado su visi¨®n de la tragedia que cost¨® 76 muertos y 113 heridos el 12 de julio de 1979. La tesis del accidente fortuito o negligencia se basa en que s¨®lo hubo un foco de ignici¨®n: la caldera de fre¨ªr los churros.
Al parecer, entre los informes emitidos, los dos realizados por equipos de qu¨ªmicos y, por tanto, considerados como los m¨¢s fiables por su especializaci¨®n, son los del Centro Provincial de Seguridad e Higiene en el Trabajo y el del Colegio Oficial de Qu¨ªmicos de Zaragoza. Ambos apuntan la hip¨®tesis de la presencia de elementos ex¨®genos en el incendio, adem¨¢s del accidental prendimiento del aceite de la churrera de la cafeter¨ªa Formigal, situada en la planta baja del hotel, como causa del peculiar y r¨¢pido desarrollo del fuego.Los dem¨¢s informes, salvo el de los artificieros, que, emitido al principio, tampoco descartaba la posibilidad de la utilizaci¨®n intencionada de alg¨²n elemento de ignici¨®n extra?o al hotel, no aportan especial valoraci¨®n al respecto.
El realizado por arquitectos de Zaragoza, designados por su colegio oficial, se refiere simplemente al estado de la estructura del edificio. Los restantes, a sus distintas competencias, y, si bien todos se?alan la alta potencia calor¨ªfica alcanzada, no hablan de presuntos agentes extra?os, pero tampoco entran en juicios de valor, ni siquiera el de la Polic¨ªa.
Las dudas
La estimaci¨®n de probable presencia de agentes ex¨®genos en el incendio parece apoyarse en varias cuestiones. Entre ellas, ¨¦stas:
1. En anteriores incendios de la churrera, uno de ellos con duraci¨®n de 55 minutos, los da?os fueron muy escasos y el fuego fue sofocado sin que llegara a propagarse fuera de la cocina.
2. La propagaci¨®n de las llamas fue rapid¨ªsima. En unos diez minutos ard¨ªan varios lugares del hotel, muy alejados entre s¨ª, tanto en horizontal como en vertical.
3. La alt¨ªsima temperatura, m¨¢s de mil grados cent¨ªgrados, que se produjo en determinadas zonas de forma brusca, y caus¨® en las maderas el efecto de carbonizarlas superficialmente, pero no quemar su n¨²cleo, as¨ª como hizo que las lunas de cristal no se rompieran, sino que se derritieran, y que hayan quedado residuos de cristales de zinc, para lo cual se necesita una temperatura muy alta y proyectada sobre el objeto de manera instant¨¢nea y brusca, como un dardo ardiendo, as¨ª como aireaci¨®n.
4. La propagaci¨®n del fuego como en rastros longitudinales e intermitentes, que hace que la moqueta se vea quemada a lo largo de unos lugares y en otros se halle en perfectas condiciones.
5. Las circunstancias del comienzo del incendio: la churrera est¨¢ situada junto a la cafeter¨ªa Formigal, en un extremo del hotel, en la planta semis¨®tano. La gobernanta del hotel advierte el incendio del aceite y avisa a unos compa?eros en la cafeter¨ªa Formigal, luego se dirige, en direcci¨®n opuesta, a recepci¨®n, en la planta primera, se cruza con una limpiadora que friega el suelo y comenta lo del fuego sin darle importancia. Son las ocho de la ma?ana. La gobernanta contin¨²a andando hacia el ala del hotel opuesta a Formigal y regresa advirtiendo a la limpiadora que una densa nube de humo le cierra el paso por aquella parte. Cruza por recepci¨®n un empleado del almac¨¦n. La limpiadora va hacia la cocina de Formigal y regresa porque el humo tambi¨¦n le cierra el paso. Minutos m¨¢s tarde, y antes de que, a las 8. 10, lleguen los primeros bomberos, hay fotograf¨ªas que muestran las ins¨®litas im¨¢genes de grandes llamas que salen de la planta superior a Formigal, la correspondiente a la cafeter¨ªa Picadilly's y, sin embargo, ni una sola llamarada sale por las ventanas de Formigal, en cuya cocina se hab¨ªa prendido la churrera. Tambi¨¦n hay llamas en la fachada del lado opuesto.
De todo esto se deriva la sospecha de intervenci¨®n de alg¨²n factor que, en diversos puntos del hotel hubiese provocado focos bruscos y oxigenados de fuego, coincidiendo con el incendio de la churrera. La b¨²squeda de estos agentes se centra en compuestos qu¨ªmicos de variada ¨ªndole, los cuales, por lo visto, pueden fabricarse de forma casera, pues sus componentes son de f¨¢cil acceso. Entre ellos se barajan mezclas de cloruros pot¨¢sicos, aluminio y magnesio u otras, que en definitiva, ser¨ªan oxidantes y' reductores de aquellos materiales del hotel donde fuesen aplicado mediante simple esparcimiento o colocaci¨®n en un peque?o recipiente. Su acci¨®n, tambi¨¦n sencilla, por medio de calor, fricci¨®n o contacto de los componentes.
El informe pericial, realizado por un teniente coronel y un capit¨¢n designados por el Laboratorio Qu¨ªmico Central de La Mara?osa, al contemplar la hip¨®tesis del accidente originado en la churrera, indica que las llamas pudieron ascender a la cafeter¨ªa Picadilly's por el codo met¨¢lico de la c ?menea, en el caso de que aqu¨¦l tuviera alguna grieta. Al quemarse la moqueta que recubre este codo, se habr¨ªa prendido a su vez la moqueta de Picadilly's y los gases almacenados en esta dependencia, que tiene casi cuatrocientos metros cuadrados de superficie, habr¨ªan causado una fuerte deflagraci¨®n.
La presentaci¨®n judicial de este informe a las partes, personadas en el sumario se hizo el pasado d¨ªa 10 de abril. En esta jornada, tanto el juez instructor como los abogados representantes de las partes que acudieron al acto practicaron una serie de preguntas a los peritos militares como ampliaci¨®n del informe. Sin embargo, los abogados no pudieron hacer un interrogatorio formalmente t¨¦cnico debido a que no conoc¨ªan el informe con anterioridad. Este es uno de los motivos por los que, seguramente, se pedir¨¢n nuevas ampliaciones de pruebas.
En este interrogatorio, a la hip¨®tesis de accidente del informe militar le fueron imputadas algunas cuestiones. Entre ellas: el hecho de que los trozos de moqueta quemada hubieran ardido en sentido contrario, y no a favor, del sentido de direcci¨®n del trenzado de sus hilos; el hecho de que, si el codo de la churrera hubiera tenido alguna grieta, el humo y el olor del aceite frito se hubiera estado filtrando a la cafeter¨ªa Picadilly's, desde la cocina de Formigal, y los clientes lo hubieran advertido a lo largo de un a?o; el hecho de que, si la deflagraci¨®n se hubiera producido por los gases de la moqueta, habr¨ªan tenido que acumularse muchos gases para invadir tantos metros c¨²bicos de aire y los efectos de la misma habr¨ªan sido similares en toda la habitaci¨®n, cosa que no ocurre.
Tanto en el informe propiamente dicho, como en las respuestas de ampliaci¨®n al mismo, los peritos militares admiten que, a pesar de no haber hallado restos extra?os, no se puede descartar su presencia. En el camino del esclarecimiento definitivo, y entre las ampliaciones de prueba que, seguramente, solicitar¨¢n algunas de las 45 partes legalmente personadas en el sumario, se incluye un informe t¨¦cnico realizado por una empresa privada holandesa. Est¨¢ dirigido por un experto, H. A. Hoboken, considerado como uno de los mejores del mundo en materia de incendios.
Otra de las ampliaciones de pruebas que se solicitar¨¢n, concretamente a los peritos militares, versar¨¢ sobre su explicaci¨®n de la presunta deflagraci¨®n de gases. Seg¨²n esta explicaci¨®n, el mon¨®xido de carbono provoc¨® las grandes llamaradas, pero, seg¨²n otros criterios, el mon¨®xido de carbono arde con una concentraci¨®n al 10%, si bien con una concentraci¨®n al 4% resulta mortal de necesidad. La duda surge al pensar que, antes de arder, debiera haber fulminado a todos cuantos hubiera en el hotel como efectivamente se produjo en muchos casos, mucho antes de su combusti¨®n.
Al fiscal le parece casual
Luis Mart¨ªn Ballesteros, fiscal jefe de la Audiencia Territorial de Zaragoza, asegura que ?se ha indagado todo con toda minuciosidad?. ?De los informes se desprende la existencia del fuego en la churrera?, a?ade, ?y el extra?o hecho de que, en esta ocasi¨®n, hubiera causado tanto da?o, ya que la churrera se hab¨ªa prendido en otras ocasiones con efectos m¨ªnimos. Pero el caso es que esta vez se produce, quiz¨¢ por la escalera central, que hace de tiro de chimenea?.
?A la vista de los numerosos informes t¨¦cnicos, bomberos, Industria, Sanidad, artificieros, polic¨ªa, t¨¦cnicos de explosivos, etc¨¦tera, y dada la ¨¦poca de verano?, contin¨²a el fiscal, ?el tiempo de secreto del sumario se prolong¨® un mes m¨¢s para que todos los informes pudieran hacerse con rigor. En estos informes se dice que no se hab¨ªa detectado nada extra?o. Pero hab¨ªa dos muy bien hechos, que son el de Seguridad e Higiene y el del Colegio de Qu¨ªmicos, que se?alaban la probable existencia de factores ex¨®genos. Y esto hizo que se pidiera una ampliaci¨®n sobre qu¨¦ factores podr¨ªan ser utilizados sin que nadie lo viera y sin que dejaran rastro?.
?Esta ampliaci¨®n?, precisa Mart¨ªn Ballesteros, ?hecha en un dictamen perfecto, abunda en la tesis del elemento ¨ªgneo ajeno al hotel, pero no, llegaba a determinar de qu¨¦ elementos podr¨ªa tratarse, sino que daba una larga serie de factibles combinaciones qu¨ªmicas. De aqu¨ª que se solicitara mayor precisi¨®n a los militares del departamento de especialistas en guerra qu¨ªmica. Los peritos militares de La Mara?osa han realizado un trabajo exhaustivo de 213 folios. Analizan todos los efectos de la deflagraci¨®n y, en sus conclusiones, dicen claramente que no se han descubierto restos de posibles elementos ex¨®genos al hotel en el origen del incendio y que los efectos y el desarrollo de ¨¦ste pudieron ser producidos por el foco de la churrera?.
Luego, el fiscal a?ade que, en otro apartado de las conclusiones de los peritos militares, ?no se descarta la hip¨®tesis del atentado, mediante polvos o cualquier combinaci¨®n qu¨ªmica, a pesar de no haber encontrado restos de los agentes de ignici¨®n, y que, en ambos casos, el resultado del incendio hubiera sido similar?.
?No cabe duda?, enjuicia el fiscal, ?que esta valoraci¨®n condicionar¨¢ en buena parte el resultado del sumario; f¨ªjese que, el d¨ªa en que fue presentado a las partes el informe de los militares, el juez y los abogados les preguntaron a fondo, los marearon, y ellos dieron toda clase de explicaciones. Fue una dura jornada de trabajo que empez¨® a las nueve de la ma?ana y termin¨® a las nueve de la noche, con un s¨®lo descanso para la comida?.
?El trabajo ha sido tremendo?, insiste Luis Mart¨ªn, ?y el sumario ya ha sido calificado por algunas personas como mod¨¦lico. El juez es ahora quien debe decidir?.
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